-13 minutos: tras el gol de Gimnasia, la temperatura subió y el cancionero también escaló: “Pongan más huevo, pongan más corazón”.

16 minutos: Gallardo realizó tres modificaciones al mismo tiempo y en el Monumental no se escuchó ni un solo aplauso. El desconcierto desde el banco se trasladó a la hinchada cuando el pibe Jaime, quien había ingresado en el primer tiempo, fue sustituido.

-20 minutos: el estadio ya era un murmullo constante. Todo era nerviosismo y enojo.

-31 minutos: el “vamos todos unidos, vamos no nos quedemo’” de los hinchas duró solo unos minutos.

40 minutos: Portillo se retiró bajo una fuerte silbatina e ingresó Nacho Fernández, algo que elevó el ruido que bajaba desde las gradas.

43 minutos: “Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”, atronó. El endeble presente futbolístico del equipo hizo sonar un hit que suena poco en el Monumental.

45 minutos: las autoridades del partido añadieron nueve minutos más.

50 minutos: volvió a escucharse “Jugadores…”.

54 minutos: Suso le cometió penal a Martínez Quarta y el público explotó.

58 minutos: el juez cobró el penal y se gritó como un gol. Sin embargo… Insfrán tenía otros planes y le atajó el disparo a un Miguel Ángel Borja que fue repudiado desde que inició la jornada. Volvió a ensordecer el hit “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”.

Fuente: telam