30/05/2025
Un hipopótamo pigmeo de 51 años estableció un récord mundial

Fuente: telam
La historia de longevidad de Hannah Shirley sorprende a especialistas y amantes de los animales al celebrarse la vida extendida de una especie en peligro crítico
>La historia de Hannah Shirley, un En 2002, la suerte de Hannah Shirley cambió para siempre. Según informó Popular Science, en ese año, fue rescatada de un patio privado en Escondido, Desde su rescate, Hannah ha residido bajo supervisión profesional y, gracias a las condiciones de vida proporcionadas, ha podido prosperar durante más de dos décadas después de su llegada. Su cotidiano en el centro incluye revisiones médicas, dieta controlada y oportunidades de estimulación, factores que han incidido directamente en la extensión y calidad de su vida. Además, la presencia de Hannah en el Ramona Wildlife Center se tradujo en una oportunidad educativa y de concienciación para visitantes y personal, convirtiéndola en una especie de celebridad local.
El Centro de Vida Silvestre Ramona de la Sociedad Protectora de Animales de San Diego informó que el pasado domingo 25 de mayo de 2025, Hannah Shirley superó el récord de longevidad documentada para hipopótamos pigmeos en centros de cuidado, alcanzando la impresionante edad de 51 años, 6 meses y 2 días. Nacida el 22 de noviembre de 1973, su existencia ha sido rigurosamente registrada: el Libro Genealógico Regional de la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA) la identifica como el ejemplar número 365 dentro del seguimiento global de individuos bajo manejo humano.La celebración de sus 51 años fue un evento marcado por el cariño de cuidadores y admiradores. Se organizaron emotivos festivos, en los que no faltaron dulces de sandía ni decoración alusiva, reflejando el afecto que inspira y la importancia del hito conseguido. Este récord no solo reconoce la longevidad inusual de Hannah, sino que subraya el impacto del bienestar animal en entornos controlados, contrastando con la esperanza de vida promedio de su especie en la naturaleza.Los hipopótamos pigmeos, nativos de los hábitats pantanosos y bosques densos de África Occidental —especialmente de Liberia—, enfrentan serias amenazas de supervivencia. Esta especie, considerada en peligro de extinción, ve mermada su población principalmente por la destrucción del hábitat a causa de la tala, el pastoreo descontrolado y diversas actividades humanas que fragmentan su entorno natural.SanDiegoRed aclaró que generalmente, estos animales viven entre 30 y 50 años en estado salvaje, lo que convierte el caso de Hannah en algo extraordinario. El hecho de que haya superado este umbral en un centro de cuidado refuerza la premisa de que un entorno idóneo puede prolongar de forma significativa la vida de estos grandes mamíferos, siempre que se cubran adecuadamente sus necesidades físicas y psicológicas.Hannah Shirley no es la única hipopótamo pigmeo que ha captado la atención pública. En 2024, el nacimiento de Moo Deng en Tailandia —un ternero vivaz que pronto se hizo viral en redes sociales— y las andanzas de Haggis en Escocia, ejemplar conocido por su carisma, trajeron nuevos vientos de popularidad para la especie. Sin embargo, tales casos son excepción y no la regla, ya que en la naturaleza apenas sobreviven unos 2.500 ejemplares.La longevidad y bienestar de Hannah Shirley han servido de ejemplo tanto para el público general como para el sector profesional encargado de su cuidado. “Cada día con Hannah Shirley es un regalo”, señaló Autumn Welch, directora de operaciones del Ramona Wildlife Center al medio local SanDiegoRed. “Su espíritu juguetón, resiliencia y dulce personalidad la convierten en una embajadora única de su especie, y en una prueba de que un cuidado excelente puede extender y mejorar la vida de los animales más allá de lo imaginable”.
El caso de Hannah demuestra cómo la atención adecuada puede revolucionar las expectativas de vida de especies vulnerables. Más allá de los registros y festejos, su historia es una invitación a reflexionar sobre los beneficios tangibles de la conservación activa y el respeto por la vida animal, especialmente cuando se trata de especies en peligro crítico. Hannah Shirley no solo ha establecido un récord, sino que, con cada año cumplido, continúa siendo testimonio viviente del potencial que reside en la colaboración entre el compromiso humano y el poder de la naturaleza bajo protección.Fuente: telam
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