18/09/2025
Crisis, reformas y acuerdos internacionales: los primeros 100 días de Lee Jae-myung en la presidencia de Corea del Sur

Fuente: telam
La revista TIME entrevistó al mandatario surcoreano y realizó un repaso sobre las medidas que implementó, promoviendo la innovación tecnológica y fortaleciendo lazos internacionales. Luego de asumir en medio de una crisis política, busca brindarle estabilidad a su país
>El ascenso de El contexto de la llegada de Lee al poder estuvo marcado por el Luego de asumir la presidencia, Lee y su equipo encontraron oficinas desordenadas y recursos básicos ausentes, reflejo de la tensión y el desorden heredados. “Fue un periodo muy ocupado y caótico”, reconoció Lee a TIME, aludiendo a la magnitud de los desafíos iniciales.
En respuesta a la crisis interna, el nuevo mandatario implementó medidas para estabilizar la situación. Entre las primeras acciones, impuso un tope de 600 millones de wones (unos USD 430.000) a los créditos hipotecarios para frenar la especulación inmobiliaria en Seúl, una de las ciudades más densamente pobladas del mundo. Además, promulgó una nueva ley laboral que reduce la responsabilidad legal de los trabajadores en huelga y distribuyó vales de consumo por un total de USD 10.000 millones, con montos entre USD 110 y USD 330 por persona según el nivel de ingresos, para estimular el comercio local. Sobre esto, afirmó: “Uno de mis mayores logros es que la situación política interna de Corea del Sur se ha estabilizado”.El plan de reformas de Lee va más allá de la coyuntura inmediata. Consciente de la pérdida de dinamismo económico —el PIB creció solo un 2% en 2024, menos de la mitad del promedio de Asia-Pacífico—, el presidente incrementó en casi un 20% el gasto en ciencia y tecnología.Su objetivo es transformar Corea del Sur en una de las tres principales potencias mundiales en inteligencia artificial, para lo cual el gobierno invertirá USD 71.500 millones en los próximos cinco años. En julio, Tesla firmó un acuerdo de USD 16.500 millones para fabricar chips de IA en la nueva planta de semiconductores de Samsung en Texas, consolidando la apuesta surcoreana por la innovación tecnológica.En el ámbito internacional, Lee buscó reposicionar a Corea del Sur como un “puente” entre Oriente y Occidente. A diferencia de la tradicional cercanía de su partido con China y la distancia respecto a Japón y Estados Unidos, Lee eligió Tokio como primer destino de su agenda exterior.La estrategia diplomática de Lee también incluyó un acercamiento a Japón, con la firma de la primera declaración conjunta en 17 años, y una postura pragmática frente a China y Corea del Norte. El presidente surcoreano insistió en la necesidad de mantener la cooperación con Estados Unidos en el nuevo orden global y en las cadenas de suministro, pero sin antagonizar a China.
Los desafíos internos persisten y Corea del Sur enfrenta una de las tasas de natalidad más bajas, el mayor índice de suicidios y el desempleo juvenil más alto entre los países desarrollados.
La deuda pública escaló hasta los USD 930.000 millones, lo que genera dudas sobre la viabilidad de los ambiciosos planes tecnológicos del gobierno. Además, el presupuesto del próximo año contempla la adquisición de 150.000 procesadores especializados para IA, aunque la red eléctrica nacional ya muestra signos de saturación.Las medidas mencionadas y otras tantas, provocaron una caída en su popularidad, que descendió del 63% en julio al 51% en agosto, aunque posteriormente se recuperó tras el éxito de las negociaciones con Trump.
El perfil personal de Lee Jae-myung añade una dimensión singular a su liderazgo. Nacido en una familia campesina pobre en el este rural de Corea del Sur, fue el quinto de siete hijos y trabajó desde niño en el campo y en fábricas, donde sufrió un accidente que le dejó una discapacidad permanente.Las perspectivas para Corea del Sur bajo el mandato de Lee están marcadas por la incertidumbre geopolítica. La relación con Estados Unidos se ha visto tensionada por incidentes como la detención de más de 300 trabajadores surcoreanos en una fábrica de Hyundai-LG en Georgia, mientras que la influencia de China y la imprevisibilidad de Corea del Norte añaden complejidad al panorama.
El presidente surcoreano abogó por una reactivación del diálogo con Pyongyang (Corea del Norte), proponiendo una hoja de ruta en tres etapas —suspensión, reducción y eventual eliminación de armas nucleares— a cambio de un alivio progresivo de las sanciones, aunque expertos y exfuncionarios norcoreanos consultados por TIME consideran improbable una desnuclearización completa.
Fuente: telam
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