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01/07/2025

Denunciaron que fuerzas del nuevo gobierno sirio masacraron a 1.500 alauitas con órdenes desde Damasco

Fuente: telam

Una investigación de Reuters documenta asesinatos en masa perpetrados entre el 7 y 9 de marzo en 40 localidades de la costa mediterránea. Las fuerzas involucradas incluyen unidades que ahora forman parte del Ministerio del Interior bajo el presidente Ahmed al-Sharaa

>El corazón del joven fue arrancado de su pecho y colocado sobre su cuerpo. Su nombre era el número 56 de una lista manuscrita de 60 muertos en la que figuraban sus primos, vecinos y al menos seis niños de su pueblo costero sirio.

“Tenía el pecho abierto. Le sacaron el corazón. Se lo pusieron encima del pecho”, dijo su padre, Rashid Saad. Era el final de la tarde del 8 de marzo en el pueblo de Al-Rusafa. La matanza de alauíes no había terminado ni mucho menos.

Una investigación de Reuters ha desentrañado cómo se desarrollaron las masacres, identificando una cadena de mando que va desde los atacantes directamente hasta los hombres que trabajan junto a los nuevos líderes sirios en Damasco. Reuters ha descubierto que se mató a cerca de 1.500 sirios alauíes y decenas han desaparecido.

Los días de matanzas pusieron de manifiesto la profunda polarización existente en Siria, que su nuevo Gobierno aún no ha superado, entre las personas que apoyaban a Assad, tácita o activamente, y las que esperaban que la rebelión contra él acabara triunfando.

Muchos en Siria están resentidos con los alauíes, que disfrutaron de una influencia desproporcionada dentro del ejército y el Gobierno durante las dos décadas de presidencia de Assad.

El acercamiento es incómodo para Washington: el nuevo gobierno de Siria está dirigido por una facción islamista ya disuelta, antes conocida como Hayat Tahrir al-Sham, o HTS, que era la rama de Al Qaeda en Siria, conocida como Frente al Nusra.

El grupo, antes dirigido por el nuevo presidente sirio Ahmed al-Sharaa, está sometido a sanciones de la ONU desde 2014. Al-Sharaa, musulmán suní como la mayoría de los sirios, se convirtió en presidente en enero tras liderar una ofensiva sorpresa que culminó con el colapso del gobierno de Assad y la toma de Damasco.

Casi la mitad de ellas han estado sometidas a sanciones internacionales durante años por abusos contra los derechos humanos, incluidos asesinatos, secuestros y agresiones sexuales.

El Gobierno sirio, incluidos el Ministerio de Defensa y la oficina del presidente, no respondió a un resumen detallado de las conclusiones de este informe ni a preguntas relacionadas de Reuters sobre el papel de las fuerzas gubernamentales en las masacres.

“Luchamos para defender a los oprimidos, y no aceptaremos que se derrame sangre injustamente, ni que quede sin castigo ni rendición de cuentas, ni siquiera entre los más cercanos a nosotros”, afirmó.

Entre las unidades implicadas, según Reuters, se encontraban el Servicio de Seguridad General del Gobierno, su principal cuerpo de seguridad en la época en que HTS dirigía Idlib y que ahora forma parte del Ministerio del Interior; y ex unidades de HTS como la fuerza de combate de élite Unidad 400 y la Brigada Othman. También participaron milicias suníes que acababan de unirse a las filas del Gobierno, como la Brigada Sultán Suleimán Shah y la división Hamza, ambas sancionadas por la Unión Europea por su papel en las muertes.

El presidente al-Sharaa ha ordenado que un comité investigue la violencia y establezca mediaciones de “paz civil”.

Yasser Farhan, portavoz de la comisión, dijo que el presidente recibirá sus conclusiones dentro de dos semanas, ya que la comisión está analizando información y redactando su informe final, basado en testimonios y datos recabados de más de 1.000 personas, además de sesiones informativas de funcionarios e interrogatorios de detenidos.

“No podemos dar ninguna respuesta antes de completar este proceso por respeto a la integridad de la verdad”, dijo, y añadió: “Espero que los resultados les resulten útiles y descubran la verdad”.

El nuevo Gobierno de Siria ha dicho que teme perder el control de la costa ante la sublevación de los partidarios de Assad. El 6 de marzo emitió órdenes inequívocas de aplastar un intento de golpe de “Fuloul” o “restos” del régimen, según seis combatientes y comandantes y tres funcionarios del Gobierno.

Aquel día, algunos interpretaron con entusiasmo la palabra “fuloul” para referirse a todos y cada uno de los alauitas, una minoría de 2 millones de personas a la que muchos en Siria culpan de los crímenes de la familia Assad, que es alauita.

“La secta alauita no está en ninguna lista, ni negra, ni roja, ni verde. No está criminalizada ni es objeto de represalias. Los alauíes se enfrentaron a la injusticia al igual que el resto del pueblo sirio en general” bajo Assad, dijo el gobernador. “La secta necesita seguridad. Es nuestro deber como Gobierno, en el que trabajaremos”.

En respuesta a una petición de comentarios sobre las conclusiones de Reuters, Anouar El Anouni, portavoz de la Unión Europea, señaló que la UE había condenado “los horribles crímenes cometidos contra civiles, por todas las partes”, pero no dijo por qué no se sancionaba también a las antiguas unidades del HTS. Los portavoces de los Departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos no respondieron a las peticiones de comentarios.

Reuters habló con más de 200 familias de víctimas durante visitas a los lugares de la masacre y por teléfono, con 40 funcionarios de seguridad, combatientes y comandantes, y con investigadores y mediadores nombrados por el Gobierno.

Algunos de los atacantes que respondieron al levantamiento de marzo llevaban listas de nombres de hombres a los que atacar, entre ellos antiguos miembros de las milicias de Assad que habían sido amnistiados temporalmente por el nuevo Gobierno.

Los combatientes, muchos de ellos enmascarados, se reunieron en Idlib, Homs, Alepo y Damasco, el corazón del nuevo Gobierno. Y cuando los convoyes blindados salían hacia el oeste de Siria, los gritos de las milicias de “suníes, suníes” se elevaban en la noche junto con consignas rimadas que llamaban a la gente a “masacrar a los alauíes”, según vídeos verificados por Reuters.

Reuters también revisó los mensajes de un chat de Telegram establecido por un funcionario del Ministerio de Defensa para coordinar la respuesta del Gobierno al levantamiento proAssad.

Entre los muertos había familias enteras, incluidas mujeres, niños, ancianos y discapacitados en decenas de pueblos y barrios predominantemente alauitas. En un barrio, entre los 253 muertos había 45 mujeres. En otro pueblo, 10 de los 30 muertos eran niños. En al menos un caso, un pueblo alauita entero fue vaciado casi de la noche a la mañana, y sus cientos de residentes fueron sustituidos por suníes.

(Con información de Reuters)

Fuente: telam

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