16/04/2025
Una voz incomparable, un éxito rotundo y una inexplicable tragedia: a 52 años de la muerte de Nino Bravo

Fuente: telam
El cantante español falleció en un accidente automovilístico el 16 de abril de 1973, cuando tenía apenas 28 años de edad, una familia que amaba con locura y toda una carrera por delante
>Nino Bravo había salido de Valencia con destino a Madrid alrededor de las 7 de la mañana. Era un viaje que solía hacer junto a sus compañeros de trabajo, con los que mantenía charlas amenas durante el camino al ritmo de la música de Los Beatles o de Joan Manuel Serrat. Pero en el kilómetro 95 de la carretera Nacional III, a la altura de Villarrubio en la provincia de Cuenca, perdió el control de su BMW 2800 modelo 1970. Era una curva no muy pronunciada. Y sin embargo, el coche se salió de la ruta, dando varias vueltas de campana.
El intérprete estaba en el apogeo de su carrera. Y el día de su muerte, se dirigía a un estudio madrileño junto a su gran amigo Pepe Juesas, quien ocupó el asiento del copiloto, y los músicos Miguel Ciaurriz y Fernando Romero, del dúo Humo, quienes se encontraban en los asientos traseros del vehículo. Los dos últimos, que sufrieron las heridas más leves, fueron los encargados de asistir a Nino que no paraba de quejarse del dolor. Recibió los primeros auxilios por parte de los médicos del Hospital de Tarancón. Pero, para entonces, yo estaba inconsciente. Y falleció antes de llegar al Centro Sanitario Francisco Franco de Madrid, actual Hospital Universitario Gregorio Marañón.
Sus acompañantes, que habían sufrido solo algunas contusiones, no podían creer lo que había ocurrido. Las imágenes se sucedían por sus cabezas sin lograr ordenarse. “¿En qué momento el auto había comenzado a girar? ¿Por qué? ¿Y cómo fue que Nino no había podido sobrevivir al golpe igual que el resto de los ocupantes del coche?”, eran preguntas que ni ellos ni los medios que se hicieron eco de la noticia pudieron contestar. Iban a grabar unos temas que quedaron inconclusos, para un álbum que Bravo había empezado a registrar meses antes en Londres. Poco tiempo después, se editó el disco póstumo del artista, ...Y volumen 5, que incluía hitos como América, América y Vivir, canción en la que participó como compositor, que estaba dedicada a su compañera y que se convirtió en un verdadero himno.Luis Manuel Ferri Llopis, tal el nombre real del artista, había nacido el 3 de agosto de 1944 en un pueblo valenciano llamado Ayelo de Malferit. Era hijo de Luis Manuel Ferri Espulgues y Consuelo Llopis Molines. Y, siendo muy chico, mostró su pasión por el canto. Sus primeros trabajos, sin embargo, fueron como empleado de una joyería y como bodeguero en un restaurante. Pero, en cuanto tuvo la oportunidad, fundó el grupo Los Hispanos junto a dos amigos, Félix Sánchez y Salvador Aranda, con quienes empezó a tomarle el gusto a la idea de ganarse la vida cantando en bailes.Su fama había trascendido las fronteras de su tierra natal y había impactado con fuerza en toda Latinoamérica. Sin embargo, él prefería mantener un perfil bajo, en especial, en relación a su vida sentimental. Sin embargo, el flechazo de Cupido lo atravesó de una manera que era imposible de ocultar. Nino había conocido a la mujer que se con convertiría en su esposa en una discoteca. Se la presentó el periodista Guillermo Ortigueira. Y, desde ese momento, no hizo otra cosa más que pensar en ella. Así que, utilizando la funda del single de Te quiero, te quiero, le pidió matrimonio con una frase tan romántica como el tema. “Para Marie, mi único y verdadero amor con propuesta de matrimonio, ¿sí o no?”, escribió. Y la respuesta fue un rotundo “sí”.
Aunque hicieron mil peripecias para tratar de eludir a los fotógrafos el día de su boda, 20 de abril de 1971, el registro de ese momento fue inevitable. A esa altura, Nino era una de las figuras máximas del mundo de la canción. Y, en definitiva, lo que todos sus fanáticos querían no era otra cosa más que verlo feliz. Por eso, ya más relajado, hizo pública la llegada de su primera hija. Y manifestó su alegría por el inminente nacimiento de su segunda descendiente. Pero el destino le jugó una mala pasada. Y, cuando tanto su profesión como su vida personal estaban bien encaminadas, ocurrió el triste desenlace que nadie podía imaginar. La menor de sus niñas llegó al mundo siete meses después. Y su madre tuvo que hacerse cargo sola tanto de ella como de su hermana. Aunque siempre sintiendo que Bravo estaba presente en cada minuto de sus vidas.
Fuente: telam
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