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10/05/2025

Cómo es la Iglesia Católica de los Estados Unidos, el país de origen del Papa León XIV

Fuente: telam

En esa nación de amplia mayoría protestante, el catolicismo es sin embargo la primera minoría, porque los evangélicos se dividen en varias denominaciones. Desde el “martirio” de John F. Kennedy, muchos prejuicios contra los “papistas” se han casi extinguido. Hoy el anticatolicismo lo encarna el movimiento woke

>“Un Papa norteamericano era un imposible”, dice Francis Denis, periodista y ensayista, miembro del comité de redacción de Libre Média (Québec, Canadá). “Dado que los Estados Unidos ya son una potencia mundial, con influencia política, comercial y militar, Por eso cree que, en la reacción ante la elección de Robert Francis Prevost como papa n° 267 de la Iglesia Católica, el “aspecto patriótico” va a primar por sobre toda otra consideración. “Va a crear un sentimiento de enorme orgullo justamente porque parecía un imposible”, afirma.

Si bien el catolicismo es minoritario en los Estados Unidos, constituye la primera minoría, con 25% aproximadamente de la población, porque es una iglesia organizada y con una dirección centralizada, única, mientras que las iglesias protestantes no tienen una orgánica que los unifique, explica Denis. Como entre los evangélicos la interpretación de la Biblia es libre, eso impide que compartan una autoridad doctrinaria como sí sucede con el catolicismo, agrega.

Cuando las Trece Colonias de la Costa Este declararon en 1776 su independencia de la corona iglesia y fundaron los Estados Unidos de Norteamérica, el catolicismo allí representaba apenas el 1% de la población. Otra era la realidad en el sur y en la costa oeste, zonas de colonización española y francesa.

Sin embargo, durante mucho tiempo, estos católicos fueron despreciados y considerados advenedizos por los llamados wasp (white, Anglo-Saxon and Protestant: blancos, anglosajones y protestantes).

Al respecto, el sociólogo canadiense Mathieu Bock-Côté (autor de El imperio de lo políticamente correcto) escribió en Le Figaro (8/5/25): “Por mucho tiempo, la Norteamérica wasp trató al catolicismo y a quienes lo traían en su equipaje como a un cuerpo extranjero inasimilable a la nación. Los católicos no eran estadounidenses, y no lo serían nunca”.

“Pero el aura de sacrificio que lo rodeó tras el magnicidio (1963) despertó una adhesión a su figura, que dio lugar a una reconciliación y a la casi desaparición de las reticencias”, dice Denis.

Bock-Côté, por su parte, señala en el artículo citado otro elemento que contribuyó a cambiar la historia del catolicismo estadounidense: “Desde los años 1960, se constata que el catolicismo juega un verdadero rol en el conservadurismo renaciente; le quita su sesgo provinciano, lo occidentaliza, lo inscribe en una perspectiva civilizatoria. Esta mediación católica del conservadurismo norteamericano contribuirá a intelectualizarlo, a hacerlo pasar de la ideología a la filosofía política”.

En el mismo sentido, a Francis Denis, no le sorprendió que Donald Trump haya asistido al funeral del papa Francisco: “Él no puede de ninguna manera eludir al electorado católico. Actualmente hay muchos influencers católicos en las redes que son más bien conservadores; y buena parte de la juventud lo es”.

En su provincia, Québec, que era la más católica de Canadá, se vivió en los años 60 un fuerte movimiento de abandono de la observancia religiosa, y en los últimos tiempos incluso de ciertos ritos, como el bautismo de los hijos, que se mantenían por tradición cultural. Pero, sigue diciendo Denis, en los últimos años se está dando un resurgimiento, sobre todo entre los jóvenes, que redescubren sus raíces culturales. No saben mucho de la iglesia, pero en estos momentos el cuestionamiento y la crítica al sistema, están del lado conservador y católico, y la rebeldía atrae a los jóvenes. Denis cree que los sacerdotes deberían aggiornarse un poco -por las razones expuestas, el clero canadiense está envejecido- para entender y contener a esos jóvenes. Y confía en que el nuevo Papa pueda hacerlo; tenía una actividad en X (Twitter) que demuestra que entiende al mundo actual.

En 2015, la gira del papa Francisco por los Estados Unidos, donde lo recibió el entonces presidente Barack Obama, fue un gran éxito. En esa ocasión, el pontífice argentino canonizó al misionero franciscano Pero muy poco después, en el marco del estallido del movimiento Black Lives Matter, varias estatuas de Junípero Serra fueron vandalizadas, al igual que las de Cristóbal Colón, acusados ambos hasta por la esclavitud negra.

Francis Denis dice que esto sucede porque actualmente la crítica al catolicismo viene de la izquierda, hoy muy anticatólica por motivos decoloniales -wokismo- y también por temas de moral sexual. “El wokismo tiene su propia moral”, acota.

El respaldo a Trump no significa que todos los católicos estén enrolados en el republicanismo. Francis Denis aclara que el catolicismo está presente en todas las corrientes políticas de los Estados Unidos. “A nivel de la cúpula hay cardenales muy a la derecha, como Timothy Dolan, el arzobispo de Nueva York, y otros más progresistas como el arzobispo de Chicago, justamente, Blase Cupich”, creado cardenal por Francisco. “Aún así, aclara, no hay grandes enfrentamientos, los momentos álgidos son las reuniones plenarias de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, la USCCB, pero las diferencias giran en torno a cuestiones más bien periféricas, no en lo central, por ejemplo, si se van a inclinar más a las problemáticas sociales o a las cuestiones morales”.

Otro gran aporte migratorio al catolicismo lo conformaron los hispanoamericanos, especialmente los mexicanos, que han migrado masivamente hacia ese país desde mediados del siglo pasado.

“La unidad es superior al conflicto”, decía el fallecido papa Francisco.

Robert Francis Prévost es norteamericano de nacimiento, dice Denis, pero el ingreso a la orden de los agustinos implica una inclinación por lo universal, predispone a la apertura al mundo y a una inmediata vocación misional.

Pero la pregunta que se hacen todos es si habrá ruptura o continuidad respecto del pontificado de Francisco. “En los aspectos formales, se ve cierta ruptura -dice-. Ahora bien, el nombre León remite a la cuestión social, a la doctrina social de la Iglesia. Y el otro eje de su mensaje fue la paz porque es consciente de que el mundo atraviesa un momento difícil”.

Como señaló al inicio de la charla con Infobae, cree que “en Estados Unidos todo el mundo estará contento con el nuevo Papa”.

El desencanto religioso es más bien “una patología cultural europea”, dice Bock-Côté. el nuevo Papa viene de una sociedad en la que el catolicismo crece. Pero también es un hombre que representa “la prolongación del viejo mundo en el corazón del nuevo”.

Fuente: telam

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