23/12/2025
Piden pena de cuatro años de cárcel para una corredora de bolsa acusada de estafar a sus clientes en Uruguay
Fuente: telam
La empresaria Sara Goldring enfrenta la pena máxima por este tipo de delito. Está señalada por una maniobra financiera en la que se utilizó el dinero de ahorristas en provecho propio y ocultarles información
>La corredora de bolsa uruguaya Sara Goldring vio cómo el saldo en las cuentas de sus clientes se desplomaba y decidió esconder esa información. Fue en 2022 que la empresa La desvalorización estaba explicada, de acuerdo a su versión, por la debacle que tuvieron durante la pandemia las acciones de empresas que cotizaban en Nasdaq. Y el ocultamiento de esta información llevaron a que Goldring esté imputada por apropiación indebida y ahora deba enfrentar la máxima pena para este delito: cuatro años de prisión.
Así surge de la demanda acusatoria que presentó la Fiscalía de Lavado de activos contra Goldring, por su actuación al frente de la corredora Custodia Valores Mobiliarios (CVM). Según la demanda, informada por El País, el fiscal que sigue el caso, Enrique Rodríguez, concluyó que la empresaria se apropió en forma indebida de USD 21 millones que pertenecían a los ahorristas. Sin embargo, del total del efectivo que debía estar disponible al cierre de la operación solo estaba el 0,7%. Por este motivo, la Fiscalía uruguaya pide que Goldring sea condenada a cuatro años de prisión. Es que, de acuerdo a la investigación de Fiscalía, la corredora de bolsa utilizó el dinero que le confiaron sus clientes para cubrir los perjuicios económicos que se habían generado por otros inversores.¿Cómo fue la maniobra? La corredora se amparó en el mandato de libre administración que le habían dado los clientes para vender opciones de put para la cartera de clientes que tenían un perfil agresivo, informó tiempo atrás el semanario local Búsqueda. En los bancos del exterior operaba a través de la modalidad de “cuenta ómnibus” –de varios clientes–, una práctica habitual en el mercado.
La venta de puts es una operación que implica que el comprador adquiere el derecho pero no la obligación de vender un activo, que en este caso eran acciones de empresas que cotizan en bolsas de Estados Unidos. Se trata de una operación que implica un riesgo alto porque, si bien pueden generar importantes beneficios, si el precio de las acciones baja más allá del valor acordado previamente pueden haber grandes pérdidas. Pero, según el relato del fiscal consignado por El País, los clientes que tenían posiciones en la cuenta ómnibus y que no habían invertido en operaciones put, vieron afectados sus valores porque fueron utilizados “en forma indebida e inconsulta por la acusada para solventar las pérdidas sufridas por los clientes”.Según la investigación fiscal, la empresa no informó “correctamente a sus clientes los precios reales de sus activos financieros”: adulteraba el valor de los puts y les hacía creer que tenían una cantidad mayor de dinero.
Fuente: telam
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