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13/03/2025

6 pasos para convertirse en un fantasma, según Steven Soderbergh

Fuente: telam

El director estadounidense ganador del Oscar cuenta la particular manera en que filmó “Presencia”, estreno de esta semana: un drama sobrenatural que sigue a una familia en una casa embrujada

>Steven Soderbergh ha estado pensando en fantasmas. En si existen, claro, pero sobre todo: ¿Por qué? Se pregunta qué impulsaría a un espíritu a quedarse en este plano terrenal en lugar de avanzar hacia lo que sea que haya más allá, y si es que tienen opción.

Presencia, la primera de dos películas que Soderbergh lanzará este año -la otra es el thriller de espionaje británico Black Bag, también escrita por Koeppo-, ha recibido críticas positivas. Cuando debutó el año pasado en el Festival de Cine de Sundance, la revista New York la calificó como “lo mejor que Steven Soderbergh ha hecho en años”, y más recientemente el New Yorker se refirió a su enfoque como “un dispositivo simple pero ingenioso”. De hecho, el cineasta famoso por películas como Traffic, Erin Brockovich y la trilogía de Ocean’s, conocido últimamente por experimentar con la narración visual, encontró la manera de revitalizar las historias de casas encantadas.

Pero por ahora, nos concentramos en la presencia que él mismo interpretó, como director de fotografía. Aquí, paso a paso, se explica cómo lo hizo.

Todo comenzó con la cuidadora de la casa. Cuando Soderbergh y su esposa estuvieron fuera de la ciudad hace algunos años, la amiga que cuidaba su hogar en Los Feliz les dijo que vio una presencia caminando del baño hacia el dormitorio. Se preguntaron si era el fantasma de una mujer que murió en la casa en los años ochenta. Las autoridades dictaminaron oficialmente su muerte como un suicidio, pero los vecinos le contaron a Soderbergh que albergaban sospechas. Dijeron que la habían oído pelear con su hija la noche antes de morir y que las manchas de sangre en el suelo sugerían que su cuerpo habría sido arrastrado al dormitorio.

Steven Soderbergh y su esposa, la escritora y ex presentadora de televisión Jules Asner, se aferraron a la inquietante idea. Llamaron a la mujer Mimi. “Eso me llevó a pensar en cómo se sentía Mimi respecto a que estuviéramos en su casa”, cuenta.

Si bien Mimi sirvió como la inspiración para la familia acosada en Presencia, Soderbergh dice que el incidente también lo llevó a descubrir su propio “repositorio inconsciente” de historias espeluznantes que se remontan a su infancia. Su madre trabajó durante años como parapsicóloga, conversando con personas sobre sus experiencias paranormales. Ella era “muy pragmática” al respecto, asegura.

Pensando en Mimi, Soderbergh escribió seis páginas sobre una familia que se muda a una casa embrujada y se las envió a Koepp preguntándole: “¿Te inspira algo esto?” Koepp confiesa que se sintió intrigado con el desafío de escribir un guion filmado exclusivamente desde un punto de vista. La presencia está atrapada en la casa, lo que significa que la cámara nunca sale de la propiedad.

En Presencia, la hija (Liang) se está recuperando de la muerte de su amiga cercana, quien sufrió una sobredosis. Su inmenso dolor incomoda a su madre (Liu), quien lucha por entender por qué su hija no parece estar tan equilibrada como su popular hijo (Maday). Esto crea una división entre la madre y su esposo (Sullivan), quien es mucho más comprensivo con la situación de su hija. La presencia también se muestra protectora hacia la chica, permaneciendo a menudo cerca de ella, especialmente cuando su dudoso novio (West Mulholland) aparece mientras los padres están fuera.

Aunque no habían trabajado juntos hasta esta década, Koepp y Soderbergh se conocen desde hace mucho más. El guionista tuvo una película en el Festival de Sundance en 1989, el mismo año que el director proyectó su debut con el largometraje Sexo, mentiras y video. Soderbergh confió en Koepp para ayudarle a resolver sus dudas sobre las películas en “Punto de Vista” (POV), que dijo que se reducían principalmente a “no poder ir más allá del deseo primario de ver un contraplano del personaje que está viviendo la historia”.

Koepp escribió movimientos específicos de cámara en el guion, lo cual explica que “usualmente está prohibido. Eso es trabajo del director, no del guionista”. Pero si quería tratar la cámara como un personaje, tal como Soderbergh planteó, tendría que identificar sus motivaciones y describir sus reacciones.

Soderbergh determinó cómo ejecutar esa visión. Decidió filmar casi todo en un plano secuencia para que pudiera desarrollar de manera natural la perspectiva de la presencia. Él sería quien actúe, con su cámara Sony A7 en mano, y no quería sobrepensar ningún movimiento por adelantado. “Quiero que cualquiera que vea mi trabajo sienta que el cine está hecho con precisión pero no pre-masticado, como si se hubiera construido en ese momento”, dice. “A veces, para el equipo y la producción, eso significa que no puedo responder a todas las preguntas. Les digo: ‘Todavía no lo sé’”.

“No tener mis botas puestas me preocupaba, como si fuera a traer mala suerte”, comenta. “Las puse junto a la mesa de sonido para poder verlas. Se veían un poco tristes. Como, con FOMO (N. de la R: del inglés fear of missing out, “temor a perderse algo”) de zapatos”.

Steven Soderbergh está acostumbrado a trabajar en proximidad cercana con actores. Pero este proyecto llevó esa intimidad a otro nivel. “Estaba a centímetros de ellos”, describe y cuenta cómo sostenía la cámara casi pegada a los rostros de los actores mientras la presencia se sentía más y más cómoda invadiendo el espacio de los protagonistas. “Podían olerme”, agrega.

La cámara Sony A7 es pequeña, y el soporte pesaba unos 5,4 kg , informa el director, pero sostener cualquier cosa derecha durante varios minutos se convierte en una molestia. No podía trabajar con una estructura estabilizadora que aliviara el peso porque limitaría su movilidad. Necesitaba poder retroceder hacia un armario en cualquier instante. “Tus brazos comienzan a temblar igual que si estuvieran llenos de cemento”, explica.

Soderbergh menciona que el rodaje fue tan corto “porque era muy simple. Creo que solo hicimos una regrabación de una escena”.

En varias escenas de Presencia solo aparece un actor en pantalla, pero en realidad hay dos personajes presentes porque el fantasma también está allí, observando. Esto recuerda la narrativa visual de Nickel Boys, la reciente película de RaMell Ross narrada desde el Punto de Vista (POV) de dos adolescentes negros que experimentan abusos en un reformatorio. Al preguntarle si había visto la película, Soderbergh elogia la decisión de Ross de alternar las perspectivas de los dos chicos, diciendo que parecía ser “consciente… de que debía mantener el [lenguaje visual] en movimiento para que el público no diga: ‘Ok, ya entendí’”.

“No creo que esto vaya a generar una ola de películas en POV, porque por lo general es el enfoque equivocado”, prosigue Soderbergh. “Pero cuando tienes algo para lo que puede funcionar, realmente funciona”. El POV cuidadosamente construido de Presencia aún ha resultado un reto para algunos espectadores. “Fue interesante verla en Sundance”, reflexiona Soderbergh. “Tuvimos un par de deserciones de la sala.”

“El concepto en el centro de la película activa algo en el espectador que es muy primitivo, que es nuestro interés en espiar”, reflexiona Soderbergh. “Cómo nos sumergimos tan rápidamente en la idea de ver algo que no deberíamos estar viendo. Observar a la gente cuando está sola… hay algo muy atractivo en ello. Te cuestionas el porqué de tu interés”.

[Fotos: Evan Agostini/Invision/AP; prensa Diamond Films]

Fuente: telam

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