16/03/2025
El argentino que hizo historia y lo festejó con un chapuzón en aguas heladas: fue el primero en recibirse en la Antártida

Fuente: telam
Rodrigo De Iuliis tiene 27 años y es oriundo de Hurlingham. Mientras trabajaba en la base San Martín del continente blanco, rindió su última materia de la carrera Ingeniería en Telecomunicaciones
>La emoción del último examen, los nervios de la defensa final, la alegría incontenible de un logro alcanzado. Rodrigo De Iuliis (27) vivió todo eso como cualquier estudiante que culmina su carrera universitaria. Pero su escenario no fue un aula, ni sus compañeros de festejo lo esperaban en un bar. Rodrigo defendió su tesis en la Base Antártica San Martín, a casi 5.000 kilómetros de su casa en Hurlingham, y celebró su graduación de una manera inolvidable: zambulléndose en las aguas heladas del Mar Glacial Antártico, rodeado de témpanos y con una temperatura de -1,5°C.
Un video registró el momento exacto en que Rodrigo, vestido con una camiseta de la UNSAM, se sentó frente a la pantalla y escuchó la aprobación de su jurado evaluador, ubicado a miles de kilómetros de distancia. A su alrededor, un grupo de compañeros del Instituto Antártico Argentino (IAA) lo ovacionó. Instantes después, sin pensarlo demasiado, se despojó de su abrigo, quedó en shorts y corrió hacia el mar. Un salto, un grito y un “¡Uh!” estremecedor marcaron su bautismo antártico como ingeniero.
Rodrigo llegó a la Base San Martín en marzo de 2024, después de un recorrido que incluyó Buenos Aires, Río Gallegos y la Base Marambio, hasta finalmente abordar el Rompehielos ARA Almirante Irízar rumbo al extremo sur del mundo. Su travesía comenzó meses antes, cuando vio en redes sociales una convocatoria del IAA que buscaba técnicos especializados en telecomunicaciones para trabajar en la Antártida.“A mediados de 2023, vi una propuesta por las redes de la facultad donde buscaban personal para ir a la Antártida. Dije ‘A ver esto, a ver de qué se trata trabajar allá’, y cuando empecé a leer la propuesta laboral sentía dentro mío que me estaba describiendo a mí, que buscaban a una persona con mis cualidades. Cada vez que leía más y más, coincidía más con mi persona”, contó en un podcast antes de hacer el bolso y poner rumbo sur extremo.Superó exámenes técnicos y psicológicos, y fue uno de los 11 seleccionados entre más de 100 postulantes. En su valija, además de sus herramientas de trabajo, debió llevar tres elementos imprescindibles: una sábana para el barco (porque el viaje podía durar más de una semana), papel higiénico y lápices de colores, para aliviar la vista en un paisaje dominado por el blanco y el azul.
La UNSAM celebró el hito en sus redes sociales: “El primer argentino e ingeniero recibido en la Antártida se llama Rodrigo De Iuliis, es de la UNSAM y esto hizo cuando terminó de rendir su trabajo final en el continente blanco”. La publicación se llenó de felicitaciones.El rector de la UNSAM, Carlos Greco, también dedicó unas palabras al flamante ingeniero: “Es el momento de la sana vanidad. Es un logro personal, pero también parte del esfuerzo de toda una sociedad”.
Rodrigo, con la humildad de alguien que sabe que los sueños se cumplen con esfuerzo, respondió: “El trabajo es compartido, el orgullo y la felicidad también. Todo mi recorrido es fruto de mi esfuerzo, pero también de la educación pública”.Y no frenó. Pese a la distancia y el dolor, siguió adelante hasta culminar la carrera. Su hazaña no solo lo convirtió en el primer argentino en graduarse en la Antártida, sino que también dejó una marca imborrable en su historia personal.
A días de regresar a Buenos Aires dejó su huella en el continente blanco. Entre auroras australes, noches sin sol y el frío extremo, convirtió un sueño en realidad. Y lo celebró como pocos se animarían: con un salto al mar helado, en el lugar más austral del mundo.Fuente: telam
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