30/03/2025
Mercados versus Caputo: una pulseada que definirá en corto plazo el futuro del dólar oficial

Fuente: telam
La fuerte presión cambiaria amenaza la reactivación de la economía, que está llegando al pico de actividad que se había tocado a fines de 2017. En el equipo económico critican a los inversores porque “la vienen corriendo de atrás” y no terminan de entender el plan
>Luis Caputo se juega todo al próximo acuerdo con el FMI. Considera que el desembolso que vendrá una vez que el directorio apruebe el nuevo acuerdo calmará de una vez al mercado. “Vamos a tener muchos más dólares en las reservas respaldando a los pesos que en la Convertibilidad”, aseguró previo al anuncio efectuado en la Bolsa de Comercio, donde confirmó que la cifra que se discute con el organismo son USD 20.000 millones.
El mercado cambiario es escenario de una pulseada que aún no tiene un claro vencedor. En la última semana se multiplicaron los que se pusieron a apostar en contra del peso. O lo que es lo mismo, a un salto del tipo de cambio oficial. Los importadores se apuran a comprar y los exportadores no liquidan, ante la expectativa de un abandono del actual esquema de “crawling peg” al 1 por ciento.
La presión cambiaria también se notó en otros segmentos. Todos los contratos de futuro de dólar pegaron un fuerte salto, evidenciando una mayor búsqueda de cobertura por parte de las empresas y los inversores. El aumento también se dio para los plazos más cortos.
Los anuncios sobre desembolsos del FMI, acompañado por otros organismos multilaterales, no consiguieron el efecto buscado por Caputo. En primer lugar, fue el propio organismo el que evitó confirmar la cifra anunciada por el ministro el jueves, algo que recién llegó 24 horas más tarde. Pero ese “teléfono descompuesto” generó un impacto negativo entre los inversores.
Además,. quedaron otras incógnitas. Por ejemplo, muchos no le creyeron a Caputo que las reservas realmente terminen en niveles de USD 50.000 millones, cuando el viernes perforaron el piso de USD 26.000 millones. Esto supone que la mayor parte del monto involucrado en el programa sería desembolsado casi en su totalidad ni bien llegue el visto bueno del directorio. Se trataría de un gesto inusual del organismo, pero no imposible si hay decisión política. Se trata de otras de las preguntas aún sin respuesta.La creciente desconfianza de los mercados respecto a la continuidad del 1% de ajuste del tipo de cambio oficial tiene su razón de ser. En primer lugar porque ni el propio Caputo lo confirmó. “Son los temas que estamos hablando con el FMI”, había respondido la semana pasada y nunca volvió a aclararlo.Fernando Marull aportó una comparación muy relevante: los $20 por dólar de principios de 2018 equivalen a $1.223 de hoy. Se trata, aclara el economista, de un nivel similar al que tiene actualmente el CCL ($1.290). El tema es que posteriormente a ese valor en la gestión de Mauricio Macri sobrevino una fuerte crisis cambiaria.
Salvo que la Argentina entre rápidamente en un fuerte proceso de ingreso de capitales, no será sencillo en absoluto mantener el dólar oficial en los niveles actuales y mucho menos aumentando solo 1% por mes.
Claro que es posible ganar tiempo, aguantar algunos meses a partir del desembolso del FMI y los dólares que entren por la cosecha gruesa. Allí está la pulseada en buena medida: el gobierno que busca resistir con este influjo de divisas y un creciente número de empresas e inversores que creen que tampoco así será suficiente. Y actúan en consecuencia.Algunas consultoras como LCG fuerzan el cálculo de una eventual presión cambiaria casi al infinito. Según su último reporte, los recursos “que pueden ir potencialmente al dólar superan el equivalente a USD 100.000 millones”. Ese cálculo incluye ítems discutibles como depósitos bancarios, Lecaps y depósitos en pesos en general.El dilema ahora es cómo revertir la actual dinámica del mercado cambiario para conseguir ese ingreso de capitales. La respuesta no es fácil, porque la salida del cepo no es una opción factible para el equipo económico al menos en este contexto, en que presión e incertidumbre cambiaria contrastan con una economía que presenta datos cada vez más positivos. La actividad económica de enero ya está 6,5% arriba en relación al año pasado. Y según estimaciones de Equilibra, en febrero la expansión ya mostrará un incremento que se estiró al 7,5 por ciento.
El gobierno de Milei se enfrenta así a un enorme desafío: romper la maldición de los eternos rebotes que nunca terminan de consolidar en un crecimiento genuino. La presión cambiaria, la suba del riesgo país y en general el clima de mayor incertidumbre financiera amenazan una vez más con afectar esta recuperación que empieza a derramar cada mes en más sectores.
Fuente: telam
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