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28/12/2025

El escándalo de la comida en la cárcel de Ezeiza: un negocio de 25 millones de dólares por año y viandas con pelos, clavos y carne podrida

Fuente: telam

Familiares de presos y personas que recuperaron su libertad en las últimas semanas relataron a Infobae la situación dramática de alimentación en el penal federal de máxima seguridad, que lleva muchos años y distintas gestiones. La Justicia investiga una “mafia interna” y enfocó sus sospechas sobre el actual director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez

>“Nos daban polenta con salsa blanca sin carne ni pollo, fideos con una salsa roja incomible, manzanas en compotas podridas literalmente. Y cuando se recibía pollo o carne, era máximo 60 gramos, a veces el cogote o la carcaza de pollo. Y la carne era pura grasa o cartílago”.

“En varias oportunidades las comidas llegaban en mal estado o con algún ‘cuerpo extraño’ como clavos, cucarachas, mechones de pelo o cintas con las que se atan las hojas de acelga”, contó el hombre a Infobae, luego de que este medio revelara ayer el allanamiento ordenado por Rubén C. no fue el único en presentar habeas corpus. La cantidad de reclamos a la Justicia fue tal desde 2016 -año en que el interno Diego Ariel Díaz denunció por primera vez- a esta parte, que Villena unificó todas las denuncias y armó una única causa que había terminado en 2024 con la prohibición a la empresa Food Rush S.A. de volver a brindar el servicio de catering al penal de Ezeiza.

Sin embargo, el mes pasado Villena reactivó el expediente al recibir otra catarata de habeas corpus que indicaban que la calidad de la comida seguía siendo denigrante.

Se trata de un negocio que maneja cifras millonarias. Según detallaron fuentes con acceso a la investigación, la empresa factura 17 mil pesos por cada plato que entrega. Y son tres por día, por persona, lo que, a razón de aproximadamente dos mil internos, da $102 millones diarios y 37.230.000.000 de pesos anuales. En dólares -con un cambio estimado en $1.500- se entiende mejor: 24.820.000 por año.

Alguien contó que en una de las unidades de Ezeiza está rota la cocina y se usa el casino de suboficiales, que no cumple con las condiciones de higiene y bromatología debidas.

Un sobrino de otro detenido contó a Infobae: “Esta semana, cuando le llevaron la comida a mi tío, uno de los celadores le dijo ‘Así como se la entrego tírela’”.

Este interno tiene problemas de salud cardiovascular y diabetes. La alimentación saludable, para personas con este tipo de patologías, es tan importante (o más) que la medicación y la actividad física; dos aspectos que, por cierto, también son limitados en Ezeiza, en el mejor de los casos.

Medicamentos, la misma situación. Hoy por hoy se los estamos llevando nosotros porque, o no tienen, o te dan un génerico al que el organismo no esta acostumbrado. Sé de presos que por ejemplo tomando el medicamento de ‘cuidado’ de stents y se les han tapado las arterias por la calidad de los medicamentos que les dan en el penal”, contó.

Rubén C. tiene infinidad de ejemplos para dar cuenta de la falta de humanidad que existe respecto de la alimentación en la cárcel de Ezeiza.

“Muchas veces a la semana teníamos diarrea o acidez y era una pelea con el médico conseguir medicación. Los fideos tienen olor a cucaracha”, agregó Rubén. Y más: “Una vez por semana era seguro que venían comidas descompuestas, ensaladas fermentadas o pollo color verdoso”.

Por orden del juez de Lomas, la ANMAT analizó las viandas que se secuestraron en el marco de la causa y el organismo del Estado determinó que no se cumplen con las especificaciones del Código Alimentario Argentino y no son aptas para el consumo humano porque superan los máximos admitidos para el recuento de la bacteria Escherichia coli.

También se detectó la presencia de Listeria monocytogenes y de Bacillus cereus, bacterias que también impiden el consumo humano. Por ejemplo, la Escherichia coli se encontró en mayo de 2023 en viandas con pollo y legumbres.

Siempre que iba un juez o alguna entidad repartían las mejores comidas, una pata de pollo y muslo enteros con arroz blanco o un bife de carne con tomate y lechuga. Pero al día siguiente era lo mismo. En algunos pabellones no podían denunciar porque los enviaban a alguna cárcel lejos de su familia, como las de Rawson o Senillosa”, enumeró Rubén.

Tras el fallo de Villena que le prohibía a Food Rush Soluciones Gastronómicas S.A. operar en la cárcel de Ezeiza, el 22 de agosto del año pasado el Servicio Penitenciario reemplazó de manera transitoria el servicio por el de Biolimp Soluciones de Calidad S.A.

Villena detectó, además, que uno de los vehículos tiene una medida de inhibición dispuesta por una fiscalía de La Pampa.

Por eso el magistrado requirió nuevamente la intervención de ANMAT y otra vez el resultado de los análisis concluyó en que la comida no era apta para consumo humano.

Villena entonces ordenó allanamientos en todas las empresas para ese mismo viernes a las 11.30 y también en las oficinas del Servicio Penitenciario Federal, incluida la de su director Fernando Martínez, nombrado en 2024 por la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich.

El juez pidió secuestrar los celulares de los empresarios y los responsables del penal de Ezeiza, incluido Martínez. Lo curioso es que el director del SPF llegó con aparato viejo. Cuando los oficiales de la Policía de la Ciudad, que habían ido por orden de Villena, se dieron cuenta, el funcionario adujo que lo había “perdido”.

La situación se puso extremadamente tensa en la oficina del director del SPF. El juez hasta pensó en detenerlo, pero luego eligió no generar un desastre institucional mayor.

Más pronto que tarde en la Justicia creen que se sabrá. Los investigadores cuentan con los teléfonos de los empresarios y los otros funcionarios del Servicio Penitenciario Federal.

Fuente: telam

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