18/04/2025
Síndrome de Tourette: cómo un déficit de células cerebrales podría explicar los tics involuntarios

Fuente: telam
Un nuevo estudio realizado por Clínica Mayo reveló que las personas con este síndrome presentan una reducción del 50% en las interneuronas, las células cerebrales que ayudan a regular los impulsos motores. Los detalles
>*Este contenido fue producido por expertos de Mayo Clinic en exclusiva para Infobae. Mayo Clinic es una organización sin fines de lucro, dedicada a innovar la práctica clínica, la educación y la investigación científica
Este déficit podría ser una razón clave por la cual sus señales motoras no se regulan, lo que conduce a los tics involuntarios que definen el trastorno.
“Esta investigación puede ayudar a sentar las bases para una nueva generación de tratamientos”, afirma Alexej Abyzov, Ph.D., científico genómico en el El trastorno de Tourette es una condición neurodesarrollativa que generalmente comienza en la infancia. Causa movimientos y vocalizaciones involuntarias y repetidas, como parpadeo de ojos, aclaración de garganta o gesticulaciones faciales. Casi 1 de cada 162 niños en los EE. UU. tiene síndrome de Tourette, según los Un vistazo detallado a las células cerebrales clave Para comprender mejor qué sucede en el cerebro con el síndrome de Tourette, el Dr. Abyzov y su equipo analizaron más de 43,000 células individuales de tejido cerebral post-mortem de personas con y sin la condición.
Se centraron en los ganglios basales, una región del cerebro que ayuda a controlar el movimiento y el comportamiento. En cada célula, observaron cómo funcionaban los genes. También analizaron cómo los cambios en los sistemas de control génico del cerebro podrían desencadenar estrés e inflamación.También observaron respuestas al estrés en otros dos tipos de células cerebrales. Las neuronas espinosas medianas constituyen la mayoría de las células en los ganglios basales. Ayudan a enviar señales de movimiento y mostraron una reducción en la producción de energía. Las microglías, las células inmunitarias del cerebro, mostraron inflamación. Los investigadores encontraron una estrecha relación entre las dos respuestas, lo que sugiere que las células podrían interactuar en el trastorno de Tourette.
“Estamos viendo diferentes tipos de células cerebrales reaccionando al estrés y posiblemente comunicándose entre sí de maneras que podrían estar impulsando los síntomas”, dice Yifan Wang, Ph.D., coautora del estudio.“Los pacientes con Tourette parecen tener los mismos genes funcionales que todos los demás, pero la coordinación entre ellos está rota”, afirma el Dr. Abyzov.
A continuación, los investigadores planean estudiar cómo estos cambios cerebrales se desarrollan con el tiempo y buscar factores genéticos que puedan ayudar a explicar el trastorno.Los investigadores llevaron a cabo el estudio en colaboración con el laboratorio de Flora M. Vaccarino, M.D., en la Universidad de Yale. Para obtener una lista completa de autores, divulgaciones y financiación,Fuente: telam
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