09/05/2025
Imputaron a un joven por una balacera en la que murieron un policía y un civil en Rosario

Fuente: telam
El juez avaló la solicitud fiscal contra Brandon Rivas, sospechoso de abrir fuego con otros tres atacantes en un cantobar
>La Justicia provincial imputó este miércoles a Brandon Alan Rivas, de 25 años, por su presunta participación en la balacera ocurrida el 12 de febrero de 2023 en el cantobar “El Club de Taquito”, ubicado en el barrio Fisherton Norte de La acusación fue formalizada por el fiscal Alejandro Ferlazzo, quien responsabilizó a Rivas como coautor de los homicidios de Medini y Jones, y por las tentativas de homicidio de los tres heridos: S.G.C., inspectora policial retirada; F.M.G., de 28 años; y J.M.U., de 58 años y propietario del local. El juez Gustavo Pérez Urrechu hizo lugar a la solicitud del fiscal y ordenó la prisión preventiva del imputado por el plazo de ley.
Según la reconstrucción oficial, el ataque ocurrió alrededor de las 5:10 de la madrugada, cuando al menos cuatro personas arribaron en un vehículo Ford Focus gris con vidrios polarizados, el cual había sido robado diez días antes. Desde ese automóvil, los agresores abrieron fuego con al menos 37 disparos de armas de diversos calibres contra el interior del cantobar, donde se desarrollaba una actividad nocturna en el frente del predio, que durante el día funcionaba como cancha de fútbol 5.La hipótesis principal del Ministerio Público de la Acusación sostiene que la balacera fue parte de una disputa entre bandas delictivas vinculadas al narcotráfico, particularmente entre el grupo conocido como “Los Menores”, originario del barrio 7 de Septiembre. La estructura es dirigida por Brian Emanuel “Negro” Villalba, actualmente detenido y sindicado como jefe de sicarios de una organización criminal asociada al capo narco peruano Julio Andrés Rodríguez Granthon.
Rivas se encuentra detenido desde marzo de 2023 y ya estaba imputado por otros dos homicidios cometidos ese mismo mes: el de María del Carmen Vidal, una comerciante de 57 años asesinada el 1º de febrero en el barrio Ludueña, y el de Javier Pablo Fernández, de 55 años, ultimado a balazos en el patio de su casa en Nuevo Alberdi el 9 de febrero. La Fiscalía considera que ambas víctimas eran blancos circunstanciales de la violencia narco, por su vínculo familiar con personas involucradas en esos entornos.En cuanto al ataque en “El Club de Taquito”, la investigación determinó que los autores actuaron por encargo y con premeditación, cumpliendo órdenes de un individuo privado de la libertad. El propio fiscal Ferlazzo sostuvo que Rivas operó junto a otros tres cómplices y que el objetivo principal de la agresión era un grupo de asistentes al local presuntamente relacionados con la banda rival.Durante el hecho, al menos dos personas entre los presentes —actualmente imputadas por sustracción de arma de fuego y encubrimiento— tomaron el arma del oficial Medini tras su caída y repelieron la agresión disparando contra los atacantes. Estos individuos fueron identificados como Sebastián Hermosín, Maximiliano Algarañaz y Brian Monzón, quienes resultaron detenidos posteriormente en un allanamiento donde también se recuperó la pistola del suboficial asesinado.
Fuente: telam
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