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10/11/2025

Científicos investigan un impacto inesperado del aumento de dióxido de carbono en los árboles

Fuente: telam

Un experimento en el Reino Unido detectó cambios en las copas de una especie. Las causas y consecuencias

>Las copas del Así lo reveló un experimento en el Reino Unido que logró recrear las condiciones futuras del clima. Fue publicado en la revista Los sensores marcaron que, bajo mayor CO2, el dosel, que es la zona de hojas y ramas más altas, tuvo temperaturas de hasta 22,8 grados, frente a los 21,5 grados registrados sin la intervención.

Las diferencias entre la copa y el aire se vuelven mucho más extremas”, señalaron los científicos, tras analizar tres años de datos y comparar ambos ambientes.

El estudio fue llevado a cabo por William Hagan Brown, Sophie Fauset, Emanuel Gloor, Ralph Fyfe y colaboradores de la Universidad de Plymouth, la Universidad de Birmingham, la Universidad de Leeds y el Centro de Investigación Forestal de Ghana.

El roble es un árbol clave en los bosques templados de Europa. Las copas, esas “alfombras” de hojas a gran altura, influyen en la sombra y el microclima.

Por eso, el objetivo principal del trabajo fue observar el efecto del CO2 sobre la temperatura en la parte alta y cómo respondían las hojas. Las hojas, mediante la transpiración, liberan vapor de agua para ayudar a bajar el calor.

Los expertos instalaron cámaras térmicas de alta precisión en un bosque antiguo de Staffordshire. Aplicaron un sistema FACE, una técnica capaz de liberar CO2 desde el suelo para recrear el aire del futuro.

Dividieron el área en zonas con CO2 elevado (150 partes por millón extra) y zonas control para comparar. El monitoreo fue diario durante tres veranos e incluyó variaciones de humedad y viento.

Los científicos indicaron: “La diferencia con el aire cercano al suelo fue mucho mayor en las áreas con CO2, sobre todo en las jornadas más calurosas”. Señalaron el caso de 2022, cuando la tendencia se marcó con más fuerza.

Las hojas, bajo CO2 extra, se volvieron más gruesas, lo que facilitó que acumularan más calor. Ese pequeño cambio tuvo un alto impacto en el clima en lo alto del árbol.

Los resultados se mantuvieron firmes y se repitieron en cada temporada, incluso con buena humedad en el suelo. Los estomas dejaron de adaptarse rápido a los cambios del clima.

Tras los resultados, el equipo de investigadores recomendó que los modelos climáticos sumen lo que ocurre en las partes altas de los árboles, porque no alcanza con solo medir el aire.

Entre las dificultades, los científicos destacaron que solo estudiaron una especie y en un mismo ecosistema. Los resultados podrían variar en otros lugares o con otros árboles.

Fuente: telam

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