23/10/2025
Nick Harkaway revive al famoso espía de su padre, John Le Carré, en “La decisión de Karla”
Fuente: telam
Sorpresa para los fans del espionaje literario. Un legado que se transmite de generación: la continuidad de una saga icónica, explorando nuevos secretos y dilemas morales en plena Guerra Fría
>El escritor británico Nick Harkaway, hijo de John Le Carré, resucita al espía más famoso creado por su padre, George Smiley, en una nueva novela, La decisión de Karla, un proyecto con el que sus herederos responden a la “lista de deseos” que les dejó su padre al morir.
Harkaway imagina a su padre —fallecido en diciembre de 2020— sentado con un vaso de whisky mientras escribía esa carta, pensando en lo “muy divertido” que era.
Al abordar la cuestión, Harkaway, autor de novelas de ciencia ficción y misterio como Gnomon, Angelmaker o Titanium Noir, presentó una lista de candidatos, pero su hermano le convenció de que debía ser él mismo quien asumiera el reto.
Smiley, un personaje con mucho del propio Le Carré, quien fue espía antes que escritor, apareció como personaje secundario en la tercera novela del autor, El espía que surgió del frío (1963), antes de convertirse en protagonista en la trilogía mencionada.
Pero entre esa tercera novela —llevada al cine por Martin Ritt, y El topo, que tuvo una adaptación protagonizada por Gary Oldman— hubo casi “una década perdida”, y ahí sitúa la trama de La decisión de Karla.La historia comienza en la primavera de 1963, cuando Smiley deja su agencia secreta, Circus, pero su jefe, Control, lo convence para aceptar un último encargo relacionado con una emigrante húngara, un agente ruso que desertó y la desaparición del hombre al que debía asesinar.Harkaway, que al igual que su padre usa un seudónimo —su apellido real es Cornwell—, está convencido de que aún hay mucho que aprender sobre la Guerra Fría, una época marcada por la deshumanización y el desprestigio de la verdad.
En ese contexto, subraya, Smiley representa al hombre que lucha por preservar la moral, en una constante lucha interna sobre “qué y a quién es posible sacrificar y hasta dónde es posible llegar sin convertirte en lo mismo que el enemigo al que te enfrentas”.
Con más de sesenta millones de ejemplares vendidos y traducido a 36 idiomas, Le Carré fue uno de los escritores más leídos de las últimas décadas. Trabajó como espía durante casi una década y estuvo en el MI5 y en el MI6, una faceta que, más allá de sus novelas, preservó con discreción.“Existe esta idea en la literatura de que la tristeza es profunda y la alegría no, pero él era un hombre alegre en el sentido más profundo”, subraya. Y como escritor, comprometido: “La esencia del compromiso personal y político de mi padre era la compasión”.
Fuente: EFEFuente: telam
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