11/07/2025
El control policial y una prueba en la montaña: las anécdotas del primer triunfo de Carlos Reutemann en el automovilismo

Fuente: telam
Se cumplen 60 años del bautismo victorioso de Lole en el plano local. Fue en el Turismo Nacional, donde fue bicampeón. Cómo fue su campaña nacional antes de brillar en Europa y en la Fórmula 1
>Antes de triunfar en el exterior y consagrarse como uno de los mejores pilotos de la Fórmula 1 durante una década, Carlos Alberto Reutemann tuvo una exitosa campaña en el plano nacional que incluyó tres campeonatos. Se dice que la primera victoria en el automovilismo puede llegar a ser la más especial y el Lole tuvo su bautismo triunfal un día como hoy hace 60 años. Fue en el Turismo Mejorado o Anejo J, hoy conocido como Turismo Nacional, categoría en la que consiguió sus primeros cetros.
“De chico leía publicaciones que llegaban desde Europa sobre la F1, con pilotos como Mike Harthown, Peter Colins, Stirling Moss y tiempo antes seguía a Juan Manuel Fangio”, contó en el programa Tus Ídolos de 1995 (Canal 9). Se volvió un fanático del automovilismo y con su hermano Enrique, quien Tras completar sus estudios secundarios como pupilo en el Colegio de la Inmaculada en Santa Fe, regresó al campo y trabajó junto a los peones. Luego de despuntar el vicio en algunas picadas decidió que su futuro estaba en las carreras de autos. En 1964, los hermanos Carlos y Américo Grossi, junto a la firma Automóviles Alvear, adquirieron un Fiat 1500 para competir en el Turismo Mejorado (actual Turismo Nacional), que en ese momento también era conocido como Anexo J. El auto se alistaba en un taller de Rafaela y quedó disponible al año siguiente ya que el piloto titular, Heriberto Bohnen, se retiró. Reutemann, que asistía a todas las carreras posibles, le rogó a Félix Crocce, gerente de la firma Grossi, para que le permitiera conducirlo. “Al cabo de una semana le di mi auto y le dije que me llevara al Parque Sur. Lo incité a que anduviera rápido y cuando lo hizo realmente me impresionó. Doblaba por los radios correctos, frenaba encima, utilizaba bien la caja y tenía excelentes reflejos”, recordó Américo Grossi, en diálogo con la revista CORSA.
Mientras que su hermano, Carlos, propuso a otro piloto llamado Luis Keller, Américo se la jugó por Lole. La elección se definió en una prueba entre ambos en La Cumbre, Córdoba. “Con mi hermano nos escondimos en una curva, una ‘S’ en bajada que había después de Los Cocos, pero ellos no sabían dónde estaríamos. Primero pasó Keller, y aunque lo hizo velozmente, desaceleró al acomodar el auto para pisar nuevamente. Reutemann, en cambio, venía bajando a fondo y así como venía dobló la ‘S’ y se fue. Eso decidió nuestra elección”.Llegó el debut, también en Córdoba, y pese a su abandono por una falla mecánica el 30 de mayo, Reutemann tuvo un gesto que también marcó a los Grossi. “Cuando debutó en Carlos Paz, se fue el martes previo al circuito a recorrerlo a pie y el sábado nos recitó las 600 curvas de memoria. Mi hermano me dijo que ‘estábamos ante un piloto diplomado en la universidad’”, recordó Américo. Esa costumbre de Lole de recorrer los trazados desconocidos a pie la repitió siempre e incluso hasta sus primeros años en Europa.
Fue el 11 de julio de 1965 el día del bautismo triunfal para Reutemann. Al volante del mismo Fiat 1500, en su segunda carrera anotó como ganador en el Turismo Mejorado, hoy conocido como Turismo Nacional. Fue en el circuito Onofre Marimón de Villa Carlos Paz. “La carrera se llamó la Vuelta al Pan de Azúcar, que era muy importante en esa época. Eran tres vueltas de 103 kilómetros, que se largaba en Carlos Paz, Yocsina, La Calera, subíamos al Pan de Azúcar, bajábamos a Cosquín, y volvíamos por Bialet Massé hasta Carlos Paz. Esa carrera la gané muy bien”, contó Carlos. Su éxito logrado con apenas 23 años, representó mucho más que un resultado deportivo. El Lole había demostrado de qué estaba hecho y con potencial para poder dar pelea a los mejores pilotos nacionales.En tanto que sus primeras armas en monopostos también llegaron gracias a los Grossi, quienes le consiguieron un De Tomaso-Fiat para correr en Fórmula 1 Mecánica Argentina. Salió quinto y sexto en las ediciones de 1966 y 1967 de las 500 Millas de Rafaela, en la competencia que se corría en el emblemático óvalo que en 1971 recibió a la IndyCar.
Ya consolidado como uno de los mejores corredores del plano local, Lole llegó al Turismo Carretera con el célebre Ford Falcon Angostado en 1968. También compitió en el Sport Prototipo, con el Huayra-Ford preparado por Heriberto Pronello en 1969. Por esa época el santafesino le confesó a CORSA que “no me divierto en las carreras. Para mí correr no es divertido si no algo serio. Para divertirme, juego. Correr es otra cosa”.Luego de ser subcampeón en 1971 de la Fórmula 2, llegó Durante una década Carlos Alberto Reutemann fue uno de los mejores pilotos de la F1 y eso le valió correr para Brabham, Ferrari, Lotus y Williams, que fueron junto a McLaren (también tuvo alguna charla para correr ahí) los mejores equipos de la época. Sin embargo, antes de consagrarse en la élite del automovilismo forjó sus triunfos en la Argentina y hace seis décadas comenzó a escribir su gloriosa historia.
Fuente: telam
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