27/07/2025
Departamentos y más de USD 2 millones: el engaño a un abuelo por la herencia que desató una guerra familiar

Fuente: telam
Una abogada y su hija recibieron una probation, acusadas de defraudar a un patriarca anciano para quedarse con una fortuna en propiedades y efectivo. Sus propios hermanos la querellaron. Cómo sigue la causa
>La abogada y contadora Judith Chemaya y su hija, Florencia Zvik, recibieron a principios de este mes, probablemente, la comunicación judicial más incómoda de sus vidas, una que parecía beneficiarlas, hasta cierto punto. El Tribunal en lo Criminal y Correccional N°3 había aceptado su oferta para una suspensión de un juicio a prueba. Parecía el final de la guerra, iniciada cinco años atrás, con una causa en contra de ambas que comenzó en 2019.
Los propios hermanos de Judith, José y Héctor, tíos de Florencia -también abogada- fueron quienes las denunciaron. Luego, querellaron contra ellas en el expediente. El encono entre los tres es evidente en la lápida de Isaac Chemaya mismo, sobre su tumba en el Cementerio Israelita Sefaradí, ubicado sobre la Ruta 202. Allí, solo pueden leerse los nombres de José y Héctor, encargados de emplazar el memorial: la mujer y su hija quedaron afuera.
El juez Gustavo Valle, a cargo del Tribunal N°3, resolvió “suspender el presente juicio a prueba” respecto de ambas “por el plazo de dos años”, “al tener por razonable el ofrecimiento de doscientos millones de pesos en concepto de reparación del perjuicio presuntamente ocasionado, que deberá ser abonado a los querellantes en un plazo no mayor a los treinta días”, de acuerdo al fallo al que accedió Infobae. También, invitó a las partes a aportar nuevas pruebas.
El cálculo es fuerte. Según la acusación de los hermanos, madre e hija se habrían quedado con el dominio fiduciario por un plazo de treinta años al menos seis departamentos ubicados en zonas premium, avenidas y calles como Malabia, Scalabrini Ortiz y Santa Fe, además de desviar dos millones de dólares de una cuenta registrada en un banco de Israel, junto con los contenidos de una caja de seguridad ubicada en un banco porteño, vaciada en agosto de 2018. Allí, creen los hermanos, había USD350 mil y 50 mil euros.
Con todo ese dinero, siempre según la acusación, las abogadas habrían comprado otros cuatro departamentos.El delito en la calificación del expediente, impulsado por la querella, es el contemplado en el artículo 174, inciso 2° del Código Penal: defraudación de un incapaz, castigado con dos a seis años de cárcel.
“Aprovechándose del estado de salud de su padre, a través de la escritura 34 de fecha 17/9/2018, la imputada Chemaya obtuvo el dominio fiduciario por un plazo de 30 años de bienes inmuebles” pertenecientes a su padre, asegura un documento de la causa. “Es de resaltar que como beneficiaria de tal acto luce la imputada Zvik“, continúa el expediente.Por otra parte, la oferta de 200 millones de pesos que el juez Valle aceptó no fue la primera que realizaron madre e hija para lograr la suspensión del juicio a prueba.
A fines de marzo último, el Tribunal N°3 y luego la Sala de Turno de la Cámara Criminal y Correccional -integrada por el juez Eugenio Sarrabayrousse- rechazaron una propuesta previa. El número anterior fue calculado “dentro de las posibilidades económicas de sus asistidas”, aseguró la entonces defensa de ambas abogadas. Era de, apenas, cinco millones de pesos.La causa tuvo un largo camino. Madre e hija fueron beneficiadas por la Justicia cuando el juez Javier Sánchez Sarmiento las sobreseyó en noviembre de 2023, con las costas impuestas a la querella. La fiscalía del caso había desistido de impulsar la acusación.“Luego de examinar las constancias del legajo, el Tribunal considera que existen elementos de convicción suficientes para alcanzar la probabilidad que justifica el avance del proceso hacia otra etapa de mayor conocimiento, por lo que corresponde adoptar respecto de las imputadas el temperamento de reproche”, aseguraron los jueces Juan Cicciaro y Rodolfo Pociello Argerich.
Ahora, ¿qué pasa si madre e hija pagan los $200 millones? ¿Se quedan con los departamentos y el dinero supuestamente defraudados? La respuesta no es tan simple. Diego Sznurewicz, el abogado querellante de los hermanos Chemaya, asevera:
-Se los quedan… por ahora. Aunque concluya la causa penal -no termina aún porque vamos a ir a Casación- seguiremos discutiendo los bienes en la sucesión, donde en función de todo lo actuado en la causa penal pedimos, además de la devolución de todos los bienes, que la excluyan como heredera, para que no tenga derecho a nada en la sucesión del padre, en razón del presunto delito cometido, tal como está previsto en la ley civil.Judith Chemaya y su hija fueron contactadas en repetidas ocasiones por este cronista mediante sus datos registrados en el Colegio de Abogados porteño sin recibir respuesta.
Fuente: telam
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