25/10/2025
Mandrágoras, ortigas letales y leyendas espeluznantes en Inglaterra: así es el jardín venenoso más peligroso del mundo
Fuente: telam
La fascinación por este enclave de Northumberland se extiende desde la literatura hasta la investigación policial. Relatos históricos, mitos criminales y advertencias mortales se entrelazan en senderos cuidados con máxima precaución
>Unas imponentes puertas de hierro, adornadas con calaveras y advertencias en mayúsculas, resguardan el acceso al Jardín de Plantas Venenosas de Alnwick, en Este singular enclave, considerado el mayor de su tipo en el mundo, alberga más de cien especies letales y solo permite la entrada bajo estricta supervisión. El ambiente de misterio y peligro que lo envuelve convirtió al jardín en un destino de creciente interés tanto para visitantes curiosos como para expertos en toxinas.
El Jardín de La duquesa, poco impresionada por los usos medicinales de estas especies, declaró a National Geographic: “La historia de cómo las plantas pueden curar me resulta bastante aburrida; es mucho mejor saber cómo una planta mata”.El acceso al jardín está regulado por rigurosas medidas de seguridad. Los visitantes reciben advertencias claras: no tocar, no lamer, no recolectar. Algunas de las plantas más peligrosas, como la mandrágora (Mandragora), el ricino (Ricinus communis) y la salvia divinorum, permanecen enjauladas o bajo llave.El catálogo de especies letales del jardín incluye historias y efectos que marcaron la historia criminal y la cultura popular. La Atropa belladonna, célebre por su uso en envenenamientos históricos como el perpetrado por el llamado “Teacup Poisoner”, puede causar parálisis, alucinaciones y la muerte.
El ricino, presente en las semillas de Ricinus communis, es uno de los venenos más potentes conocidos. La salvia divinorum, aunque de aspecto inocente, es una sustancia controlada por sus efectos psicoactivos breves pero intensos. Otras especies, como el hogweed común (Heracleum sphondylium), pueden provocar quemaduras cutáneas al contacto con la luz solar.Los resultados identificaron a la Atropa belladonna como especialmente peligrosa para los menores y subrayaron la necesidad de aumentar la concienciación pública para prevenir intoxicaciones fatales. El propio jardín fue escenario de numerosos desmayos entre los visitantes, con un registro de hasta 70 casos en un solo verano, atribuidos tanto a los relatos macabros como a los efectos de las plantas.
La influencia del jardín se extiende al ámbito literario y cultural. Escritores de novela negra, como Jill Johnson, encontraron en Alnwick una fuente inagotable de inspiración. Johnson, autora de la serie “Professor Eustacia Rose Mysteries”, describió el lugar como “una increíble bolsa de sorpresas llena de maravillas venenosas, que me mantendrá inspirada para asesinar a más personas, usando plantas más letales, durante mucho tiempo”.Según el personal de Alnwick, al menos una fuerza policial británica solicitó visitar el recinto para informarse sobre plantas y venenos que podrían figurar en listas de vigilancia. Aunque la policía no hizo comentarios públicos, pudo haber sido por el resultado de casos notorios de envenenamientos en el Reino Unido, como el asesinato en 2009 de un hombre cuyo curry fue adulterado con acónito.
Leach, el jefe de jardineros, advierte que basta un fragmento minúsculo de raíz de mandrágora para causar la muerte, lo que refuerza la importancia de que los investigadores conozcan bien las especies peligrosas.Ahora, la planta ocupa un lugar destacado en el extremo del jardín, encerrada en una caja transparente y bajo estricta vigilancia. “Tres o cuatro semanas de dolor absoluto. Recaídas durante los años siguientes. Es una pesadilla”, relató Leach a National Geographic sobre los efectos de esta ortiga australiana.
El destino de quienes cuidan este jardín letal resulta paradójico. Cal Allison, uno de los encargados de las plantas venenosas, se sintió atraído por la jardinería desde niño porque le parecía una de las actividades menos intimidantes. Hoy, su labor diaria transcurre entre especies capaces de provocar la muerte con solo un roce, en un entorno donde el peligro y la fascinación conviven a cada paso.Fuente: telam
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