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21/06/2025

El argentino que simulará una misión a Marte para que las personas con discapacidad estén más cerca de viajar al espacio

Fuente: telam

Sebastián Musso lleva cuarenta años como divulgador científico. Tiene una distrofia muscular que inspiró su nuevo proyecto

>Es difícil determinar el momento exacto en el que empieza una pasión. Algo tan emocional, tan visceral, no suele tener una puerta de inicio tan clara, sino más bien una acumulación de pequeños hitos, como si fueran ladrillos, que de repente se convierten en una de las columnas que sostienen la vida de una persona. La pasión de Sebastián Musso empezó a empezar cuando tenía 8 años y se paró delante de la biblioteca de sus padres.

En criollo: Musso va a ser la primera persona nacida en la región que participe de un ensayo en el que se replicarán algunas condiciones de Marte para que se estudie qué adaptaciones hay que hacer para que una persona con discapacidad pueda viajar al espacio exterior.

“Me apasioné con las enciclopedias de mis viejos, y ahí nomás les pedí a Papá Noel y los Reyes que me trajeran libros de astronomía. Desde ese momento no paré de leer e investigar sobre el tema. Y a los 12 ó 13 años di mi primera charla”, recuerda Musso. Fue en un club de astronomía de su ciudad, en el que los adultos se habían dado cuenta de que ese chico amaba lo que aprendía y sabía contarlo muy bien.

Musso nació con una distrofia muscular genética que afecta sobre todo su capacidad de caminar sin ayuda o de levantarse de la cama o de un asiento sin ningún apoyo. “No es una distrofia de las más graves, que impacte en órganos vitales como el corazón, pero en casa camino apoyado en las paredes y en la calle, por ejemplo, me tomo del hombro de mi esposa”, describe. “Esta condición me distingue del astronauta promedio, que en general tiene unas condiciones físicas muy por encima de la media, y me convierte en el primer sudamericano con alguna discapacidad en participar en esta especie de ensayo aeroespacial”, suma.

La idea la tuvo él, que se contactó con uno de los dos habitats aeroespaciales que hay en Sudamérica. Es en Natal y depende de la Universidad de Río Grande del Norte, y de la misión de la que Musso será protagonista también participará un médico colombiano que trabaja con la Agencia Aeroespacial de Canadá.

En el habitat, un espacio que no tendrá condiciones de gravedad distintas a las terrestres pero que estará diseñado de forma similar a los interiores de las naves que viajan a Marte, estarán un ingeniero espacial a cargo de la supervisión, Sebastián, y otro tripulante análogo que, a diferencia de él, no presenta ninguna discapacidad.

Va a estar seis días marcianos -cada uno dura 24 horas y 40 minutos, un tiempo muy similar al día terrestre- dentro de ese habitat. Tendrá, según estima, no más de un kilo de pertenencias para llevar con él y no más de 15 minutos diarios para comunicarse con “el afuera” del habitat, como suele ocurrir en las expediciones espaciales. Llevará una camiseta de San Lorenzo, el club del que es hincha, “porque los astronautas estadounidenses llevan sus camisetas de baseball o basket”, cuenta.

Durante los seis días que pasará en el habitat de Natal, Sebastián tendrá que hacer las actividades cotidianas que podrían realizarse en el día a día de una expedición. “Hay varias actividades que no sé en qué consistirán porque es parte de la experiencia no poder prepararme de antemano y resolver in situ. Las actividades las proponen los investigadores de la universidad, que son los que analizarán algunos de los resultados”, explica el divulgador marplatense.

Además, como vestirá un traje HexoSkin como los que se usan en misiones aeroespaciales, los sensores que tiene ese equipamiento permitirán determinar las reacciones de su cuerpo. “Se monitorea desde el ritmo cardíaco hasta los ritmos circadianos, el sueño y la presión arterial”, cuenta Musso.

Todo lo que aprenda en su viaje a Natal le servirá para seguir nutriendo su actividad como divulgador científico. Para seguir haciendo libros, charlas, cursos y exposiciones que, de alguna manera, hagan viajar al espacio a quienes quieran escucharlo. Como lo hizo viajar una enciclopedia hace cuarenta años, en una expedición que aún no llegó a su fin.

Fuente: telam

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