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15/08/2025

Estrés crónico: cómo daña al cerebro y aumenta el riesgo de enfermedades graves

Fuente: telam

Investigaciones recientes muestran que el exceso de cortisol por estrés disminuye la capacidad del cerebro para adaptarse, lo que facilita la aparición de ansiedad, depresión y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer

>El Diversos estudios documentaron que el La disminución de la neuroplasticidad limita la capacidad para resolver problemas y afrontar cambios. Además, el estrés prolongado induce procesos inflamatorios que imitan la respuesta a una infección, incluso sin que exista un patógeno. Esta inflamación puede dañar tejidos cerebrales y contribuir al desarrollo de trastornos como ansiedad, depresión o de estrés postraumático (TEPT). La profesora de Psicobiología Carmen Pedraza Benítez y la neurocientífica Margarita Pérez Martín, citadas por la BBC, advirtieron que estos cambios neurobiológicos también se relacionan con el inicio o la aceleración de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

La alteración del sueño es otro factor crítico en la relación entre estrés y cerebro. Conforme a testimonios recogidos por American Brain Foundation, el neurólogo Teshamae Monteith y el psiquiatra Elaine Peskind subrayaron la importancia del sistema glinfático, responsable de eliminar del cerebro proteínas potencialmente tóxicas como la beta-amiloide y la tau. Este sistema funciona de forma más eficiente durante el sueño profundo. La falta de descanso adecuado reduce su actividad y permite la acumulación de desechos, lo que aumenta el riesgo de deterioro cognitivo. Incluso una sola noche de privación de sueño puede elevar los niveles de amiloide en el cerebro, según estudios de neuroimagen.

El impacto del estrés no se limita a enfermedades de curso lento. En el caso del TEPT, por ejemplo, el estrés extremo genera respuestas hormonales anómalas: los niveles de cortisol pueden mantenerse normales en reposo, pero descender en situaciones de tensión, lo que agrava los síntomas. Esta disfunción se asocia con una actividad excesiva en los sistemas cerebrales relacionados con la noradrenalina, otra hormona del estrés. Los tratamientos que bloquean receptores específicos en el cerebro mostraron resultados prometedores para reducir síntomas como pesadillas o alteraciones del sueño vinculadas a traumas.

De acuerdo con especialistas de Medline Plus, los efectos a largo plazo del estrés crónico abarcan desde el deterioro de la memoria y la concentración hasta un mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y trastornos metabólicos. El Neurology Center for Epilepsy and Seizures señala que las áreas más afectadas incluyen el hipocampo, implicado en la memoria; la amígdala, que regula las emociones; y la corteza prefrontal, relacionada con la toma de decisiones. Cuando estas regiones sufren alteraciones, se dificulta mantener la atención, se acentúa la reactividad emocional y se compromete la capacidad para planificar.

Mayo Clinic advirtió que la sobreexposición al cortisol prolonga la activación del sistema de respuesta al estrés y altera procesos digestivos, reproductivos e inmunológicos. También aumenta la probabilidad de desarrollar hipertensión, problemas de sueño, aumento de peso y dolores musculares crónicos. La respuesta de cada persona al estrés depende de factores genéticos, experiencias de vida y habilidades de afrontamiento adquiridas. Quienes sufrieron traumas infantiles o vivencias extremas tienden a mostrar reacciones más intensas ante factores estresantes.

La BBC destacó que el autocuidado implica reconocer el propio estado de tensión antes de que se cronifique. Muchas personas llegan a normalizar el estrés constante y no perciben sus efectos hasta que aparecen problemas físicos o emocionales. Identificar las señales tempranas —como irritabilidad, problemas de memoria, dificultades para dormir o fatiga persistente— permite intervenir antes de que el daño sea mayor.

En casos de síntomas graves o persistentes, los especialistas recomiendan acudir a un profesional de la salud mental o a un neurólogo para evaluar la situación y definir un plan de tratamiento. La intervención temprana puede prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.

Fuente: telam

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