22/10/2025
Llegaron a la Argentina huyendo de Hitler, pero fueron a parar a una casa donde vivían nazis

Fuente: telam
El escritor Ariel Magnus parte de la historia real de sus abuelos, que enfrentaron en Buenos Aires la grieta que se había abierto en Alemania. Hoy, él vive en Berlín
>La historia es tan tremenda que cuesta creerla y el escritor argentino Ariel Magnus lo sabe. “Hay que poder imaginárselo: un judío que huye doce mil kilómetros de Hamburgo a Buenos Aires y cae justo en una casa en la que viven nazis. Hasta en una novela sonaría un tanto exagerado”, escribe. Ese hombre era su abuelo Heinz.
Es no fue todo, claro. El abuelo Magnus había traído un tocadiscos y ponía, fuerte, La internacional, ese canto obrero y socialista que llama a la revolución y que, en español, arranca: “Arriba los pobres del mundo / de pie los esclavos sin pan”. En alemán lo puso, claro. Todos entendieron, a la señora no le gustó.
Pasaron cosas, pasaban todos los días. Insultos, alguna pelea bastón en mano, la policía. Magnus lo cuenta y es un poco gracioso. Él mismo dice que en la familia se narraba esto con liviandad. Pero un día él, escritor, fue a una gira por Alemania. Y alguien le preguntó cómo convivían “los dos tipos de inmigración alemana” en la Argentina. Y le cayó la ficha.“Me siento más argentino que alemán”, dice Magnus, nacido en Buenos Aires en 1975. Pero ya no pudo sino preguntarse por esas dos identidades, la alemana y la judía. Las vueltas de la vida, este judío argentino hoy vive en Berlín. Y volvió a ser alemán: “Pero puedo perder mi alemanidad y volverme bastante judío cuando me encuentro entre alemanes o no alemanes de opiniones dudosas”, aclara.Porque los alemanes -como en la historia de Ariel Magnus, que se educó en el alemanísimo colegio Pestalozzi- conservaron muy fresca, muy viva, la raíz alemana. La regaron. Pero el ojo de Magnus está buscando a los alemanes judíos, entonces explica que ese colegio se creó como reacción al ímpetu nazi de colegio, la Goethe Schule. Los que no estuvieron de acuerdo con ese fervor se abrieron y ahí, al Pestalozzi, irían también los alemanes judíos en la Argentina. Los argentinos de origen judío y alemán.
Habrá mucho del recorrido de los alemanes por Argentino en este libro de poco más de 130 páginas que, en la Argentina, editó Interzona. Por ejemplo, se animará con la pregunta por si Perón era nazi: “Para muchos no hay duda de ello, incluso antes de llegar al poder”, escribe Magnus.. Y entre las pruebas exhibe la hospitalidad que, en 1945, les dio al líder y a Eva Rodolfo Freude, quien intervendría en la llegada de inmigrantes nazis tras la Segunda Guerra. O el haber “aprovechado” a los científicos nazis que huían. Pero ¿era nazi? Magnus señala cómo Perón rechazó el antisemitismo y se distanció de “elementos extremistas” en su partido. Y en el barrio de Once, señala, obtuvo el 37 por ciento de los votos. Además, subraya, fue el primer gobierno latinoamericano en abrir una embajada en Israel.
Fuente: telam
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