Jueves 8 de Mayo de 2025

Hoy es Jueves 8 de Mayo de 2025 y son las 11:09 ULTIMOS TITULOS:

08/05/2025

Las olas de calor y las sequías en los ecosistemas debilitan su capacidad para absorber dióxido de carbono

Fuente: telam

Un informe alerta sobre cómo los fenómenos extremos afectan gravemente la función de los sumideros de carbono. Por qué este efecto complica la lucha contra el calentamiento global y altera el equilibrio climático

>Los En un contexto deEn un El análisis se llevó a cabo utilizando modelos climáticos y datos obtenidos mediante satélites que miden la fluorescencia inducida por el Sol. Se trata de una señal que las plantas emiten cuando la luz solar interactúa con la clorofila durante la fotosíntesis y permite medir la eficiencia fotosintética, es decir, cuánto CO₂ absorben en un determinado momento.

Según los datos presentados en la investigación, la ola de calor de 2022 que ocurrió en esa zona fue particularmente devastadora: redujo la capacidad de la vegetación para funcionar como un sumidero de carbono en un 27%. Esto es alarmante, ya que, como valor de referencia, indica que los ecosistemas en las áreas afectadas dejaron de absorber más CO₂ del que España emitió ese mismo año.

El dióxido de carbono proviene principalmente de la quema de carbón, petróleo y gas natural en actividades como la generación de energía, el transporte y la industria, así como de la deforestación y el cambio en el uso del suelo. La vegetación evita su acumulación y aminora el calentamiento que genera al atrapar el calor del Sol.

Sin embargo, el estudio dejó en evidencia que fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor y las sequías, debilitan estas capacidades de los ecosistemas, lo que expone la vulnerabilidad de la región.

Los investigadores señalaron que, aunque el aumento de las temperaturas prolongó la temporada de crecimiento de la vegetación, lo que inicialmente podría haber favorecido la absorción del gas; esto fue contrarrestado por el aumento de la liberación de CO₂ debido a la descomposición de materia orgánica y la respiración de las plantas. Por ende, el aumento de la actividad biológica no se traduce necesariamente en una mayor capacidad para capturar dióxido de carbono.

El trabajo también destacó la importancia del balance hídrico. La humedad del suelo juega un papel crucial en el funcionamiento de los ecosistemas como sumideros de carbono, ya que influye directamente en la capacidad de las plantas para absorber CO₂.

Los resultados sugieren que las zonas de clima continental y húmedo, como partes de Portugal, España y el sur de Francia, son más vulnerables a estos cambios que las áreas mediterráneas, que desarrollaron adaptaciones a estos eventos, según comentan desde la UAB en un comunicado. Este hallazgo subraya la importancia de considerar no solo la intensidad de los acontecimientos meteorológicos, sino también su temporalidad y frecuencia.

Las olas de calor y las sequías no solo afectan a las regiones locales, sino que tienen implicaciones globales para el ciclo del carbono. El desequilibrio entre la fotosíntesis y la respiración de las plantas podría alterar el papel de los ecosistemas en la regulación del CO₂ en la atmósfera, lo que podría acelerar el cambio climático.

El estudio también subraya la necesidad urgente de mejorar la monitorización de los flujos de carbono, especialmente en las zonas más vulnerables, y de reforzar las políticas para proteger estos ecosistemas esenciales. Los investigadores destacaron la importancia de adaptar las políticas medioambientales y de conservación para tener en cuenta los efectos de estos eventos climáticos extremos, lo que aseguraría la resiliencia de estas regiones frente a los cambios del clima.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!