11/05/2025
Voces divergentes en la comunidad LGBT: rechazan la ideología de género y la sexualización temprana de los niños

Fuente: telam
Preocupados por la asociación pública entre su lucha -por la igualdad de derechos- y la agenda del transgenerismo, la sexualización temprana de la infancia a través de la ESI y ciertos excesos exhibicionistas de las marchas del Orgullo, entre otras cosas, quisieron dejar en claro: “No somos eso. No nos representa. No en nuestro nombre”
>En los Estados Unidos se ha formado el grupo “Gays against Groomers”, y esta última palabra alude a la alarma que están causando los contenidos abusivos transmitidos a los niños en la escuela a través de la ESI. En nombre de una diversidad mal entendida, se ha abolido toda la prudencia y se somete a los chicos a imágenes y temáticas para las que no están preparados y que ni siquiera están entre sus preocupaciones infantiles, en lo que constituye una forma de abuso, de grooming. Grooming institucional puesto que es avalado y promovido por el mismo Estado. La romantización de la transición de género a través de la ESI está provocando una epidemia de disforia entre los adolescentes, especialmente chicas.
El movimiento actual, su corriente mainstream o más ruidosa, está perdiendo su enfoque en la igualdad de derechos, advierten, y está girando hacia una agenda que consideran perjudicial para la misma comunidad, sobre todo por esta pretensión de modificar la biología humana.
Que exista la homosexualidad no implica la negación del sexo biológico: “Tenemos que entender que el binarismo es irrefutable: somos varones o somos mujeres”, dice por ejemplo Mariano Schneider, 40 años, traductor y profesor de inglés.
“Se le ha vendido a la sociedad que ser trans o cualquier espectro LGBT es cool, es libertad, y que ser heterosexual es represión”, dice Sebastián López Fernández, arquitecto, ex estudiante de Psicología, que cuenta cómo la perspectiva de género es impuesta hasta en las cátedras de urbanismo.“Sexualizar a los chicos es aberrante. Desde algún lugar tienen respaldo para ser inmorales, para romper a los chicos. Los padres pierden poder sobre sus hijos, se están metiendo con la familia, se están metiendo con la base de la sociedad”, dice Carlos Herrán, terapeuta holístico, que tiene dos hijos, especialmente preocupado por este avance sobre la inocencia de los chicos.A la comunidad LGBT, que se dice en lucha por el respeto a la diversidad y la libertad personal, le reclaman un espacio para quienes cuestionan la hormonización de menores, la sexualización prematura y las cirugías de reasignación de sexo en personas jóvenes.Esta es la charla que tuvieron con Infobae, de la que puede verse un extracto en la apertura de esta nota y el video completo al final.
— Últimamente hemos visto una identificación entre las reivindicaciones de las personas homosexuales con lo que se llama ideología de género y en particular con el transgenerismo. Lo mismo sucede con el feminismo que, al menos en la esfera pública, ha sido copado por el transgenerismo. Quería saber de qué forma esto los afecta a ustedes.— ¿Son muchos los que piensan de este modo entre las personas homosexuales? ¿Que sienten que en su nombre se está transmitiendo un mensaje que no es el que querrían dar?
Elías: — A mí no me representa este movimiento, es una imposición. Hay un grupo en Estados Unidos que se llama Gays Against Groomers que propone una separación de la T y la Q [N. de la R: transgénero y queer] del abecedario multicolor, porque sus propuestas no tienen nada que ver con la igualdad, ni son una conquista social. Es más bien lo que se llama grooming. Si en un aula están transmitiendo contenidos para decirle al nene que puede cambiarse de sexo, que en realidad no es un cambio de sexo sino sólo una operación estética, que tampoco resulta tan estética porque nadie habla de las cicatrices y complicaciones. Lo que propone el transgenerismo es la libertad de identidad, indefinida e in eternum, porque van creciendo nuevas identidades. Entonces tenemos el caso de niños en las escuelas que se identifican con cabras. Me llama la atención este secuestro ideológico que hace que ni en una escuela se pueda combatir eso eficientemente y que todos se tengan que amoldar a esas identidades, inventadas y nuevas cada vez.Carlos: — Primero quiero aclarar que la energía sexual es la energía más fuerte que tenemos en el cuerpo, De hecho con eso generamos vida. La sexualidad se fusiona con los sentimientos. Primero hay que integrar lo que uno siente y, una vez que se integra, aprender a usar la cáscara. Que modifiques, la cáscara, que modifiques tu estructura no te va a cambiar los sentimientos. Hay que hacer un análisis profundo de aceptación, de autoconocimiento, y sólo como última instancia caer en una cirugía. Si la persona está bien guiada y puede llegar a conocerse no tendrá la necesidad de mutilarse, de agredir su cuerpo. Esas agresiones son aberrantes a nivel mental, psicológico, psíquico. Más aun si se trata de un nene. La sexualidad es del ámbito de lo privado. No hay que distorsionarla tanto, hay que conocerse, entenderse, mirar más allá de la cáscara. Uno tiene un interior, un espíritu, comprenderlo es el desafío más bonito que uno tiene: poder conocerse, entenderse y disfrutarse. Pasa por una mirada seria ante uno mismo. Con los anteojos empañados no te podés ver. Que te ayuden a verte, pero no a modificarte para hacerte encajar en algo. Te estás adaptando y dejás de ser vos, para buscar la aceptación de encajar en un colectivo. Pero una vez que encajas no te sirvió de nada porque vos seguís siendo el mismo. Hay que invitar a la gente a que se conozca y agotar todos los recursos. Esto tiene que ver con la moralidad, o con la inmoralidad y los hilos que se tejen desde más arriba. Te ofrecen soluciones que no son soluciones.
— ¿Les sorprende que haya tantos psicólogos y médicos, incluso pediatras, que aceptan esto como algo natural?— Decías de que la sexualidad es privada, pero hoy se instala la idea de que con los chicos hay que hablar de sexo en la escuela desde que tienen cinco años, que todo debe ser público. Pero hay una construcción interior que es muy difícil hacerla en público.
Carlos: — Desde ya que sexualizar a los chicos es algo aberrante. Lo peor de sexualizar a los chicos es que te metés con su energía divina. El estado de inocencia es lo que te lleva a creer. Para los judíos es como la partícula divina de Dios, es el estado de inocencia. Están rompiendo esa inocencia. Los chicos en ese estado de inocencia no están preparados para ser sexualizados. Los confunden, los aturden, los vuelven locos. Es gente rota a la que en el futuro le va a costar un montón tener una pareja, poder destilar su perfume. Es una locura. Está totalmente fuera de control. Pero lo que más me preocupa es el Estado, el rol que no está cumpliendo. Hoy leía que en la facultad de Cuyo por ejemplo, dictan diplomaturas de ESI y ese título te mejora el salario; o sea que lo impulsa el Estado. En vez de tener un par de huevos, perdón, para imponer el respeto a la niñez, porque esto es un atropello. Distorsionar eso es complicarle la vida a los chicos, por un montón de años o de por vida. Cada uno tiene sus despertares y tiempos de maduración diferentes. Hay que respetar la parte mágica de la niñez, la ilusión, que es cuando se forman un montón de emociones.Carlos: — Es no poder integrarse. Una persona que no integra la sexualidad, queda boyando. Porque es la energía más fuerte que tenemos. Si no la puede integrar con los sentimientos, o termina siendo promiscuo o no siendo nada. Si la sexualidad la reprimís, te genera mucha disfunción. No está bueno reprimir. Y no es algo que esté bueno desmadrarse. Tenés que sí o sí incorporarla con los sentimientos. Esa fusión tiene que existir. No es algo separado la sexualidad, que es para el placer, pero también para un uso mucho más profundo. Es un camino a la espiritualidad, a despertares de conciencia, si está bien usada, si está bien canalizada. Pero si a vos te vuelven loco y la sexualidad no la tenés resuelta, quedás como en el primer escalafón. Es gente que va a quedar rota en la sociedad. ¿Están rompiendo a los chicos para que no puedan tener familia, para que no puedan procrear, para qué? Para poder manejarlos. A la gente rota la manejas mucho más fácil. Alguien que ve, que está sereno, aplomado, no es tan fácil de manejar. Aspiran a ponerte tipo ganado. Que no molesten. Es inmoral. Lo peor es que todo va bañado con un aura de libertad. Además están respaldados por la ley. Desde algún lugar tienen respaldo para ser inmorales, para romper a los chicos. Los padres pierden poder sobre sus hijos, se están metiendo con la familia, se están metiendo con la base de la sociedad.
Mariano: — Aunque ahora estoy trabajando de manera autónoma, tuve la oportunidad de estar en diferentes escuelas en cuando estuve haciendo la práctica en institutos y con muchos adolescentes y he tenido la posibilidad de hablar con ellos de estos temas. Noto mucho que hay un libertinaje y es como que cualquier situación está abierta a la aceptación y cualquier persona se puede percibir como quiera, es como una guerra, van todos contra todos y no se están respetando a sí mismos. Lo que puedo aportar a los adolescentes es siempre recordarles que no es necesario apurarse, que hay una integridad, un poco de la mano con lo que decía Carlos, hay que integrar esa sexualidad con las emociones, hay que cuidarse, preservarse, no hay necesidad de empezar a tan temprana edad. Pero la escuela no debería ser un lugar donde se donde se impartan ideologías, sino que es el lugar donde se enseña, se enseña el respeto, la libertad de elegir, y cuando los contenidos de la ESI incluyen por ejemplo conceptos como cisgénero, transgénero, fluidez de la identidad de género y otro montón de cosas, si no está dado en un contexto y a adolescentes que tengan un conocimiento previo, estamos de alguna manera forzando las cosas. Y si lo llevamos al caso de los niños estamos forzando a que asuman conceptos y a que traten de internalizar algo que todavía no han tenido tiempo de entender. Además, creo que la educación sexual debería empezar en la casa, sobre todo cuando hablamos de niños, y luego continuar esto en las instituciones educativas, siempre y cuando haya un consentimiento de quienes tienen la patria potestad de estos adolescentes o niños. Deberíamos poder garantizar que los contenidos que se imparten en la ESI sean consonantes con la buena moral, con las buenas costumbres y no permitir que se imponga una realidad desfachatada donde cualquier cosa está permitida y que se exponga sobre todo a los más pequeños, a contenidos que no son apropiados para su edad y no pueden asimilar. Sobre todo considerando que el niño busca la aprobación, la admiración y el respeto de un adulto y de esa manera, al estar sexualizándolos, se los convierte en presa fácil.
— Hay psicólogos que afirman que familiarizar a los chicos con el lenguaje sexual y hablarles de estas cosas, en vez de prevenir el abuso, lo puede llegar a favorecer porque genera una naturalización y les reduce el pudor, la vergüenza e incluso el asco, que son barreras defensivas.— Ahora bien, la ley de ESI dice que el conocimiento que se va a impartir está científicamente validado. Pero la ideología de género postula que no hay ningún vínculo entre el sexo biológico y la identidad sexual, lo cual no tiene fundamento científico. ¿Qué piensan de ese concepto?
— Hay chicas, adolescentes, que creen estar en el cuerpo equivocado, pero a veces es una atracción por su mismo sexo, y confunden eso con una disforia de género incluso como una forma de negar la homosexualidad. Entonces, después de tanto tiempo de luchar para que se acepte que un varón puede sentirse atraído por otro varón, una mujer por otra mujer, sin por ello dejar de ser varón y mujer, ahora pasamos a confundir a veces ese sentimiento y empujar a la persona a una transición de género innecesaria.
— Sebastián, hay universidades que están reempadronando a estudiantes y profesores y les piden que anoten su género entre una decena de opciones. Que la persona se identifique no sólo por su sexo biológico, sino por su orientación, autopercepción, etc. ¿Qué clima ves en la universidad?
— También he escuchado decir que las ciudades por ejemplo, son fálicas, y no lo dicen en broma, porque los edificios crecen en alto.
— Les propongo que hagamos una ronda y cada uno agregue lo que quiera. Empiezo por Elías.
Carlos: — Mi pregunta es ¿quién sostiene todo esto? ¿Quién banca los doctorados de género y toda la infraestructura que hay? Lo paga el pueblo, y nos estamos autodestruyendo. Toda esta maldad, este ensañamiento con los chicos. Eso es lo que a mí me preocupa, la parte inmoral. Y ese es el miedo, porque le están dando poder a gente que está ideologizada y va a educar ideologizada, va a captar gente, no a despertar gente. Además, todo lo que es mutilación, hormonización, es pasar un límite que para mí es inadmisible. La inmoralidad de los médicos, de los colegios, de abogados que tienen que defender a la niñez…
Carlos: — Sí, Ginés González García era el ministro de Salud cuando aparece la ESI y de algún modo avalaba toda esta aberración. Alguien vendió todo eso y alguien lo compró. Me parece aberrante que venga desde arriba y que por más que gritemos desde abajo, te dan a entender de que no, porque como la ley es bonita.
Carlos: — A los dos años arrancan. La educación sexual es del ámbito privado y del ámbito familiar. Vos decidís como padre, cómo querés educar a tu hijo. Sí, es una persona independiente, que tiene sus derechos. No hablo de un atropello, sino de una orientación porque es tu hijo. Lo guiás por el camino que vos considerás que es el mejor. No que venga alguien de afuera y te quiera modificar eso. Aparte rompen la inocencia, eso no se hace. Eso es inmoral. Todos los nenes tienen curiosidad sobre la sexualidad, porque es algo como un tabú, pero es algo que van a descubrir en el futuro y vos tenés que mantener esa ilusión. Pero lo que va más allá de los chicos es romper la familia. Quebrar la base de la sociedad. A esos chicos les va a costar formar una familia, una pareja, porque van a estar atravesados por algo que no entienden. Y hasta que vos no entiendas no te podés compartir. Entonces un poco pasa por ahí.
— En el fondo es discriminación porque es contrario al principio de que somos todos iguales, que compartimos una común esencia humana, pero nos quieren dividir en colectivos que no se sabe para dónde van.
Sebastián: — Me parece que antes de que sacar estas leyes se tuvo que haber amasado a la sociedad para que sea permisible. Ya no se habla de infancias gays, se habla directamente de infancia trans. Directamente me parece que se le ha vendido a la sociedad que ser trans o cualquier espectro LGBT es cool, es libertad y que ser heterosexual es represión, que ser hombre es malo, que ser mujer es un cuerpo o una construcción. Tenés que preparar de alguna manera a la sociedad antes de eso. No sé, liberalizar las drogas, ayudar a la libertad sexual, perturbar y enfermar a la sociedad, para después convencerla de que amputarle los genitales a un nene de 14 años es cool, está bueno y es divertido. Y se convenció a los padres también. Los padres te dicen “las cosas cambian, los chicos vienen más avanzados”. Tenés que haber enfermado previamente a la sociedad para hoy poder convencer a padres, que supuestamente son adultos, que deciden sobre la educación y la salud de sus hijos, que su hijo Fermín, de 14 años, se va a poner dos bochas de plástico y se va a llamar Juliana. Me parece extremadamente peligroso y es mi reflexión final.
Mariano: — ¿Cuál es el motivo final de todo esto? ¿Cuál es el fin último? Esta agenda a nivel global, que empezamos a ver hace muchos años en otros países y que hoy vemos replicarse en Argentina, ¿cuál es el propósito? Porque asusta. ¿Hacernos a todos andrógenos?Elías: — Quería decir queCarlos: — Le están arrobando a la comunidad gay toda una parafernalia que no nos corresponde y que es un problema que le estamos pasando a futuro a los que vengan. ¿Qué pasa si esto da una vuelta de campana dentro de 20 años, 30 años, y descubrimos que fue una aberración y la gente empieza a odiar a los gays, por ejemplo? Porque yo no soy todo eso. Yo soy gay, tengo dos hijos. Mis hijos siempre fueron respetados por mis amigos. Acá le están agregando un montón de peso a la historia, y si en un momento la historia no soporta ese peso, yo no quiero que me arroben a mí para pagar esos platos rotos, porque yo no soy parte de eso. ¿Me explico? A la comunidad gay lo que le están haciendo es envolvernos a todos en un paquete y nosotros ahora estamos pegando el grito y diciendo “No, no somos así nosotros”. Estamos integrados en la sociedad. No salimos a mostrar el culo por la calle. No. Yo no soy eso. Hay algo que es respeto.Si una mujer es obscena en público, es lo mismo. Porque una cosa es mostrar amor, ternura y cariño y otra cosa es pasarse de la raya. Cuando te pasas de esa raya, es lo grosero, lo invasivo, podés poner incómodo al otro. Es incomodar y sobre todo si hay menores. Esa es la parte que me preocupa, ese límite que se cruzó, que está naturalizado. Que haya gente revoleando el culo en una escuela es una locura. ¿Cómo aceptan esto los directores, las maestras, que también tienen hijos? Es la parte de aturdimiento de la sociedad que no estoy entendiendo. ¿Cómo no levantan la voz, cómo no gritan? Lo que más me preocupa es cómo se desautoriza a los padres. Un nene es rebelde por naturaleza. Usan esa rebeldía y le quitan autoridad a los padres. Autorizan el error y al padre lo corren. ¿Cómo pueden correr a un padre de la educación de su hijo? Si tu hijo está confundido a los 14 años vos lo tenés que enderezar, vos elegís qué psicólogo, qué herramientas utilizar. No que la escuela y otros se metan donde no les corresponde. El Estado te arrebata a tu hijo porque el Estado es el que permite todo eso.
Fuente: telam
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