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01/10/2025

La apuesta estratégica de Suiza y Noruega por el acuerdo EFTA-Mercosur: “Lo más importante son las inversiones, no solo los aranceles”

Fuente: telam

Los embajadores de los dos países en Argentina destacaron el potencial del tratado para atraer inversiones y abrir mercados sofisticados. El impulso al estancado pacto con la UE, que podría firmarse en diciembre

>Los embajadores de Suiza y Noruega en Argentina defendieron este martes la importancia estratégica del acuerdo de libre comercio entre la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) y el MERCOSUR, “Cuando estuve en Centroamérica, en Panamá y Costa Rica, el intercambio comercial aumentó entre 20 y 40% durante los primeros dos o tres años de entrada en vigor” de un acuerdo similar, explicó Hans Bortis, embajador suizo, durante una conferencia organizada por la Cátedra Unión Europea de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), en el que participó Infobae. Las proyecciones, agregó Bortis, apuntan a que el crecimiento podría alcanzar el 50% para 2040.

El acuerdo, que tardó ocho años en negociarse, enfrenta ahora el desafío de la ratificación parlamentaria en los ocho países involucrados: los cuatro miembros de EFTA (Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein) y los del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Y es precisamente en este proceso donde podrían surgir las mayores resistencias, especialmente en Suiza, donde el sector agrario mantiene un peso político relevante pese a su escasa contribución económica.

El embajador noruego Halvor Sætre enfatizó que se trata de un “acuerdo de quinta generación” que equilibra el libre comercio con criterios de sustentabilidad. “Para nosotros es un equilibrio entre, sí, el libre comercio, pero también un libre comercio muy equilibrado, muy sustentable”, explicó Sætre, añadiendo que incluye períodos de transición y cláusulas de salvaguarda que lo hacen “bien manejable y maduro”.

Ambos diplomáticos subrayaron que el tratado va más allá de la mera reducción arancelaria. “Lo más importante son las posibilidades de dar más confianza a inversores”, señaló Sætre, destacando los capítulos sobre inversiones y servicios, particularmente relevantes para sectores como energía y marítimo, donde Noruega tiene especial interés.

A pesar del optimismo, los embajadores reconocieron que el proceso de ratificación parlamentaria enfrentará obstáculos, particularmente en Suiza, donde existe la posibilidad de que se convoque un referéndum.

Bortis no descartó una consulta popular en su país, donde el sector agrario representa menos del 3% del PIB pero cuenta con 40 de los 200 diputados en la Cámara de Representantes actuando como lobbistas. “Hay temas muy importantes para nosotros, relacionados con la sostenibilidad y el sector agrario”, advirtió el diplomático, aludiendo a las diferencias abismales entre la política agrícola argentina —con retenciones e impuestos— y la suiza, “completamente subvencionada” desde la Segunda Guerra Mundial.

Los grupos ecologistas y sectores de izquierda suizos, tradicionalmente escépticos ante los tratados de libre comercio, podrían movilizarse contra el acuerdo esgrimiendo argumentos relacionados con la deforestación amazónica y otros temas medioambientales. Sin embargo, el embajador recordó que en los últimos 30 años, Suiza ha votado favorablemente en siete de 12 consultas sobre asociación y cooperación europea, un récord que ningún país miembro de la UE puede igualar.

Los diplomáticos sudamericanos presentes en el encuentro coincidieron en destacar el significado geopolítico del acuerdo, que va más allá de las cifras comerciales.

El embajador brasileño, Julio Glinternick Bitelli, subrayó el “pragmatismo moderado” con el que los gobiernos del MERCOSUR —de diferentes signos ideológicos— trabajaron “codo con codo” para alcanzar el acuerdo, y su efecto demostración: tras el anuncio, países como Canadá, Japón, Indonesia, Vietnam, El Salvador y República Dominicana han manifestado su interés en negociar con el bloque sudamericano.

El embajador uruguayo, Diego Cánepa, fue aún más allá, calificando el tratado como “un cambio de paradigma” para su país y el MERCOSUR en su conjunto. Destacó una innovación crucial: por primera vez en la historia del bloque sudamericano, el acuerdo permite su entrada en vigor bilateral entre un país de cada bloque una vez ratificado, sin necesidad de esperar a que todos los miembros completen el proceso legislativo. “Para Uruguay esto es sumamente importante”, enfatizó el diplomático, cuyo país proyecta convertirse en el primero en ratificar el tratado durante el primer semestre de 2025.

Los representantes de EFTA y MERCOSUR coincidieron en que su acuerdo podría acelerar las negociaciones entre el bloque sudamericano y la Unión Europea, estancadas desde hace años. “Mis amigos de la Unión Europea me dijeron: ‘Es una pena que ustedes fueran más rápidos’”, bromeó Bortis, atribuyendo la celeridad a la menor complejidad de negociar entre cuatro países en lugar de 27.

La EFTA, compuesta por Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein —países que suman aproximadamente 20 millones de habitantes frente a los 270 millones del MERCOSUR— representa mercados de alto poder adquisitivo y altamente exigentes en innovación, competitividad y tecnología. Según Bortis, esto constituye una ventaja adicional: “Un producto del MERCOSUR que entra en mercados muy exigentes, sofisticados, también abre puertas para mercados mucho más grandes que son los países vecinos, como Alemania, Francia, Italia”.

Fuente: telam

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