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18/06/2025

Los océanos están llegando a un límite crítico por la acidificación, alertó un estudio

Fuente: telam

Un equipo de científicos del Reino Unido y Estados Unidos detectó un agravamiento de este problema, causado por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera. Qué recomiendan

>Científicos de Estados Unidos y el Reino Unido revelaron que los océanos están peligrosamente cerca de un límite crítico debido a la El problema ocurre porque hay más Ese gas se disuelve en el agua del mar, que se vuelve más ácida y perjudicial para muchos organismos marinos, especialmente aquellos que necesitan ciertos minerales para formar sus conchas y esqueletos, como los corales y algunos moluscos.

La acidificación no solo afecta a la vida en el mar sino también a las personas que dependen de los océanos para su sustento y al turismo. “El tiempo se agota”, escribieron los investigadores.

Los investigadores detectaron que el 60% de las aguas profundas y el 40% de las aguas superficiales están muy cerca o han superado un límite crítico. Publicaron los resultados en la revista Superar ese límite significa que las aguas oceánicas han alcanzado un nivel de acidez que puede causar daños importantes a la vida marina y, por extensión, afectar negativamente la biodiversidad, el turismo y las economías que dependen de los recursos oceánicos.

Al tener en cuenta los resultados del trabajo, Steve Widdicombe, ecólogo marino del Plymouth Marine Laboratory del Reino Unido, quien no estuvo involucrado en el trabajo, advirtió que la acidificación en marcha es “una crisis ambiental y una bomba de tiempo económica”.

En diálogo con Infobae, la primera autora del trabajo, Helen Findlay, doctora en oceanografía biológica del Reino Unido, resaltó: “Las regiones polares muestran los mayores cambios en la acidificación del océano en la superficie. Hoy ya sabemos lo suficiente para actuar y combatir la acidificación de los océanos”.

Sería importante también investigar las capacidades de atribución, junto con el desarrollo de indicadores biológicos, planteó.

“Una vez que tengamos algunos indicadores biológicos, podremos medirlos junto con los cambios en la química y analizar la atribución de los impactos a la acidificación de los océanos para comprender mejor cómo podemos gestionar nuestras interacciones con el océano y los ecosistemas”, añadió.

La acidificación de los océanos comenzó a registrarse con mayor precisión a partir de la Revolución Industrial, cuando las actividades humanas empezaron a aumentar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

Los científicos empezaron a observar y medir los cambios en la acidez del océano más concretamente en la segunda mitad del siglo XX, a medida que la tecnología de monitoreo avanzó y los efectos se hicieron más pronunciados.

A medida que las aguas se vuelven más ácidas, muchas especies vulnerables corren el riesgo de desaparecer, afectando así a toda la cadena alimentaria.

Los científicos que hicieron el estudio publicado en Global Change Biology emplearon modelos computacionales junto con mediciones recientes de campo para comprender cómo la saturación del aragonito disminuyó en diferentes partes del océano.

En el contexto de la acidificación de los océanos, el aragonito desempeña un papel crucial como indicador de la salud del ecosistema marino.

Los resultados son preocupantes, especialmente en las regiones polares y en áreas de afloramiento, donde los cambios son más intensos.

Aproximadamente, el 60% de las aguas profundas y el 40% de las aguas superficiales han cruzado este límite, definido por una reducción del 20% en la saturación de aragonito.

En base a las observaciones y el daño ya registrado, los investigadores sugieren que el límite de seguridad debería endurecerse a una reducción del 10% en la saturación de aragonito.

El estudio ofreció una clara advertencia: es vital implementar políticas ambientales globales efectivas para combatir la acidificación de los océanos.

Otras acciones deberían ser la implementación de actividades de gestión local que sean relevantes para la nación o región, expresó.

La gestión de nutrientes en los suelos y en la agricultura “ayudará a aliviar parte de la presión sobre el sistema marino que puede hacerlo más resiliente a la acidificación de los océanos”.

“En general, restaurar y proteger el hábitat de nuevo puede ayudar a dar resiliencia a los océanos”, afirmó.

Fuente: telam

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