18/06/2025
La historia del afiche de propaganda militar más emblemático de todos los tiempos y del poderoso dedo índice del Tío Sam

Fuente: telam
En 1917, el ilustrador y caricaturista James Montgomery Flagg le puso su propia cara al Tío Sam para convocar los estadounidenses a enrolarse en el Ejército y combatir en la Primera Guerra Mundial. Porqué decidió copiar un cartel de reclutamiento británico y reemplazar a su protagonista por la figura que simboliza al gobierno de Estados Unidos: ¿plagio o estrategia bélica?
>Es el afiche de reclutamiento militar más famoso de la historia. Con rostro enérgico, el Tío Sam busca los ojos de cada persona que lo mira y, para que no queden dudas, la señala con un dedo índice que no admite equívocos. Debajo, en mayúsculas, el texto dice: “Te quiero para el ejército de Estados Unidos” y, en letras más pequeñas, “Centro de reclutamiento más cercano”, con un espacio en blanco para que se pueda pegar allí la dirección a la que hay que presentarse. Creado en 1917 por James Montgomery Flagg, uno de los más famosos ilustradores estadounidenses de la época, se imprimieron ese mismo año más de cuatro millones de copias del afiche para instar a los ciudadanos a alistarse en las tropas durante la Primera Guerra Mundial y se lo reeditó sin cambios y en una cantidad sideralmente mayor en la segunda.
Otro dato llamativo es que Flagg no debió pensar la composición de su personaje por encargo de un gobierno con necesidad de reclutar soldados para la Gran guerra sino todo lo contrario: ya lo había creado cuando le encomendaron realizar el afiche. Porque el Tío Sam, de Flagg – con su propia cara – ya existía desde un año antes, cuando el dibujante lo utilizó para ilustrar la portada de la revista Frank Leslie’s Illustrated Newspaper, donde salió con el titular “¿Qué están haciendo para la preparación?”.
James Montgomery Flagg era un artista renombrado cuando dibujó el personaje y diseñó el afiche belicista por el que hoy se lo recuerda. Nacido el 18 de junio de 1877 en Pelham, Estado de Nueva York, dibujaba con habilidad y éxito desde hacía años. Fue un artista precoz que comenzó a publicar sus ilustraciones y caricaturas en revistas de circulación nacional cuando tenía solo 12 años. A los 14 era colaborador habitual de Life y un año más tarde se integró al equipo de arte de Judge.Mientras tanto seguía formándose en la Art Students League de Nueva York, de la que egresó en 1898 para irse de inmediato a Londres y más tarde a París para perfeccionarse y estudiar Bellas Artes. Volvió a Estados Unidos en 1900 y desde ese momento no paró de trabajar realizando ilustraciones para libros, portadas de revistas, caricaturas políticas y humorísticas, piezas de publicidad y dibujos de propaganda. Entre sus creaciones más famosas de esa época se cuenta Nervy Nat, una historieta sobre un vagabundo que apareció de manera regular en Judge, entre 1903 y 1907.El personaje que simbolizaría en forma humana a los Estados Unidos nació alrededor de 1812 y no por un designio patriótico sino por una necesidad comercial del matadero de los hermanos Samuel y Ebeneezer Wilson. Ese año estalló la guerra entre Estados Unidos y el Reino Unido por la posesión de las colonias británicas en Canadá. Los hermanos Wilson se convirtieron en proveedores del ejército estadounidense gracias a un contratista llamado Elbert Anderson que se encargaba de suministrar toda la carne necesaria para el Ejército en los estados de Nueva York y Nueva Jersey.
Las raciones de carne para las tropas debían estar identificadas con un sello de procedencia y que las del matadero de los hermanos Wilson estaban marcadas con las siglas “EA-US”, correspondientes a las iniciales de Elbert Anderson y United States. Una historia – nunca comprobada – cuenta que uno de los empleados de Anderson preguntó quién era es “US” que figuraba al lado de las iniciales de su patrón y que otro le contestó en broma que se trataba de “Uncle Sam” (Tío Sam), como llamaban a Samuel Wilson, uno de los dueños del matadero. No se sabe si la anécdota es verdadera, pero lo cierto es que los primeros dibujos que se conocen del Tío Sam” tienen la cara del matarife Samuel Wilson.Es difícil precisar el proceso por el cual pasó de ser una simple caricatura tomada por no pocos ilustradores y representada con diferentes rostros a un personaje político. En las décadas del ’20 y del ’30 del Siglo XIX se lo utilizaba ya en viñetas donde solía aparecer con otro personaje, el Hermano Jonathan. Fue por entonces que el Tío Sam pasó a representar al gobierno estadounidense mientras que el Hermano Jonathan simbolizaba al país en sí, mientras que otro personaje llamado Columbia, una mujer con gorro frigio, encarnaba al pueblo.Se discute todavía hoy si el famoso afiche donde el Tío Sam insta a enrolarse a los estadounidenses es una creación en la que decidió emplear elementos ya utilizados o un burdo plagio. La polémica no es por el inevitable uso de la figura del personaje que simboliza al gobierno de los Estados Unidos sino porque su actitud y su llamado son prácticamente la copia de un cartel de reclutamiento que el gobierno británico venía utilizando desde tres años antes.
La obra de Flagg es casi un calco del afiche creado en 1914 por el artista gráfico inglés Alfred Leete por encargo del Secretariado de Estado para la Guerra del Reino Unido donde, en lugar del Tío Sam, el secretario de Guerra británico, Lord Herbert Kitchener, también miraba al frente y señalaba con el índice a quien se detuviera a observarlo. El texto decía: “Wants You” (te queremos a vos). Abajo agregaba: “Unite a nuestro Ejército” y “Dios salve al Rey”. Cuando Flagg diseñó su afiche, los carteles de Leete ya eran ampliamente conocidos, no solo en Gran Bretaña sino también en Estados Unidos.Terminada la Primera Guerra Mundial, las dos obras corrieron diferente suerte: mientras el afiche de Leete cayó en el olvido, el de Flagg mantuvo su vigencia. Se debió, sin duda, a la elección del personaje elegido para hacer el llamado en cada una de ellas. Lette utilizó la imagen de una persona de carne y hueso, el secretario de guerra británico Kitchener, que murió en combate en 1916, mientras que Flagg eligió un personaje que históricamente simbolizaba a su país y que seguiría “vivo” con el paso del tiempo. Tanto que, cuando Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, se lo volvió a utilizar, con el mismo mensaje. Todavía hoy sigue siendo uno de los carteles de propaganda militar más emblemáticos de todos los tiempos.
Fuente: telam
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