>El fútbol es mucho más que un deporte, y durante la última fecha del fútbol belga quedó demostrado tras el enfrentamiento entre el Jong Genk y el RFC Liege por la Challenger Pro League, la segunda división. El encuentro no solo fue marcado por el descenso del Jong Genk tras una derrota 3-1, sino por un momento que trascendió el marcador y dejó una huella especial en los protagonistas y espectadores.

Stevens, quien había perdido a su padre días antes tras una larga enfermedad, fue ovacionado por la afición rival del RFC Liege tras detener el tiro desde los doce pasos. Consciente de la reciente pérdida del joven guardameta, la grada local le dedicó cantos y cientos de aplausos. Y no solo eso: tras el pitido final, varios aficionados de Lieja se acercaron al portero para abrazarlo y brindarle apoyo en un gesto de enorme humanidad.

El presidente del KRC Genk, Pierre Croonen, también quiso agradecer a la hinchada rival por este gesto solidario. “Gracias por su emotivo apoyo a Brent Stevens en su debut tras el fallecimiento de su padre. Se lo agradezco”, declaró. Por su parte, Matthijs Symons, directivo del club, expresó su admiración por lo ocurrido: “Ayer demostraron que hay cosas más importantes que el fútbol. Los aplausos para nuestro portero Brent y los abrazos de los jugadores que le siguieron demostraron el cariño que nos brinda el RFC Liege. Les agradezco su apoyo”.

El encuentro fue sumamente difícil para el Jong Genk no solo en lo emocional, sino también en lo deportivo. Con la derrota ante el club valón de Lieja, el equipo descendió oficialmente a la tercera división belga. Aunque una victoria les habría permitido mantenerse en la categoría, fue una tarde en la que lo estrictamente futbolístico quedó relegado a un segundo plano.