04/05/2025
La Iglesia rechazó la baja de la edad de imputabilidad: “Poner en situación de encierro a un chico no soluciona el problema de raíz”

Fuente: telam
El obispo Dante Braida pidió más tiempo a los diputados que tienen previsto aprobar el proyecto que fija en 14 años la punibilidad. Habló de la inseguridad y advirtió: “En muchos lugares, el control lo van teniendo las bandas narco”. El mensaje a Milei
>“No nos parece que bajar la edad sea lo adecuado. Poner en situación de encierro a un chico no soluciona el problema de raíz”. Con esas dos definiciones tajantes, Monseñor Dante Braida, obispo de La Rioja y presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Iglesia Católica Argentina, sentó la postura institucional de la Iglesia frente a uno de los debates más urgentes y controvertidos del Congreso: la baja de la edad de imputabilidad penal. Lo hace en un momento clave, cuando el Gobierno se prepara para dictaminar en Diputados el proyecto de ley que propone reducir de 16 a 14 años la edad a partir de la cual los menores pueden ser juzgados penalmente.
Frente a este escenario, Braida sostuvo que la respuesta no puede ser punitiva: “Creemos que es una realidad que hay que abordarla de una manera amplia, multisectorial, para ir a las causas de por qué una persona tan pequeña en edad podría llegar a estas instancias de delitos tan graves”, explicó. “No creemos que la solución sea lo penal, sino más bien ofrecer instancias de recuperación y de prevención”.
Braida también advierte sobre las deficiencias estructurales del sistema: “Hoy el sistema no cuenta con lugares adecuados”, como también lo señalaron varios legisladores. Ninguno de los proyectos, incluido el oficialista, prevé partidas presupuestarias específicas para construir centros de detención para menores.
Finalmente, pide evitar respuestas apresuradas frente a una problemática compleja: “El problema requiere tiempo y una apertura a un abordaje más amplio”.
– Le pido una primera aproximación y una opinión general sobre el debate de la baja de la imputabilidad. ¿Cuál es la postura que tiene la Iglesia frente a esta discusión?En ese abordaje multisectorial y amplio de las causas, ir proponiendo soluciones, que requiere una apertura muy grande al diálogo y también a invertir en recursos para que podamos revertir esta situación.
Por otro lado, no creemos que la solución sea lo penal, es decir, poder penalizar a los adolescentes en este caso, sino más bien ofrecer instancias de recuperación y también de prevención. Hoy día hay muchos ámbitos que uno trabajándolos puede generar oportunidades educativas, sobre todo, y de acompañamiento de las familias.- Sí, estamos a favor de que se aborde el tema y se pueda trabajar en propuestas alternativas, en cuanto al acompañamiento de chicos que están en situación de vulnerabilidad. No nos parece que bajar la edad sea lo adecuado.
Esta es una posición que no es solo de la Iglesia, sino también de muchas organizaciones. Por eso nosotros insistimos que hay que escuchar a todos. Desde el ámbito de la psicología, del ámbito mismo de la Justicia y muchos otros sectores que no ven que esa sea la solución.- Creo que no está bien bajar la edad, porque un adolescente está en una etapa de crecimiento, de maduración y no tiene todos los elementos como para tener una conducta adecuada, o no tiene todos los elementos para poder integrarse a una sociedad. Si no tiene todos los elementos necesarios para una formación, ya aplicarle una pena no nos parece lo adecuado. Por lo tanto, creemos que no es el camino.
– Y desde lo práctico, ¿por qué no cree que bajar la edad de imputabilidad sea una medida eficaz para bajar la inseguridad, que es una de las preocupaciones principales que tiene la sociedad?– ¿Qué mensaje les transmitiría a los diputados que van a tratar esta semana los múltiples proyectos que hay de baja de la edad de imputabilidad?
- Primero que hay que dar más tiempo al debate y hay que escuchar a todos los sectores involucrados. A la vez, también, darles lugar a muchas experiencias positivas que hay en el acompañamiento de niños en situación de vulnerabilidad, y experiencias positivas de prevención. Si hay que multiplicar algo es multiplicar esas experiencias, con apoyo también fuerte del Estado. Esto requiere tiempo para un abordaje más amplio y participativo.- Por supuesto que es doloroso la situación que uno puede padecer siendo víctima de alguna de estas situaciones. Eso hay que comprenderlo de un modo empático. Pero instalar de que solamente por bajar la edad las cosas se van a solucionar, no creemos que es lo viable y nos parece una solución muy simple.
El problema requiere tiempo y una apertura a un abordaje más amplio, pensando no solo en sectores vulnerables de la sociedad, sino también en todos los sectores. Hoy el avance de la de la ludopatía, por ejemplo, afecta mucho a la adolescencia, está en todos los sectores sociales y eso genera una vulnerabilidad también en los adolescentes y requiere un compromiso de muchos.
- Sí, estamos totalmente de acuerdo en que el debate tiene que darse de un modo más amplio. Por eso, se requiere tiempo y no definiciones apresuradas.
– Cuando ocurren hechos de enorme impacto social, como el de Kim, la nena arrastrada por adolescentes que robaron un auto, aparece la discusión sobre la edad de imputabilidad. Los menores involucrados tienen graves antecedentes y cometen estos actos después de que el sistema penal, el educativo y el social no pudo contenerlos. Y mientras no se cambia nada, estos eventos siguen.
Si solamente pensamos en la pena del delito, no estamos atacando las causas. En cada chico que comete un acto de agresión y violencia de ese tipo tenemos que aprender a escuchar un grito también de ayuda. Y si lo unimos esto al tema del narcotráfico, que captan estos chicos.
- Son también chicos que ya padecen alguna adicción y no son tan conscientes en ese momento de lo que están haciendo. Ese tema del narcotráfico es un tema también muy grande que hoy nos está cooptando sectores geográficos y sociales y a baja edad, justamente. Se aprovechan del tema de la baja edad para que puedan cometer delitos. Entonces el tema del narcotráfico es grande y no lo estamos abordando ampliamente, siendo una de las causas que genera esto.
- Es un problema a lo largo y ancho del país y en distintos sectores sociales. Hoy no vemos que hay una respuesta contundente y que involucre también a la sociedad en cuanto a poder revertir la situación. En muchos lugares, el control lo van teniendo las bandas narco y eso creo que es un tema que tenemos que abordarlo más profundamente para generar espacios más seguros y pacíficos para el desarrollo de una sociedad más sana. Eso hay que combatirlo de muchas maneras.
- Que puedan dar tiempo para que todos los sectores sociales puedan dar su opinión y también aportar propuestas diversas para atacar realmente el problema, yendo a las causas. Necesitamos que muchas más voces se expresen, porque eso también nos va a iluminar por dónde tenemos que ir.
- Fue un sacudón. El Papa nos ha acompañado a vivir la vida cristiana de un modo profundo con sus gestos, sus palabras. Uno siente un poco de orfandad por su partida, en estos temas que estamos hablando, que tienen que ver con ocuparnos de los más vulnerables y asumir las propias vulnerabilidades.
Es tanto lo que ha sembrado en nosotros que confiamos en que eso va a seguir floreciendo y dando buenos frutos. Por eso miramos también con esperanza su partida por todo lo que nos ha sembrado.
- Que simplemente podamos como sociedad involucrarnos en estos procesos de cambio, de necesidad también de revertir situaciones, en el acompañamiento de nuestros niños y adolescentes. Y que en eso, quien tenga un rol en la sociedad, podamos involucrarnos para hacer aportes y a la vez acompañar a nuestros legisladores para que podamos habilitar más espacios de escucha y participación para soluciones más profundas.
Fuente: telam
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