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01/10/2025

Stephen King, el autor más cuestionado en las escuelas de Estados Unidos según un informe de PEN América

Fuente: telam

El reporte señala que títulos como “Carrie” y “Apocalipsis” lideran la lista de obras retiradas de bibliotecas. El 80% se originaron en Florida, Texas y Tennessee

>Un nuevo informe sobre la prohibición de libros en las escuelas de Estados Unidos señala a Stephen King como el autor con más probabilidades de ser censurado y muestra que el país está dividido entre estados que restringen activamente obras y aquellos que intentan limitar o eliminar las prohibiciones.

Aproximadamente el 80% de esas prohibiciones se originaron en solo tres estados que han promulgado o intentado promulgar leyes que exigen la retirada de libros considerados objetables: Florida, Texas y Tennessee. Mientras tanto, PEN encontró pocos o ningún caso de retiradas en varios otros estados, entre ellos Illinois, Maryland y Nueva Jersey, que cuentan con leyes que limitan la autoridad de las bibliotecas escolares y públicas para retirar libros.

“Cada vez más, es la historia de dos países”, dice Kasey Meehan, directora del programa Libertad de Leer de PEN y una de las autoras del informe publicado el miércoles. “Y no es solo una historia de estados rojos y estados azules. En Florida, no todos los distritos escolares respondieron a los llamados para prohibir libros. Se pueden encontrar diferencias de un condado a otro”.

Según PEN, los libros de King fueron censurados 206 veces, siendo Carrie y Apocalipsis algunos de los 87 títulos suyos afectados. La obra más prohibida de cualquier autor fue el clásico distópico de los años sesenta de Anthony Burgess, La naranja mecánica, para la cual PEN encontró 23 retiradas. Otros libros y autores que enfrentan amplias restricciones incluyen Vendido de Patricia McCormick, Para siempre de Judy Blume y Breathless de Jennifer Niven, así como numerosas obras de Sarah J. Maas y Jodi Picoult.

“Esto funciona como una forma de ‘obediencia anticipada’”, señala el informe, “arraigada en el miedo o simplemente en el deseo de evitar temas que puedan considerarse controvertidos”.

El informe de PEN llega en medio de continuos esfuerzos de censura no solo por parte de estados y activistas conservadores, sino también del gobierno federal. El Departamento de Educación puso fin a una iniciativa de la administración Biden para investigar la legalidad de las prohibiciones y ha calificado todo el asunto como un “engaño”. Las cifras de PEN incluyen la retirada por parte del Departamento de Defensa de cientos de libros de las bibliotecas escolares de K-12 (N. de la R: desde jardín de infantes hasta duodécimo grado) para familias militares, como parte de una campaña general contra las iniciativas DEI (N. de la R: en inglés, siglas de Diversidad, Equidad e Inclusión) y el pensamiento “antiamericano”.

“Sus libros suelen ser retirados de los estantes cuando se apunta a títulos ‘para adultos’ o libros con ‘contenido sexual’ —estas prohibiciones afectan abrumadoramente a contenidos LGBTQ+ y libros sobre raza, racismo y personas de color—, pero también afectan a títulos como los de Stephen King”, dice Meehan. “Algunos distritos —por ser excesivamente cautelosos o temerosos de un castigo— aplican criterios tan amplios que terminan retirando también los libros de Stephen King”.

La metodología de PEN difiere de la Asociación Estadounidense de Bibliotecas, que también publica informes anuales sobre prohibiciones y desafíos. Las cifras de PEN son mucho más altas en parte porque la organización de libre expresión cuenta cualquier libro retirado o restringido por cualquier periodo de tiempo, mientras que la ALA solo cuenta las retiradas o restricciones permanentes.

El informe de PEN no incluye datos sobre prohibiciones en Ohio, Oklahoma, Arkansas y otros estados “rojos” porque los investigadores no pudieron encontrar documentación adecuada. Meehan añade que PEN tampoco conoce el impacto total de las leyes estatales.

“Se ha vuelto cada vez más difícil cuantificar el alcance de la crisis de la prohibición de libros”, dice Meehan. “En un estado donde se aprueba una ley de prohibición, no tenemos los datos para saber si todas las escuelas de ese estado se vieron afectadas. Nuestros datos son una instantánea. Es lo que pudimos recopilar a través de lo que se informa públicamente, en sitios web o lo que los periodistas han descubierto”.

Fuente: telam

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