>“Todo va bien financieramente”, aseguró con convicción el empresario estadounidense John Textor, propietario del Olympique de Lyon, a L’Équipe días antes de que la Dirección Nacional de Control y Gestión (DNCG) confirmara el descenso administrativo del club a la Ligue 2. La declaración, que pretendía transmitir tranquilidad a la afición y al entorno del club, contrasta de manera frontal con la decisión oficial comunicada este martes en París, donde el histórico equipo del Ródano ha visto ratificada la sanción que lo aparta de la máxima categoría del fútbol francés.

La DNCG, sin embargo, mantuvo su postura y confirmó la relegación del Olympique de Lyon a la Segunda División, una decisión que, según el propio Textor, “no se esperaba”. El club, que arrastra una deuda de 175 millones de euros, no logró satisfacer los requisitos financieros impuestos por el ente regulador. Esta cifra, que representa un lastre considerable para cualquier institución deportiva, fue uno de los argumentos centrales esgrimidos por la DNCG para justificar la sanción. De acuerdo con la publicación, la falta de garantías y la magnitud de la deuda precipitaron la resolución definitiva. De todos modos, el propietariodel club tiene una instancia más de apelación.

En la última temporada, que acaba de finalizar, terminó sexto, a 27 puntos del campeón PSG. Y había logrado una plaza para la próxima Europa League.

La pérdida de un club de la envergadura del Olympique de Lyon supone un revés adicional para la Ligue 1, que ve mermada su capacidad de atracción y su valor comercial. La sanción, además, reaviva el debate sobre la sostenibilidad financiera de los clubes y la eficacia de los mecanismos de control implementados por la DNCG.