Miércoles 8 de Octubre de 2025

Hoy es Miércoles 8 de Octubre de 2025 y son las 22:17 ULTIMOS TITULOS:

08/10/2025

“La ira no aparece de golpe, es el resultado de todo lo que no dijimos a tiempo”: un audiolibro de Gisela Gilges para estar mejor

Fuente: telam

“El secreto es lo que hacemos con lo que nos pasa”, dice la coach. Y da algunas pistas de cómo hacerlo. Es parte de una serie para escuchar

>“La ira no aparece de golpe: es el resultado de todo lo que no dijimos a tiempo.” Con esa frase, la coach Gisela Gilges abre uno de los episodios más escuchados de su serie Tu experiencia de coaching, un pódcast original de Infobae que ahora puede descargarse en forma gratuita como audiolibro en Bajalibros. En esta entrega, titulada ¿Qué hago con la ira?, Gilges aborda una de las emociones más complejas y mal comprendidas del repertorio humano: el enojo.

La ira o el enojo son emociones tardías”, explica Gilges en el episodio. “Cuando uno siente ira es porque acumuló un montón de cosas que no dijo a tiempo y se fueron metiendo dentro de un globo, hasta que un día estalla”. Su metáfora del “globo que se infla” recorre toda la conversación: una imagen simple, pero precisa para describir lo que ocurre cuando el cuerpo y la mente no encuentran modo de liberar la tensión cotidiana.

Gilges insiste en que sentir enojo no está mal, ni tampoco expresarlo. “Lo único que hay que entender —dice— es por qué lo sentimos”. Y en esa comprensión está la clave de su propuesta: mirar hacia atrás para identificar aquello que callamos, que soportamos, que dejamos pasar sin decir. Porque, como explica con claridad, “el secreto nunca es lo que nos pasa, el secreto está en lo que hacemos con lo que nos pasa”.

Para explicar cómo funciona la ira, Gilges elige una escena de la vida diaria. Imagina a alguien que se despierta tarde, tira el café con leche, se cambia apurado y llega al auto con el mal humor en su punto máximo. En el camino, su jefe lo llama para apurarlo y, justo cuando todo parece salir mal, un desconocido lo choca por detrás. En ese instante, estalla.

La coach lo resume así: “Esa persona te hace estallar en mil pedacitos, y estallás con ella.” Pero no es ese golpe al auto lo que provoca la furia, sino todo lo anterior: una serie de pequeñas frustraciones que fueron inflando el globo hasta hacerlo explotar.

Gilges plantea entonces una pregunta sencilla pero crucial: “¿Qué hubiera pasado si ese mismo día hubiera empezado con buenas noticias?” Si en lugar de enojos acumulados hubiera recibido una llamada con un reconocimiento laboral o la alegría de una amiga. “Claramente vas a reaccionar diferente, porque tu globito no va a estar tan lleno.”

El hilo conductor del episodio es el valor de la expresión oportuna. “Una de las cosas más importantes es aprender a decir las cosas a tiempo”, afirma Gilges. No se trata de evitar el enojo, sino de drenarlo antes de que se transforme en explosión. “Cuando algo estalla, salpica para todos lados sin discriminación de qué es lo que mancha. Pero cuando algo lo drena una conciencia, yo elijo para dónde dirijo el exceso”.

Esa diferencia —entre desbordar y drenar— define buena parte del trabajo emocional que propone. La ira, recuerda, tiene una curva. “Las emociones crecen, llegan a su punto máximo y luego disminuyen. En ese pico, estamos gobernados por la emoción, y gobernados por la emoción nunca vamos a tomar buenas decisiones.”

A lo largo del episodio, Gilges propone distintas herramientas para enfrentar el enojo sin negarlo. La primera es caminar. “Cuando sientas que no sabés cómo decir lo que te molesta, empezá a caminar. Alejarte físicamente del punto también te aleja emocionalmente”. Mover el cuerpo, dice, ayuda a ver las cosas con distancia, “como si fuera la vida de un amigo o una película”.

La segunda herramienta es la respiración consciente. “Respirás profundo, mantenés la respiración y la dejás ir. Es una forma de oxigenar el cerebro y ver todo con un poco más de claridad”. Esa pausa, esa fracción de tiempo entre el impulso y la palabra, permite que la emoción deje de gobernar la reacción.

El episodio también invita a mirar el enojo ajeno con otra perspectiva. “Todo lo que alguien diga en un momento de ira es propio de un desborde emocional, pero no de una creencia real”, advierte. Escuchar desde ese lugar, sin convertirnos en receptores pasivos del malestar, permite no agrandar el conflicto. No se trata de justificar, sino de comprender el contexto emocional del otro.

Gilges propone una suerte de empatía práctica: reconocer cuándo el otro está dominado por su emoción y evitar responder desde el mismo lugar. “No para ser un residual del otro —aclara—, sino para no hacer de un problema más problemas.

En el tramo final, la coach plantea una idea central: si sentimos ira todos los días, quizá estemos cargando cosas acumuladas “de hace muchísimos años”. El mensaje es directo: hay que descomprimir, pero hacerlo a conciencia. “Eso —dice— es el secreto de ser adultos: poder descomprimir no porque toca, sino porque lo entiendo.”

Esta entrega forma parte del ciclo Tu experiencia de coaching, un pódcast producido por Infobae en el que Gisela Gilges aborda distintas emociones y desafíos de la vida cotidiana: el miedo, la culpa, la autoestima, el deseo. La serie, que combinó la intimidad de la conversación con el formato reflexivo del coaching, ahora está disponible en formato de audiolibro gratuito a través de Bajalibros, para escuchar en cualquier momento.

La próxima vez que te pase, acordate de mí —dice Gilges al cierre—. Entendé por qué te está pasando, revisá qué venís acumulando y descargalo de una manera que no te haga daño a vos ni a nadie a tu alrededor.

El episodio termina con un tono esperanzador, casi una promesa: entender la ira no como un enemigo, sino como un mensaje que el cuerpo nos envía cuando algo no está en equilibrio.

Fuente: telam

Compartir

Comentarios

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!