06/09/2025
Del entusiasmo a la cautela: el consumo masivo se frenó y las consultoras corrigen sus estimaciones para el año

Fuente: telam
Los analistas ajustaron sus cálculos y prevén un incremento mínimo en las ventas respecto del año anterior. La debilidad de poder adquisitivo y la caída de la confianza del consumidor afectaron la demanda
>El consumo masivo atraviesa un año de contrastes. Después de la caída de 2024, las principales consultoras proyectaban para este año una marcada recuperación, impulsada por la recomposición del poder adquisitivo de la población y un escenario de menor inflación. Sin embargo, los datos de los primeros ocho meses mostraron un Las nuevas estimaciones para el consumo masivo (alimentos, bebidas, artículos de limpieza e higiene) apuntan a un avance de entre 2% y 2,5% en unidades, según la consultora, para todo 2025.
El ajuste a la baja refleja la dificultad para muchos de los hogares para sostener mayores niveles de compra, el cambio de hábitos hacia presentaciones más pequeñas y frecuentes, y la fuerte heterogeneidad entre canales. Este panorama contrasta con el entusiasmo de comienzos de año, cuando se proyectaban cifras de hasta 8% de crecimiento.Osvaldo del Río, director de Scentia, recordó que a comienzos de año se proyectaba una expansión de entre 2,5% y 5%. Sin embargo, hoy la estimación se ubica más cerca de la franja inferior. “Hoy nos encontramos más en banda inferior que en superior. Va a seguir siendo un año complicado, muy heterogéneo en comportamiento de los canales”, afirmó el directivo, en diálogo con Infobae. Según el consultor, diciembre de 2023 marcó un boom de consumo que dejó un piso difícil de igualar. “Todos los canales estuvieron negativos, entre 5% y 15%. El almacén, por ejemplo, quedó 6 puntos abajo respecto de un año que ya había sido malo. El crecimiento de este año -que será menor al previsto- es sólo una suave recuperación”, explicó.En cuanto a los canales, los supermercados todavía enfrentan dificultades para recomponer volúmenes. De hecho, según datos preliminares, en agosto habrían vuelto a caer las ventas entre 4 y 5% interanual. “Lo que le costó al súper fue recuperar porque la gente se volcó a compras más frecuentes de menores cantidades. Todavía sigue siendo muy barato el súper -la diferencia de precios en una canasta de 15 productos asciende a 20%-, pero la gente hace compras de dos o tres unidades y va a los comercios de barrio”, agregó el consultor.En cuanto a los mayoristas, cuyas ventas en julio cayeron 7%, Del Río afirmó que “perdieron atractivo entre los consumidores finales debido a que el stockeo dejó de ser una variable usada por la gente”. Por otra parte, los autoservicios y almacenes compran mucho de forma directa o vía distribuidores, lo que también explica que estos canales crezcan a diferencia del canal mayorista.El especialista detalló que los negocios de barrio, en particular los almacenes, cobran mayor relevancia en localidades del interior, donde los supermercados son menos frecuentes. Allí, los productos de venta de distribución directa, como bebidas alcohólicas y lácteos, representan cerca del 50% del total. En paralelo, el autoservicio también mantuvo un peso importante gracias a la llegada de distribuidores que compiten con el mayorista. “Todo eso te permite terminar positivo en la suma de los canales”, señaló del Río.Los números de Scentia muestran que el consumo acumulado del año (a julio) se ubica 0,8% positivo en el total de los canales. “El año está jugado. A lo sumo puede pasar que los últimos tres meses sean mejores”, sostuvo.
Julián Fernández, Analytics & Insights Manager de NielsenIQ, también contó que la consultora revisó a la baja sus proyecciones. Dijo que la expectativa inicial era mucho más optimista. “La expectativa fue cambiando bastante. Arrancó muy positiva y hoy está menos positiva. El año pasado tuvimos una caída enorme. Según nuestra medición, 2024 terminó 16% abajo de 2023, la baja más fuerte de los últimos 20 años”, afirmó.
Y agregó: “Partíamos de una base muy baja. Pensábamos que este año iba a haber una recuperación de poder adquisitivo y sobre ese supuesto basábamos la expectativa de 8% de repunte. Pero cuando empezó el año la estimación se redujo a 5% porque la recuperación de salarios fue más lenta en los sectores bajos; y ahora la proyección es de un crecimiento de 2%”, dijo.NielsenIQ mide cerca de 100 categorías de bebidas, alimentos, cosmética y limpieza a través de escaneo en supermercados, autoservicios, kioscos, almacenes, petroleras, farmacias y perfumerías. También realiza auditorías en puntos de venta en AMBA e interior del país. “Lo que vimos fue una reducción muy grande del poder adquisitivo. Todas las categorías tuvieron caídas muy parecidas”, explicó Fernández.Julián Fernández detalló que las clases medias altas y altas, que representan un cuarto de la población empezaron a destinar más recursos a viajes y autos en detrimento de un mayor consumo masivo; y las clases más bajas, que tienen un peso fuerte en este consumo, no evidencian recuperación de ingresos. “El ABC1 dedica 20% de su presupuesto a consumo masivo. Los sectores más bajos, 40%”, destacó Fernández. Hoy, según sus datos, la recuperación, aunque leve, estuvo liderada por los segmentos medios y medios altos, mientras que los más vulnerables siguieron golpeados.El ejecutivo precisó que actualmente la proyección de NielsenIQ es de más 2% para 2025, lo que equivale a un consumo casi similar al del año pasado promedio por habitante.Hizo referencia también a la Julián Fernández destacó que en los supermercados reaparecieron las marcas premium gracias a una política de promociones más agresiva. “El año pasado se habían caído y este año, con mucha promo, volvieron a estar más accesibles. Las promociones (sin contar las bancarias) pesaban 15% al inicio de 2024 y ahora representan 30% del total de la facturación. Se duplicaron”, enfatizó.
Fuente: telam
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