08/07/2025
A 35 años de la final más polémica de los Mundiales: la verdad sobre las dos jugadas que perjudicaron a Argentina ante Alemania en el 90

Fuente: telam
La lupa sobre el penal que les dio el triunfo a los teutones y sobre la falta a Calderón dentro del área que no fue sancionada. Qué hubiera resuelto el VAR
>A 35 años de la final del Mundial de Italia entre Argentina y Alemania en el Estadio Olímpico de Roma, el recuerdo de aquel 8 de julio de 1990 sigue vivo, no solo por lo que se vio en el campo, sino por lo que no se sancionó y lo que se interpretó mal.
La jugada olvidada
Con las imágenes de hoy, la infracción que se observa es evidente: se trata de un contacto físico imprudente que desequilibra al atacante dentro del área. Si el VAR hubiese existido en 1990, sin dudas habría llamado a un OFR (On-Field Review) y, con la repetición clara desde el ángulo correcto, la decisión difícilmente hubiese sido la misma. La posibilidad de que Argentina se pusiera en ventaja desde los doce pasos —con Maradona en cancha— habría cambiado la historia. No sucedió.
La controversia eterna: Sensini–Völler
Doce minutos más tarde, Codesal sí intervino. En una jugada dentro del área argentina, Rudi Völler cae tras un leve contacto de Roberto Sensini. Penal. Gol. Alemania campeón del mundo. Argentina, devastada.La diferencia entre ambas acciones no es solo la interpretación del árbitro. Son los cambios y nuevas consideraciones que obligó al legislador a hacer modificaciones a las reglas del juego que evolucionaron el reglamento.
¿Qué decía el reglamento en 1990?La falta sancionada a Sensini —aun siendo dudosa— tuvo otro respaldo a esa lógica interpretativa. Pero, a su vez, desnudó una incoherencia ¿por qué no lo fue el derribo de Calderón minutos antes? La respuesta más cruda es: porque no se vio. Porque el árbitro no estaba bien posicionado. Porque no hubo tecnología para asistirlo.
¿Y si hubiese existido el VAR?Bajo esta perspectiva moderna:
La jugada de Sensini y Völler sería revisada con múltiples ángulos y probablemente no se sancionaría penal, al no haber contacto y no existir la intencionalidad que se exigía reglamentariamente en esa época que impidiera la continuidad del alemán.Una final de rigor, sin concesiones… Salvo del árbitro
Italia 90 fue una final cerrada, tensa, sin espacios. La Albiceleste, diezmada por lesiones y expulsiones, resistió heroicamente ante una Alemania poderosa, organizada, dominante en lo físico. El fútbol fue escaso, pero la entrega, total. Lo que no hubo fue margen para el error arbitral. Y Codesal falló.Y por una sensación generalizada de desequilibrio en las decisiones que aún hoy divide a los hinchas del mundo. Un país entero todavía recuerda —con bronca, con tristeza, con nostalgia— una decisión que pudo cambiar la historia.
Treinta y cinco años después, las cámaras, los relatos y los protagonistas siguen poniendo el foco en ese instante. No por revancha, sino por memoria. Porque el fútbol, como la vida, también se construye sobre decisiones. Algunas aciertan. Otras, como la de Codesal, dejan marcas que ni el paso del tiempo ni las justificaciones pueden borrar.
Fuente: telam
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