02/07/2025
Hallan rastros de una ciudad organizada alrededor de las mujeres hace 9.000 años en Turquía

Fuente: telam
Un análisis genético de restos humanos reveló patrones de continuidad entre generaciones y una estructura doméstica guiada por vínculos femeninos
>En las llanuras de Anatolia central, en A lo largo de generaciones, los habitantes sepultaron a sus muertos bajo los pisos de sus viviendas, lo que creó una cultura que hoy ofrece indicios sobre sus formas de vida, parentesco y organización social.
Una reciente investigación publicada en la “Los linajes femeninos eran más importantes que los masculinos aquí en el séptimo milenio a. C.”, afirmó la arqueóloga Eva Rosenstock, del Centro de Arqueociencias de Bonn quien participó del estudio.Los análisis permitieron comprobar que las mujeres tendían a permanecer en su vivienda natal a lo largo de sus vidas, mientras que los hombres eran quienes se trasladaban a otros hogares al alcanzar la adultez. Esta práctica, a la que llamaron matrilocalidad, no implica un matriarcado estricto, pero sí revela que el grupo doméstico se organizaba en torno a las mujeres.El patrón fue evidente en el análisis de los restos genéticos: hasta el 100% de las mujeres compartían marcadores que indicaban una continuidad residencial, mientras que los hombres mostraban una mayor dispersión.
“Muchas culturas, incluyendo algunos grupos indígenas australianos, transmiten la identidad, los derechos territoriales y las responsabilidades a través de la línea materna, un sistema matrilineal”, explicó Eline Schotsmans, investigadora de la Universidad de Wollongong, que formó parte del equipo.Otro dato revelador fue el ajuar funerario. Las niñas eran enterradas con hasta cinco veces más objetos que los varones de su misma edad. Gracias al análisis de ADN antiguo, fue posible determinar con precisión el sexo biológico de bebés y niños pequeños.La abundancia de objetos en las tumbas femeninas refuerza la idea de que la condición femenina tenía un valor simbólico y social especial dentro de la comunidad.
La práctica de enterrar a los muertos bajo el suelo de las casas se sostuvo durante siglos, lo que generó montículos con múltiples capas habitacionales y funerarias. Las viviendas se construían sobre las anteriores, lo que formaba verdaderos mapas arqueológicos de la memoria. Esta continuidad se interrumpió brevemente alrededor del 6000 a. C., cuando comenzó la edificación en el llamado Montículo Oeste, siempre según los autores.“Esta es otra señal más de la continuidad entre los montículos del Este y del Oeste, que hemos podido demostrar con nuestras excavaciones”, señaló Rosenstock.
Fuente: telam
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