02/06/2025
Polémica en Ecuador por figuras vinculadas al correísmo en el gobierno de Daniel Noboa

Fuente: telam
Estos nombramientos en altos cargos han suscitado alarma pues advierten sobre un posible retorno de viejas prácticas de propaganda estatal
>El presidente de Ecuador, Daniel Noboa ha desatado una ola de críticas al incorporar en su equipo de gobierno a figuras estrechamente ligadas al correísmo, movimiento que durante una década concentró el poder y fue acusado de perseguir a la prensa y a la oposición.
Una de las figuras que generan mayor resquemor es Fausto Jarrín, exasambleísta correísta y abogado de confianza del expresidente Correa. Jarrín, quien incluso defendió legalmente a altos funcionarios del correísmo investigados por corrupción –como Fernando Alvarado o Alexis Mera– ha emergido como un operador clave tras bastidores en el círculo de Noboa.
Aunque formalmente no ocupa cargo alguno en el gobierno, su influencia política es ampliamente reconocida: estuvo presente en la investidura de Noboa el 24 de mayo y fue uno de sus operadores en la Asamblea Nacional, contribuyendo a que el oficialismo obtuviera la presidencia legislativa, la primera vicepresidencia y el control de las principales comisiones parlamentarias. Según reportó Ecuavisa, “Jarrín formalmente no es funcionario del gobierno de Daniel Noboa, pero se sabe que es una pieza importante en su gestión política. Fue asambleísta del correísmo hasta 2022”. Su primer cargo público se remonta a 2016, en el último tramo del gobierno de Correa, y desde entonces “saltó del correísmo al noboísmo” en algún punto no explicitado, capitalizando su conocimiento interno de la Revolución Ciudadana en favor del nuevo mandatario.Otra designación polémica es la de Marcela Holguín como nueva gerente general de la Empresa Pública de Comunicación, entidad que controla los medios estatales. Holguín es una excomunicadora y exlegisladora identificada durante años con la Revolución Ciudadana –fue incluso primera vicepresidenta de la Asamblea en 2022 bajo la bancada correísta– y una figura muy cercana a Rafael Correa.
El propio exmandatario la ha elogiado públicamente por su lealtad: “¡Qué mujer más leal!”, llegó a decir Correa sobre Holguín en un discurso, alabando que se mantuvo firme en la línea del movimiento incluso en momentos adversos.Holguín tiene un historial de posiciones confrontativas contra adversarios políticos y periodistas. Durante su etapa como asambleísta de oposición, respaldó el juicio político (interpelación) que casi derroca al entonces presidente Guillermo Lasso en 2023 y que provocó la muerte cruzada.
También fue una crítica vehemente del fallecido legislador anticorrupción Fernando Villavicencio: en 2022, cuando Villavicencio reveló el escándalo de la “piscina de Miami” que salpicó a un asambleísta correísta perteneciente a la banda criminal Latin King, Holguín descalificó las denuncias tildándolas de “show político”.El tercer nombramiento que alimenta la controversia es el de Carolina Jaramillo Garcés como nueva vocera oficial de la Presidencia. Jaramillo, de 40 años, es consultora en comunicación política, oriunda de Ambato, y su hoja de vida revela una amplia trayectoria dentro de gobiernos de la Revolución Ciudadana. Entre 2015 y 2017 fue asesora en la Secretaría Nacional de Comunicación, pasó por el Ministerio de Defensa y luego formó parte del equipo de Cancillería.
En años posteriores también trabajó en la administración de Lenín Moreno (2018) e incluso como secretaria de Comunicación de la Asamblea Nacional (2018-2019), antes de incursionar como analista en medios. En otras palabras, Jaramillo estuvo profesionalmente ligada al aparato estatal de comunicación creado durante la década correísta, bajo el liderazgo de figuras como Fernando Alvarado (secretario de Comunicación de Correa) y Ricardo Patiño (canciller y ministro de Defensa de Correa, actual legislador).En otro mensaje dirigido al comunicador y actor de opinión Carlos Vera –que ha sido simpatizante del gobierno de Noboa– lo llamó “misógino” y le espetó: “¡Cállate machista de mierda!” (sic.).
Jaramillo llegó a calificar al asesinado político Fernando Villavicencio –férreo crítico del correísmo– de “extorsionador” en polémicas publicaciones pasadas, además de referirse despectivamente a algunos comunicadores como “insectos”. Estas expresiones, que recuerdan la retórica confrontativa de la era Correa contra la prensa independiente, han encendido alertas en gremios periodísticos.Además, existen publicaciones donde felicita y defiende a figuras como Augusto Verduga, Jaramillo asumió el cargo el 2 de junio con el encargo de “comunicar la posición y acciones del Gobierno” de forma oficial. En su primera rueda de prensa como portavoz oficial del Gobierno, Jaramillo respondió a sus críticos diciendo que asume el cargo por su formación académica, su experiencia laboral y una “enorme voluntad de servir al país”.
César Ricaurte, director de Fundamedios, advirtió en una columna publicada en su blog personal que el Gobierno de Noboa muestra señales preocupantes en materia de comunicación: a falta de “una narrativa coherente” desde el poder, estaría recurriendo a métodos del pasado para imponer su versión de los hechos.
Fuente: telam
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