15/08/2025
Identidad en riesgo: el banco genético que busca a bebés robados por la dictadura ya no depende de sí mismo

Fuente: telam
El Banco Nacional de Datos Genéticos fue impulsado por Abuelas de Plaza de Mayo. Un decreto de este año lo degradó y ya no es autónomo, pero el Senado puede restablecer esa condición
>El Estado argentino tiene una deuda que no se cuenta en dinero sino en respuestas. En verdades sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. Aún no esclareció dónde están los cuerpos de los desaparecidos. Tampoco develó las verdaderas identidades de todos los bebés que fueron robados a sus familias y criados por otros, que se apropiaron de ellos o que los adoptaron de buena fe.
El Banco, creado en 1987 como una dependencia del Estado nacional, obtuvo autonomía y autarquía en 2009, a través de una ley. Pero eso fue revertido en mayo de este año a través de un decreto presidencial que determinó que el organismo perdiera esas condiciones y empezara a depender de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Jefatura de Gabinete.
En la práctica, la pérdida de autonomía puede suponer que la decisión sobre el inmueble en el que funciona el BNDG ya no dependa del propio organismo, que acondicionó allí su archivo biológico. También puede implicar que, por ejemplo, ante la falta de insumos básicos, el banco ya no dependa de sí mismo para reponerlos y continuar con su investigación en los tiempos de funcionamiento habituales.
El Banco Nacional de Datos Genéticos fue creado en 1987, durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Lo impulsaron las Abuelas de Plaza de Mayo, que para ese entonces habían trabajado en la creación de un “índice de abuelidad” junto a científicos como Víctor Penchaszadeh y Mary Claire King.El índice permite comparar el perfil genético de alguien que se acerca a la Justicia o a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Co.Na.D.I.) con la sospecha de ser familiar de un desaparecido con un grupo de perfiles genéticos pertenencientes a una misma familia. Así es como el BNDG logra confirmar o descartar si esa persona que duda sobre su historia tiene vínculo filial con alguna de las familias que todavía buscan a ese bebé que les robaron hace medio siglo.Desde su creación, el BNDG permitió identificar a 86 de los 140 nietos y nietas que encontraron las Abuelas de Plaza de Mayo hasta ahora. La institución funcionó durante muchos años en un espacio del Hospital Durand hasta que se trasladó a un edificio en Córdoba al 800. Allí funciona su bio-banco, donde se conservan muestras genéticas de personas que ya murieron pero que dejaron ese material para que la búsqueda de ese familiar robado no se detenga hasta encontrarlo. Allí trabajan 37 personas, entre técnicos y administrativos.A los 86 nietos encontrados por el organismo desde su creación hasta hoy, se suma el hallazgo de unos 50 hijos de madres cuyos bebés fueron robados al momento del nacimiento, no en el contexto de la última dictadura sino en escenarios en los que, por lo general, les comunicaron a esas madres que los chicos habían nacido muertos y luego los traficaban ilegalmente.
Hasta ahora, 50 personas que habían sido robadas a sus madres justo después de nacer pudieron saber la verdad a través del cotejo de los perfiles genéticos. Accedieron a su verdadera identidad, a su verdadera historia. A través de la extracción de sangre o de un hisopado y del trabajo de los científicos especializados pudieron conocer aquello que les había estado vedado desde el principio.
“Si el Banco ya no puede funcionar como siempre, con la autonomía de la que goza desde 2009, la búsqueda de las Abuelas puede quedar trunca”. Lo dice Guillermo Pérez Roisinblit, un abogado de 46 años al que, en el año 2000, una joven apenas más grande que él se le acercó a decirle que creía que eran hermanos.El fin de la autarquía y autonomía del BNDG se anunció como una búsqueda de mayor “eficiencia y efectividad” en el decreto que firmó el presidente Javier Milei. Es la misma gestión que había dejado acéfalo durante 34 días al organismo que, asegura, busca optimizar. Es que, en medio del fin del período concursado por Mariana Herrera Piñero, doctora en Ciencias Biológicas y directora técnica del BNDG desde 2015, no se llamó a un nuevo concurso a tiempo para renovar autoridades.
Herrera, que acaba de ser reconocida como Personalidad Destacada en el ámbito de los Derechos Humanos por la Legislatura Porteña, fue prorrogada en el cargo hasta que se lleve a cabo el concurso demorado.Hay madres a las que, para robarles a su hijo, les dijeron que ese bebé había nacido muerto. Hay abuelas que murieron buscando a sus nietos, otras que todavía los buscan. Hermanos y hermanas a los que les falta un integrante de la familia. Sobrinos que todavía no conocieron a su tío. Hombres y mujeres que se hacen preguntas sobre su identidad.
El BNDG es la institución que, a través de la certeza científica, puede otorgar respuestas. Y hasta que esas respuestas lleguen, es el organismo que puede garantizar que el material genético esté en condiciones de insistir con la pregunta. De exigirle al Estado que responda por lo que hizo.Fuente: telam
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