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01/10/2025

Esther Duflo, Premio Nobel: “Hay que pensar en los economistas como plomeros calificados”

Fuente: telam

Con su libro, la estudiosa invita a descubrir historias de innovación social, mostrando cómo detalles sencillos pueden transformar la realidad de millones en todo el planeta

>La llamada llegó de manera inesperada:El texto reproduce su lección inaugural de la cátedra Pobreza y Políticas Públicas del Collège de France, pronunciada en noviembre de 2022, donde la autora propone repensar la economía desde el terreno, enfocada en los detalles concretos de la política pública. El título retoma una de sus metáforas más eficaces: el economista debe actuar como un plomero, encargado de asegurar que los mecanismos invisibles detrás de cada política funcionen de verdad y en beneficio de las personas. “Tiene sentido pensar en los economistas no como puros científicos, sino como técnicos, ingenieros o incluso plomeros calificados”.

El desarrollo se apoya en la experiencia de Duflo, pionera de la evaluación experimental en políticas sociales. A lo largo del libro, muestra cómo la economía del desarrollo ha cambiado en las últimas décadas, pasando de la abstracción teórica al enfoque práctico. De acuerdo con la autora, el método experimental, similar a los ensayos clínicos en medicina, posibilita extraer lecciones precisas y replicables de proyectos aplicados sobre el terreno. Esta transformación ha hecho posible que, entre 1990 y 2019, el porcentaje de la población mundial que vive con menos de $1,90 al día bajara del 15,8% al 8,7%. “En 2019, el 8,7% de la población mundial —668 millones de personas— vivía con menos de 1,90 dólares diarios. La proporción se redujo casi a la mitad desde 2010”.

La propuesta de la autora se opone a una mirada exclusivamente macroeconómica y prioriza la dimensión humana de los cambios sociales. “Uno no se enamora de un índice de crecimiento”, señala Duflo antes de probar que los avances en bienestar —en indicadores como mortalidad materna, acceso a educación y alimentación— pueden y deben medirse aparte del crecimiento económico en bruto.

El libro desarrolla con ejemplos concretos cómo la evidencia experimental desafió los prejuicios del campo social. El debate sobre la mejor estrategia para erradicar la malaria en África —regalar mosquiteros impregnados vs. cobrarlos— se resolvió a partir de experiencias en terreno y datos objetivos. Como reconoce William Easterly: “Parece que @JeffDSachs acertó más que yo con relación a la efectividad del reparto masivo de mosquiteros para luchar contra la malaria en África.”

El concepto del economista-plomero atraviesa todo el texto. Duflo insiste en que detalles pequeños, como la redacción de un formulario o el proceso administrativo para solicitar una ayuda, pueden hacer fracasar o funcionar una política. En Marruecos, relatará la autora, visitar los hogares y facilitar la burocracia duplicó la demanda de conexión a agua potable y mejoró la salud y el bienestar familiar: “El proceso de solicitud era complicado... Cada solicitante debía presentarse en persona con un montón de documentos, y si faltaba uno, debía volver”.

La última parte aborda los límites de la intervención pública frente a desafíos globales como la desigualdad y el cambio climático. Según datos que aporta, “En 2019, el 10% de los ciudadanos más ricos del mundo son responsables, por su consumo, de casi el 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero”. La autora llama a los gobiernos a financiar mecanismos internacionales de compensación y adaptación, y resalta la importancia de políticas coordinadas y sostenidas.

El cierre trae la dimensión personal al relato. Una estudiante de la autora debatió dejar su doctorado para dedicarse al activismo climático, hasta que optó por investigar soluciones concretas para movilizar a la sociedad. La respuesta fue contundente: “Los activistas son indispensables para que avancen las decisiones políticas. Quizás hacer cualquier otra cosa es perder el tiempo.

♦ Esther Duflo (París, 1972) es economista, cofundadora y directora del Abdul Latif Jameel Poverty Action Lab (J-PAL), profesora en el MIT y en el Collège de France, y Premio Nobel de Economía 2019.

Fuente: telam

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