Sábado 24 de Mayo de 2025

Hoy es Sábado 24 de Mayo de 2025 y son las 10:59 ULTIMOS TITULOS:

24/05/2025

Marco Scotini: “La censura cultural se ha convertido en un problema serio”

Fuente: telam

Luego de su paso por la Bienal de Venencia, el curador italiano presenta “Archivo de la Desobediencia” en PROA21. En diálogo con Infobae Cultura, repasa las claves de este proyecto, el fenómeno del ‘artwashing’ y el rol de los museos, entre otros temas

>“El Archivo de la Desobediencia (Disobedience Archive) busca escribir una gramática de la acción directa, de la desobediencia, de la resistencia, de la protesta, de las vías de escape y de las alternativas >Tras un paso por la Bienal de Venecia, el proyecto itinerante aterrizó en el espacio de arte experimental de La Boca bajo el título “Archivo de la Desobediencia (la calle)”, donde se reúnen 36 obras en formato audiovisual de artistas y colectivos internacionales.

Dividido en tres etapas, con 12 piezas renovadas periódicamente, el Disobedience se expresa a través de cuatro núcleos temáticos: Desobediencia de género, Comunidades insurgentes, Ecologías radicales y Activismo de la diáspora.

Distribuidas en el espacio entre vallas de seguridad, el capítulo argentino La calle presenta piezas realizadas entre 1999 y 2023 que combinan activismo social y experimentación narrativa. Desde registros de luchas armadas hasta críticas al capitalismo y búsquedas identitarias, las obras indagan en cómo las sociedades enfrentan opresiones sistemáticas.

Un ejemplo destacado de esta perspectiva se encuentra en la obra de Seba Calfuqueo, Nunca serás un Weye. You will never be a Weye” (2015), que cuestiona el racismo cultural hacia los pueblos indígenas en América Latina. En esta misma línea, la sección de Desobediencia de género reúne piezas como Tactical Frivolity + Rhythms of Resistance (2007) de Marcelo Expósito y Nuria Vila, que explora la alianza entre movimientos LGBTQ+ y críticas al capitalismo global.

En la sección de Comunidades insurgentes se analiza el impacto de las guerras, las colonizaciones y las luchas por la libertad, como en el filme El barro de la revolución (2019), de Paloma Polo, que documenta procesos revolucionarios en Asia. El cuarto núcleo, Activismo en la diáspora, indaga en las experiencias migratorias y el sentido de la ciudadanía bajo el neoliberalismo. Esta preocupación queda manifiesta en Empire of the Law (2019), de Daniela Ortiz, que denuncia la violencia estructural del imperialismo jurídico.

Durante su paso por Buenos Aires, Marco Scotini dialogó con Infobae Cultura sobre la génesis del proyecto, la curaduría de la edición argentina, el fenómeno del artwashing, el rol de los museos y el aumento de la censura, entre otros temas.

— La primera presentación de Disobedience Archive se realizó en enero de 2005 en Berlín, en el Kreuzberg Bethanien. Surgió de muchas implicaciones de naturaleza estética, cultural y política. Había sido invitado a curar un festival y se transformó precisamente en una exposición de otro tipo. Pero surgía también, y sobre todo, como respuesta, por un lado, al movimiento antiglobalización y, por otro, a lo que había ocurrido en Italia en julio de 2001 con la represión del G8 en Génova. Este era un aspecto importante para mí, en un momento muy significativo de nuestra historia cultural, porque venía después de la Documenta X de Catherine David en 1997.

Además, en aquellos años comenzaron las primeras exposiciones de arte político, pero eran realmente pocas. Y luego ciertamente estábamos influenciados por la primera ola del zapatismo como forma cultural (1994) y después por la Contracumbre de Seattle (1999). Ese era un aspecto. En 2004 se publicó el número de ArtForum, que se titulaba “The Political Season”, donde se anunciaba lo que sería la nueva temporada y se mencionaban a Disobedience Archive, Collective Creativity, The Intervention is Democracy, y Ex-Argentina, por ejemplo. Este, al menos, es un núcleo principal de esas primeras manifestaciones que hoy son una tendencia, pero en aquel entonces eran verdaderamente raras. Eran muchas cosas que estaban sucediendo.

¿De qué se trata el “Disobedience Archive (la calle)”?

Con respecto a las cuatro secciones, ¿por qué las elegís por sobre otras?

¿Creen que estos temas están conectados en diversas partes del mundo o es solo una cuestión regional?

— Digamos que cuando Disobedience surgió, estaba centrada principalmente en el mundo Occidental. Por ejemplo, hubo una apertura al Este de Europa, pero seguía siendo predominantemente Occidental. Después, por ejemplo, pasé tres años en Asia, y personas en lugares como Singapur ya me hablaban del proyecto Disobedience y me mostraban sus materiales. Naturalmente, con el tiempo, esto se enriqueció a una escala global. Por ello, la geografía o la geopolítica de Disobedience abarca desde Islandia hasta Sudáfrica, el sudeste asiático, China, Europa, los Estados Unidos, Sudamérica, e incluye también África. Lo más interesante es cómo en estos últimos veinte o treinta años, entre finales de los años 90 o la época posterior a la Guerra Fría y ahora, una idea y una modalidad de hacer política ha cambiado en todo el mundo. Esta idea de desobediencia, no solo civil, sino social, ya no está limitada al mundo Occidental; realmente se puede encontrar en todo el planeta. Esto es algo sumamente importante, ya que, al final, Disobedience Archive busca escribir una gramática de la acción directa, de la desobediencia, de la resistencia, de la protesta, de las vías de escape y de las alternativas. Hemos descubierto que ya no pertenece únicamente al legado Occidental. El tema es interpretado en muchas partes del mundo, evolucionando dentro de algunas secciones.

— Naturalmente, está en la base del archivo. Al inicio, cuando Disobedience surgió, existía este fenómeno del movimiento No-Global, estrechamente conectado con la creación del Indymedia (Centro de Medios Independientes), que comenzó en Seattle y luego se extendió por todo el mundo. Indymedia usaba pequeñas cámaras y el internet. Esto ya era significativo. Más adelante, durante las revoluciones del norte de África, por ejemplo, mis amigos—especialmente un grupo llamado Music in the Activists—eran cineastas activistas que utilizaban sus celulares para registrar la realidad. Ellos descubrieron esta idea de contar una historia en tiempo real porque podían filmar y, de inmediato, publicar lo que estaba sucediendo. Creo que en Disobedience la subjetividad tiene un papel central: es subjetividad política, pero también mediatizada. En consecuencia, hoy somos subjetividades mediatizadas. Lo que sucede a través de Disobedience es que decostruimos esta mediatización, utilizando los medios para contar otra historia. Sabemos que los medios nos expropian nuestra experiencia, pero debemos usarlos para producir la historia y su visualización.

Si hablamos de arte y política me resulta imposible no traer el fenómeno del artwashing a la mesa, ¿cuál es tu mirada?

Comentas que es un fenómeno contemporáneo, ¿con eso querés decir, también, que es un fenómeno neoliberal?

¿Es un proceso que se produce dentro de la estructura clásica del arte contemporáneo? Digo, ¿usted cree que forma parte de un espíritu de la época que se da en las galerías, en los museos, en los centros culturales, como algo general?

Embanderarse en discuros de “libertad” pero que buscan una especie de control.

Por ejemplo, ern los últimos diez años, Turquía sufre un fenómeno muy condicionante y en este momento está realmente comprometida con formas que retornan a los antiguos modos culturales, la represión o la censura. Por lo tanto, la situación se vuelve mucho más complicada. Pero tomaba el caso de Documenta XV, porque estos fueron grandísimos problemas en Alemania y lo que sucedió con Palestina y frente al Documenta XVI, por lo cual ellos han apuntado a una mujer negra para dirigir (Ndr: ¿Hay algún tema que esté creciendo, pero que aún no es parte del Archive y que debería abordarse en el futuro?

¿Te pasó de haber sufrido censura?

*“Archivo de la Desobediencia (la calle)” de Marco Scotini, en PROA21, Av. Pedro de Mendoza 2073, CABA. De jueves a domingos de 12 a 19h. Entrada gratuita

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!