02/05/2025
Dejó la docencia, se abrió una cuenta de OnlyFans y se hizo viral al revelar su facturación: “No quiero depender de una jubilación”

Fuente: telam
Martina Cuffaro Russo es rosarina y tiene 24 años. Tras graduarse de profesora de matemáticas, en 2023, solo ejerció durante 18 meses. “No quería ser empleada de otro”, remarcó
>Martina Cuffaro Russo tiene 24 años, es rosarina y se hizo viral al revelar que dejó la docencia, a mediados de 2024, para dedicarse a la creación de contenido para adultos, donde cobra cifras que jamás había imaginado.
“No quería depender de una jubilación”, admitió la joven al ser entrevistada en Divas Diary tras explicar los motivos que la llevaron a cambiar drásticamente su estilo de vida y crear un perfil en OnlyFans.
“Estoy ganando entre 12 mil y 15 mil dólares mensuales, y eso que no me estoy dedicando lo que me tendría que dedicar”, contó la joven, quien antes tenía que hacer tres turnos (mañana, tarde y noche) para cubrir sus gastos y ahora solo trabaja “algunas horas por día y manejo mis tiempos”.
“Me encanta explicar, hablar con los chicos, pero no me sentía cómoda. No quería levantarme a las seis de la mañana todos los días para ser empleada de otro”, recordó al ser entrevistada por Infobae.
“Cuando pensaba en el futuro y veía que mis compañeras ya estaban calculando cuántos años le faltaban para jubilarse, me di cuenta de que no era feliz”, explicó. Además, notaba que sus colegas, aunque decían disfrutar de la docencia, se quejaban constantemente de las condiciones laborales y salariales.Mientras aún enseñaba en escuelas, subía videos a TikTok e Instagram. “Empecé a crecer en seguidores y recibía muchos comentarios de hombres que me sugerían que me abriera un perfil en OnlyFans”, contó.
Al principio, la idea le provocaba pudor. Como docente, temía el qué dirán y posibles represalias laborales. No obstante, tras tener la aprobación de su pareja, se puso a explorar más a fondo y arrancó con una cuenta secundaria, donde tenía solo 200 seguidores, para que nadie la reconociera.En sus comienzos, ofrecía contenidos de baja exposición: fotos en bikini o ropa deportiva, relatos eróticos por escrito y experiencias interactivas, sin mostrar explícitamente su cuerpo. “Hay muchas maneras de facturar sin necesidad de hacer desnudos”, explicó.
Martina precisó que hay clientes que pagan porque les muestre las fotos de sus pies, axilas o manos. También están aquellos que pagan por relatos eróticos de alrededor de 30 minutos de duración o mantener charlas donde ella les cumple la fantasía de “ser cornudos a humillarlos verbalmente”. Sin embargo, reconoció que hay otros muchos más zarpados que le piden verla vomitar, tirarse gases o hacer sus necesidades. “Cada una elige qué quiere hacer”, enfatizó.La joven rosarina contó que la experiencia por la que más dinero recibió fue una fantasía de humillación, conocida como el fetiche del “cornudo”, que consistió en crear un relato escrito en el que ella fingía ser la pareja del cliente y lo engañaba y humillaba verbalmente. “Me pagó 2 mil dólares. Vos decidís si querés mostrar tu cuerpo o tu rostro. En mi caso, todo se desarrolló por escrito o mediante diálogos telefónico privados, manteniendo siempre mis propios límites de exposición”, aseguró.El impacto fue inmediato. Con la visibilidad pública, sus ingresos crecieron en forma exponencial y todavía proyecta un crecimiento mayor. Martina comenzó haciendo contenido soft, principalmente en lencería o ropa interior, consensuado con su pareja.
“Los que quieran saber qué contenido hago actualmente, los invito a ingresar a mi perfil. Mantengo un límite claro y siempre elijo lo que me hace sentir cómoda”, aclaró.Si bien al principio Martina le ocultó su nueva faceta a la familia, decidió contarles una vez que obtuvo resultados concretos. “Al principio fue un shock, pero después lo entendieron. Yo ya soy mayor de edad y decido sobre mi vida”, afirmó.
Con respecto a las críticas sociales, se mostró firme: “Mucha gente juzga desde la ignorancia. No hace falta ser joven, tener un cuerpo hegemónico ni exponerse explícitamente para facturar. Es un tema de actitud y de saber vender experiencias”.De hecho, en su perfil de Instagram con 105 mil seguidores tiene anclado un video donde motiva a otras mujeres a seguir sus pasos y contratar su asesoramiento personalizado por $55.000.
“A los 9 meses conseguí 100 mil seguidores, millones de reproducciones y un cambio personal y mental increíble, que va mucho más allá de las redes y de los números. ¿Quién no quisiera ganar plata desde su casa, y solo trabajar un par de días al mes?. Y más sabiendo que no es necesario sexualizar tu cuerpo para vender. Los gustos son variados y peculiares y no todo es sexual”, enfatizó Martina en ese video promocional que también se hizo viral y levantó mucha polémica por fomentar a las jóvenes a hacer este trabajo rodeado de críticas y tabúes.Por su parte, @SobrinoG_333 compartió unas estadísticas donde asegura que esa plataforma no es rentable: “Después de 1 año se acaba la novedad y la competencia es infernal. Sin contar que el contenido queda para siempre en Internet”.
Fuente: telam
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