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27/12/2025

Transformar el sistema alimentario podría salvar millones de vidas y frenar el cambio climático, según un estudio

Fuente: telam

La investigación proyecta el efecto de nuevas políticas alimentarias sobre la salud, el ambiente y la desigualdad económica en las próximas décadas

>Un análisis científico reveló que elLa El estudio, liderado por científicos del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam (PIK), concluye que aplicar un conjunto de medidas en el sistema alimentario permitiría recuperar anualmente 182 millones de años de vida que hoy se pierden por muertes evitables. Además, estas acciones permitirían reducir a la mitad la contaminación por nitrógeno y evitarían que las medidas ecológicas incrementen la pobreza.

También aumentarán las muertes prematuras causadas por una mala alimentación, lo que eleva la pérdida de años de vida de 279 a 335 millones anuales. El modelo muestra grandes diferencias geográficas: la obesidad predominará en regiones ricas y emergentes, mientras que el sur de África y el sudeste asiático sufrirán la “doble carga” de enfrentar simultáneamente altos niveles de desnutrición y obesidad.

“Nuestro estudio muestra la gran importancia del sistema alimentario. Si transformamos decididamente este sector hacia la sostenibilidad, no solo ralentizaremos significativamente el calentamiento global, sino que también avanzaremos hacia muchos otros objetivos deseables. La esperanza de vida aumentará, la contaminación por nitrógeno disminuirá y la pobreza mundial también disminuirá ligeramente. Es más, si también implementamos cambios en otros sectores, podemos incluso limitar el cambio climático muy por debajo de los 2 °C”, afirmó Benjamin Bodirsky, investigador del PIK y autor principal del estudio.

Para realizar estas proyecciones, el equipo utilizó un simulador computacional avanzado (conocido como MAgPIE) que integra variables como el clima, la pobreza y la demanda de alimentos. Este sistema permitió calcular el impacto de 23 acciones concretas, agrupadas en áreas como la dieta, los medios de vida, la biosfera y la agricultura, para ver qué sucedería si se aplican por separado o en conjunto.

Entre las soluciones analizadas destacan cambios directos, como aumentar el consumo de legumbres y vegetales, reducir la carne y los alimentos procesados, y garantizar salarios mínimos dignos en el campo. A nivel ambiental, las propuestas incluyen proteger zonas ricas en biodiversidad, restaurar humedales, usar los fertilizantes de manera más eficiente y frenar la expansión de la frontera agrícola.

Para medir el éxito de estas estrategias, se evaluaron indicadores como la salud de la biodiversidad, la contaminación del agua, la pobreza y los salarios. Como resume el informe: “Si bien todas las medidas individuales conllevan pros y contras, su combinación puede reducir esas compensaciones y potenciar los co-beneficios”.

Según el documento, la combinación de todas las medidas dentro de un sendero de desarrollo sostenible permitiría revertir el deterioro ambiental, detener la degradación de la biosfera y bajar la presión humana sobre los ecosistemas. Bajo este escenario, la proporción de personas en pobreza extrema a escala global descendería al 25% del nivel proyectado sin cambios. Además, el porcentaje de superficie terrestre protegida podría alcanzar el objetivo internacional de 30% hacia 2030.

El estudio prevé que, si la transformación del sistema alimentario se acompaña de transiciones en otros sectores (energía, industria, urbanismo), la probabilidad de limitar el calentamiento global a 1,5 °C sería del 38%, y de mantenerlo bajo 2,0 °C, del 91%. La magnitud de los cambios sociales también es destacada, ya que la mejora en la equidad del desarrollo humano y el acceso justo a los recursos contribuyen a disminuir tanto la malnutrición como la desigualdad.

Al respecto, Hermann Lotze-Campen, jefe del departamento de investigación de Resiliencia Climática del PIK y coautor del estudio, puntualizó en un comunicado oficial que el desafío no solo radica en diseñar medidas efectivas, sino también en articular mecanismos para su implementación: “Con esta visión holística, que considera el clima, la salud humana, el medio ambiente y la justicia social, contribuimos al debate social y político cada vez más intenso sobre el futuro de nuestros alimentos”.

Fuente: telam

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