03/07/2025
“Volver al futuro” cumple 40 años: los rechazos al proyecto original, las escenas borradas y el título que el estudio quería ponerle

Fuente: telam
El 3 de julio de 1985 comenzó a exhibirse en los cines el filme que ha quedado en la historia. El rechazo de la idea por parte de los estudios, el cambio de protagonista y la visión futurista de la película
>Hace cuatro décadas, el estreno de Volver al Futuro fue un hito en la historia del cine. La película, dirigida por Robert Zemeckis y producida por Steven Spielberg, llegó a las salas en 1985 y, contra todo pronóstico, se transformó en un fenómeno cultural que sigue vigente.
El origen de Volver al Futuro se remonta a 1980, cuando Bob Gale y Robert Zemeckis comenzaron a trabajar en el guion. Gale, al revisar el anuario escolar de su padre, se preguntó si podría haber sido amigo de él en la secundaria.
Por si alguien no lo supiera acá se explica en una línea cuál es la trama del filme: un joven viaja al pasado para acomodar su propio futuro.
El rodaje de la película estuvo lejos de ser sencillo. El papel de Marty McFly fue pensado para Michael J. Fox, pero el actor tenía compromisos con la serie Family Ties. Ante la imposibilidad de contar con él, el equipo eligió a Eric Stoltz. Durante cinco semanas, Stoltz interpretó a Marty, pero su actuación no convenció a Zemeckis ni a Spielberg. Finalmente, lograron que Fox se sumara al elenco, aunque debió soportar jornadas extenuantes: grababa la serie durante el día y filmaba la película por las noches y los fines de semana. El cambio de actor implicó regrabar todas las escenas de Marty, lo que incrementó el presupuesto y la presión sobre el equipo.La elección de Christopher Lloyd como Doc Brown también tuvo sus particularidades. Lloyd, conocido por su trabajo en Alicia en el país de las maravillas y Taxi, dudó en aceptar el papel. Fue su esposa quien lo animó a leer el guion, y la excentricidad del personaje lo convenció. El Doc, con su melena blanca, se convirtió en uno de los personajes entrañables de la saga. La relación entre Lloyd y Fox, forjada en jornadas maratónicas de filmación, aportó una química inconfundible a la pantalla.El rodaje estuvo marcado por accidentes y desafíos técnicos. La emblemática escena del DeLorean alcanzando 141,6 km/h (equivalente a 88 millas) requirió múltiples tomas y ajustes. Por otra parte, ese automóvil, modificado para la película, se transformó en un símbolo de la cultura pop.La música jugó un papel central en la identidad de la película. Huey Lewis and the News compuso The Power of Love, tema que se convirtió en un éxito y acompañó el espíritu juvenil de la historia. El propio Huey Lewis aparece en una breve escena como jurado de la audición escolar de Marty. La banda sonora estuvo a cargo de Alan Silvestri, y también sumó lo suyo para el éxito cinematográfico.
El éxito sorprendió incluso a sus creadores, que habían enfrentado el escepticismo de los estudios y las dudas sobre la viabilidad del proyecto. El público conectó inmediatamente con la mezcla de aventura, humor y nostalgia, y la historia de Marty y Doc se hizo extremadamente popular.
El impacto de la película se extendió más allá de la pantalla. El DeLorean, un modelo de auto que había fracasado comercialmente, se transformó en objeto de culto. Las frases del film, como “¡Rayos!” y “Donde vamos, no necesitamos caminos”, se incorporaron al lenguaje cotidiano de hace cuatro décadas.El proceso de filmación dejó huellas en el elenco y el equipo. Lea Thompson, quien interpretó a Lorraine Baines, la madre de Marty, debió adaptarse a cambios de guion y a la dinámica de trabajar con dos actores distintos en el papel principal. Thomas F. Wilson, encargado de dar vida a Biff Tannen, aportó matices al antagonista, dotándolo de una comicidad que equilibró la tensión de la trama. El guion, escrito con precisión, jugó con las contradicciones temporales y los guiños a la cultura de los años 50 y 80.
La relación entre Zemeckis y Spielberg resultó clave para sortear los obstáculos. Spielberg, ya consagrado por E.T. e Indiana Jones, respaldó a su colega en los momentos de incertidumbre. Zemeckis, por su parte, defendió la visión original frente a las presiones de los estudios, que sugerían cambios en el tono y el contenido.El guion original incluía escenas que finalmente no llegaron al corte final. Una de ellas mostraba a Marty viajando a la década de 1960, pero se descartó para concentrar la acción en 1955. Otra secuencia, en la que el DeLorean era impulsado por una explosión nuclear, fue reemplazada por la inolvidable escena del rayo. Esas decisiones respondieron tanto a limitaciones presupuestarias como a la búsqueda de una narrativa más concisa.
El éxito de la película abrió la puerta a dos secuelas, estrenadas en 1989 y 1990. La trilogía recaudó una cifra cercana a los 1000 millones de dólares.Hace unos años se estrenó primero en Londres y luego en Broadway Volver al futuro-El musical, que también consiguió ser un éxito.
El rodaje dejó anécdotas que alimentan la leyenda. Durante la filmación de la escena del baile Enchantment Under the Sea, Michael Fox improvisó movimientos inspirados en Chuck Berry, lo que dio lugar a una de las secuencias más recordadas. El propio Berry autorizó el uso de Johnny B. Goode tras ver la escena. El equipo debió recrear la atmósfera de los años 50 con un nivel de detalle que incluyó vehículos, vestuario y decorados fieles a la época.
El paso del tiempo no ha disminuido el entusiasmo de los fanáticos. Las convenciones, réplicas del DeLorean y productos derivados mantienen viva la llama encendida allá por 1985. Michael Fox, diagnosticado con Parkinson en 1991, ha participado en reuniones y homenajes, y su vínculo con la película se mantiene intacto. Christopher Lloyd, por su parte, ha declarado en varias ocasiones que el papel de Doc Brown es uno de los más gratificantes de su carrera.A 40 años del estreno, Gale dijo que está orgulloso de haber ayudado a crear una película que ha seguido siendo un clásico a través de generaciones. Y tiene razón.
Fuente: telam
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