04/10/2025
A 10 años del primer debate presidencial: las frases y gestos más recordados de los protagonistas

Fuente: telam
Quiénes participaron y cómo fueron sus desempeños en las distintas instancias en que los candidatos a la Casa Rosada se enfrentaron en 2015, 2019 y 2023
>Hoy se cumplen 10 años del primer debate presidencial que tuvo a Mauricio Macri, por Cambiemos; a Sergio Massa por Unidos por una Nueva Alternativa ( UNA); a Margarita Stolbizer, por Progresistas; a Adolfo Rodríguez Saá, por Compromiso Federal; y a Nicolás del Caño, por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) como protagonistas. No asistió a esa primera instancia Daniel Scioli, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires que competía como candidato del Frente para la Victoria.
Ese 4 de octubre de 2015, el encuentro de los aspirantes a la primera magistratura - el primero de su tipo - estuvo organizado por la ONG Argentina Debate, con el apoyo del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), y la adhesión de una treintena de ONGs y universidades. Tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la UBA y estuvo moderado por los periodistas Marcelo Bonelli, Rodolo Barili y Luis Novaresio.
El otro fue el beso final del candidato de Cambiemos a su mujer Juliana Awada, frente a un Scioli que quedó mirando la escena, con su mujer, Karina Rabolini, al lado, y de quien finalmente se separó finalizada la campaña electoral.
Pese a que Scioli también tuvo algunas frases picante - como cuando le dijo “Conmigo, no, Mauricio. He hecho un culto a la independencia de los poderes”- , fueron mucho menos recordadas. En el imaginario popular, Macri quedó como ganador de la contienda, y ese debate fue la antesala del triunfo en segunda vuelta que lo depositó en la Casa Rosada, por poco menos de tres puntos por sobre el candidato del Frente para la Victoria.Lo que sucedió ese día se volvió un patrón común a los debates posteriores que hubo en la elección del 2019 y la del 2023: se recuerdan algunas frases de impacto o dichas con picardía, determinados gestos o errores, más que el contenido en sí de los debates presidenciales.El primero de los encuentros fue transmitido sólo a través de América TV de los de canales de televisión abierta, por Canal 26, de los de cable, y por dos emisoras de Mendoza, una de San Luis, así como por streaming a través de la señal de YouTube de Argentina Debate. La anunciada ausencia de Scioli, el candidato que lideraba las encuestas, hizo bajar las expectativas del debate.A partir de 2016, los debates presidenciales previos a las elecciones se volvieron obligatorios por ley. La Cámara Nacional Electoral (CNE) quedó a cargo de su organización y la reglamentación de todos los aspectos referidos a su realización para garantizar “un ámbito de neutralidad e igualdad”.
La norma dispone que deben realizarse dos debates antes de las elecciones generales, como sucedió en 2019 entre Macri y Alberto Fernández, y en un tercero en caso de balotaje, como ocurrió en 2023, entre Javier Milei y Sergio Massa.En 2019, los dos debates fijados por la nueva ley se llevaron a cabo el 13 y el 20 de octubre de 2019. Participaron seis candidatos: Macri, que aspiraba ser reelecto por Juntos por el Cambio; Del Caño, por el FIT; Alberto Fernández, por el Frente de Todos; Roberto Lavagna, por Consenso Federal, Juan José Gómez Centurión, por el Frente NOS, y José Luis Espert por el Frente Despertar.De ese primer encuentro, probablemente quedó en la memoria de muchos el “dedito acusador” de Fernández durante sus intervenciones, como se lo señaló Macri. Durante el debate, el candidato del Frente de Todos había acusado al entonces Presidente de mentir en varias oportunidades sobre los indicadores económicos de la gestión de Cambiemos, como la deuda y la pobreza, y las promesas incumplidas. “Usted no sabe”, repitió Fernández para contrastar los datos que Macri brindaba sobre su mandato, mientras levantaba el dedo en señal de reprobación.
Ese gesto le permitió a Macri recuperar la iniciativa sobre el final. “Volvió el atril, el dedito acusador, el canchereo. El kirchnerismo no cambió”, sostuvo el ex jefe de Estado ante las cámaras cerca del cierre del debate.A Macri se lo vio algo más nervioso en el segundo debate, y afrontó los mayores cuestionamientos por su política económica “Entérese Presidente, cuando termine su mandato va a dejar 5 millones de nuevos pobres”, disparó Fernández.
Lavagna, por su parte, utilizó un tono monocorde que opacó su exposición en Economía, donde más podría haberse lucido. Espert se mostró seguro y fue uno de se expresó con mayor naturalidad. Del Caño descolocó a sus contrincantes y a la audiencia con su pedido de un minuto de silencio por los muertos en Ecuador producto de la crisis social. Y Gómez Centurión tuvo un muy mal manejo de los tiempos con intervenciones deslucidas.A una semana de las elecciones del 27 de octubre de 2019, los seis candidatos a la presidencia volvieron a enfrentarse, esta vez en la Facultad de Derecho de la UBA. Fue moderado por los periodistas Marcelo Bonelli, María O’Donnell, Mónica Gutiérrez y Claudio Rígoli.
La batalla discursiva de este segundo debate tuvo como protagonistas, nuevamente, a Macri y a Fernández. La corrupción y el rol de Estado fueron los temas que dominaron el encuentro.Fernández eligió contraatacar con la mención al padre de Macri. “¿Presidente, usted se pregunta cómo en mis años de Jefe de Gabinete no vi la corrupción de la obra pública? ¿Usted en el clan Macri no vio la corrupción de la obra pública? ¿No vio lo que pasaba en su familia? Después, cuando su padre murió, nos contó que él era responsable de todo. Es difícil creer que no vio nada”.
La réplica de Macri no se hizo esperar, quien no ocultó la molestia por la mención a su padre: “Es de muy mal gusto citar a una persona que no está en este mundo y no se puede defender. Pero teniendo que tapar 51 contratos por 2.000 millones de dólares para (Lázaro) Báez con una empresa inexistente o los departamentos de Muñoz o las valijas de Antonini Wilson o los bolsos de (José) López, o la efedrina”, señaló.
Si bien Macri estuvo enfático en ese segundo debate y sólido al hablar de la lucha contra las mafias y el narcotráfico, no salió airoso al intentar responder las críticas sobre la situación socioeconómica de ese momento.Otro de los momentos más recordados de este segundo debate de 2019 fue cuando Lavagna se quedó en silencio durante unos pocos, pero eternos segundos en una suerte de lapsus durante su primera exposición sobre el tema Seguridad.
A minutos del cierre del debate, Macri parecía dar por sentado que llegaría a una segunda vuelta, envalentonado por su desempeño en el debate y luego de la multitudinaria marcha que había encabezado el día anterior sobre la Avenida 9 de Julio. “Aguantar la agresividad del kirchnerismo es duro, pero aguantar que digan que ellos son los que saben es imposible. Lo peor de todo es que voy a estar dentro de tres semanas escuchando lo mismo. Espero haberme ganado el cielo de por vida”, señaló.
Se equivocó. Fernández se impuso en las elecciones de octubre con el 48% de los votos en primera vuelta, sobre Macri, y no hubo balotaje ni tercer debate.El primer debate previo a la elección presidencial del 2023 tuvo lugar el 1 de octubre de ese año, y se realizó en el Centro de Convenciones Forum de Santiago del Estero. Participaron Javier Milei, por La Libertad Avanza; Sergio Massa, por Unión por la Patria; Patricia Bullrich, por Juntos por el Cambio; Juan Schiaretti por Hacemos por Nuestro País; y Myriam Bregman, por el FIT. Estuvo moderado por los periodistas Barili, Evangelina Ramallo, Esteban Mirol y Lucila Trujillo.Massa salió airoso frente a un escenario por demás difícil. Nunca se lo vio acorralado y mantuvo un tono calmo. Puso el foco en disociarse de la gestión de Alberto Fernández, a quien evitó mencionar en el debate, y se focalizó en enumerar las medidas que tomaría si llega a la presidencia.
Milei salió también bien parado porque logró mostrarse moderado y afianzado en su eje económico. Cuando todos estaban a la expectativa sobre si se mostraría irascible o perdería los estribos, se mostró “presidenciable” en control de la situación, al hablarle a un público por fuera de sus seguidores.
A Bullrich, con quien disputaba electorado, Milei le cuestionó imprecisiones sobre su plan económico. “Te voy a dar otra oportunidad para explicar tu plan económico”. Le reclamó que le “escapaba a la respuesta de cómo frenar la inflación” y contestaba con “la sarasa Plan integral”.
El aspecto más cuestionable del postulante libertario fue el de derechos humanos. Habló de “guerra” y “excesos de ambos lados” durante la última dictadura militar, al comparar el accionar de las organizaciones armadas en los 70’s con la ferocidad del terrorismo de Estado, y afirmar que “no fueron 30.000″, en referencia al número de desaparecidos.A Massa le cuestionó el “plan platita” y a su Gobierno (el del Frente de Todos) por haber aumentado “40 impuestos en 4 años”. En esa línea le preguntó a Massa “cómo siendo el peor ministro de Economía puede ser un buen Presidente”, y lo acusó de tener “cinismo” por esa pretensión. Pero no aprovechó el tema de la corrupción como uno de sus principales argumentos para cargar contra Massa. Especialmente a poco más de 24 horas de conocidas las imágenes de “yate-gate” de Insaurralde y el “Chocolate-gate” que expuso el sistema de recaudación política en la Cámara de Diputados bonaerense.
Quizás el que tuvo uno de los desempeños más parejos fue Schiaretti, con su mensaje por fuera de la grieta, cuestionando a Massa como a Bullrich por igual. Al primero por pertenecer a un gobierno que le inició juicio político a la Corte Suprema y no acató sus fallos, y a la segunda, por el espionaje ilegal en el gobierno de Macri.Bregman, en tanto, pronunció la que quedó como una de las frases más recordadas de este primer debate: llamó a Milei “gatito mimoso del poder económico”, convertida en Trending Topic casi al instante en la red social X. Defendió su postura en favor de la lucha por los derechos humanos (”Nuestra lucha no es ningún curro”) y apuntó contra Bullrich por sus políticas “represivas” como ministra de Seguridad de Macri.
El segundo debate en la carrera presidencial del 2023 tuvo lugar el 8 de octubre, y se realizó, nuevamente, en la Facultad de Derecho de la UBA como sede. Los moderadores fueron Bonelli, Mariana Verón, Sergio Roulier y Soledad Larghi.
Bullrich mejoró su performance en ese segundo debate y endureció su discurso, sabiendo que ponía en juego su posible entrada al balotaje, algo que finalmente no ocurrió. Los principales destinatarios de sus dardos fueron los postulantes de LLA y UxP. “Para cambiar hay un solo camino, terminar con los Insaurraldes y las mafias. Massa no puede porque es uno más de ellos; Milei se ha asociado con ellos”, sostuvo.
En otro momento del debate, lo cuestionó: >El candidato presidencial de Unión por la Patria estuvo más a la defensiva por los casos de corrupción del kirchnerismo y el escándalo de Chocolate Rigau en la Legislatura Bonaerense. Para despegarse del entonces gobierno nacional, hizo un recorte en el tiempo elogioso de su gestión al frente del municipio de Tigre, pese a que había sido varios años atrás. Consciente que su principal contrincante era Milei, cuestionó al postulante de La Libertad Avanza por sus propuestas en materia de salud, armas y mercado laboral, entre otros temas.
A una semana del balotaje, el 12 de noviembre de 2023, Massa y Milei debatieron por última vez en la Facultad de Derecho de la UBA, en el tercer encuentro organizado por la Cámara Nacional Electoral. Los moderadores fueron los periodistas Luciana Geuna, Pablo Vigna, Érica Fontana y Antonio Laje.
Massa dominó el debate y demostró ser un conocedor del manejo del Estado. Milei, en cambio, quedó a los ojos de la audiencia como menos experimentado, y se puso nervioso varias veces ante la estrategia adoptada por el ex ministro para sacarlo de su eje.“A mí no me vas a condicionar si contesto por sí o por no. Ustedes son unos mentirosos. Ustedes estuvieron engañando con los subsidios. No vamos a tocar las tarifas antes de permitir que la economía se recupere >Con el correr de los minutos, Massa tuvo el manejo de la conversación entre ellos, mientras Milei consumía su tiempo respondiendo las preguntas que le lanzaba el entonces ministro de Economía.
El líder de Unión por la Patria cuestionó al libertario por no conocer un sistema electrónico del Estado, pero en su comentario cometió un furcio que generó la risa de los asistentes. “O no conocés el Estado, y es mucho más grave, porque el 10 de diciembre tenés que presidir la Argentina. ¿Sabés qué es el GDE (por el Sistema de Gestión Documental Electrónica)?”, preguntó Massa, sin reparar en la afirmación que acababa de realizar. Milei insistió con que se lo explicara y le señaló: “Tenés tan asumido que voy a ser Presidente que me querés poner en un interrogatorio”.
En otro tramo del tercer debate, las acusaciones de corrupción realizadas por Milei, hicieron reaccionar a Massa: “Si tenés alguna prueba, te espero en Tribunales, si no retractate”, le recriminó el ex ministro molesto.
Según Gabriel Slavinsky, psicólogo y consultor político, un debate presidencial es “una herramienta de comunicación muy importante, que tiene alta repercusión. El formato funciona muy bien para sobre todo ratificar algunas convicciones o tomar algunas ideas, pero tiene mucho más que ver con la repercusión y la conversación posterior que con lo que pasa ahí en el momento”.
Fuente: telam
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