02/08/2025
El mundo frente al avance del mar: cuáles son los países más vulnerables y qué escenarios proyectan los expertos

Fuente: telam
El ascenso del océano redefine costas y pone en riesgo territorios enteros. Un especialista consultado por Infobae advierte que los datos confirman un proceso acelerado que forzará migraciones y transformará comunidades
>El aumento delEl caso de Tuvalu, primera nación que inicia unaSegún informes de la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés), la aceleración de este fenómeno ya afecta a comunidades enteras y obliga a repensar estrategias de adaptación y supervivencia: “Los lugareños se están quedando sin opciones de adaptación, ya que la construcción de diques, la plantación de manglares y la mejora de los sistemas de drenaje ya no son viables”.
Según indicó el investigador Gerardo Perillo, licenciado en geología y doctor en oceanografía, miembro del CONICET y de la Academia Nacional de Ciencias, en diálogo con Infobae, “el fenómeno no se puede parar”, y la humanidad debe prepararse para convivir con un proceso que avanza sin retorno.
Comprender el nivel medio del mar (NMM) resulta fundamental para dimensionar el problema. Perillo explicó que no es un valor que se pueda observar directamente, sino que se calcula a partir de miles de mediciones de marea realizadas cada año en estaciones distribuidas por todo el mundo. “La forma más simple es que se toman todos esos valores y se los promedia”, detalló el experto, aunque aclara que el método en realidad es mucho más complejo. Para establecer la variación a lo largo del tiempo, se grafica el NMM anual y se analiza la tendencia, idealmente con más de 50 años de datos.Además, el nivel del mar no sube de manera uniforme en todo el planeta: existen regiones donde el ascenso es mucho mayor y otras donde incluso desciende, debido a factores locales como la subsidencia del terreno o la extracción de agua subterránea.La NASA señala que el NMM es un indicador esencial del estado del clima, ya que integra información sobre el calentamiento oceánico y el deshielo de masas de hielo. Desde 1993, los satélites permiten medir con precisión el aumento global, que actualmente promedia alrededor de 3,4 milímetros por año, aunque con variaciones regionales significativas.El ascenso del nivel del mar es consecuencia directa del cambio climático y responde principalmente a dos procesos: el deshielo de glaciares y capas de hielo, y la expansión térmica del agua oceánica. Desde la NASA manifiestan que “las temperaturas oceánicas están aumentando, lo que lleva a la expansión del océano. Y a medida que las capas de hielo y los glaciares se derriten, agregan más agua”. “Una de las razones del ascenso del NMM es justamente el calentamiento de los océanos que produce una expansión de la superficie del mar. El deshielo, no solo de los polos, sino especialmente de Groenlandia, lo que hace es aportar agua al mar”, indicó Perillo.Según estimaciones de la agencia, la pérdida de masa de Groenlandia aumentó de 34.000 millones de toneladas anuales en la década de 1990 a 247.000 millones entre 2012 y 2016. En el caso de la Antártida, la pérdida casi se cuadruplicó en el mismo periodo. La NASA advierte que, si todo el hielo terrestre se derritiera, el nivel del mar subiría más de 60 metros, aunque este escenario es extremadamente improbable en el corto plazo.
A estos factores se suma la alteración del ciclo del agua por actividades humanas, como “Lo que realmente es preocupante del aporte de agua es que disminuye la salinidad del mar, especialmente en las zonas polares y subpolares de los océanos. Allí se forman las masas de agua que luego se hunden y viajan a lo largo del fondo oceánico. Pero como las aguas ahora son menos saladas, la capacidad de hundirse disminuye y eso hace que se ralentice el gran sistema de circulación oceánica que es, en definitiva, lo que controla el clima de la Tierra”, agregó Perillo.Las proyecciones para las próximas décadas varían según los escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero. El Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) estima que, para 2100, el nivel del mar podría aumentar >Perillo afirma que “todos los lugares con costas bajas están sujetos a potenciales inundaciones debido del ascenso del NMM”.En Fiyi, por ejemplo, la erosión y las inundaciones destruyeron viviendas y cultivos, y la única defensa posible parece ser la reubicación de comunidades, aunque muchas personas se resisten por sus lazos ancestrales con la tierra.
En Asia, Bangladesh enfrenta un riesgo extremo: más del 40% de su población vive en el delta del Ganges-Brahmaputra, una zona que se hunde por la extracción de agua subterránea. Según Perillo, “un mínimo ascenso del NMM es suficiente para inundar más del 30% del país”.En Estados Unidos, la NOAA destaca que casi el 30% de la población reside en zonas costeras, y que el ritmo de ascenso es mayor en el Golfo de México y la costa atlántica media, debido a procesos como el hundimiento del terreno y la erosión. Ocho de las diez mayores ciudades del mundo están cerca del mar, lo que multiplica la vulnerabilidad de infraestructuras críticas.
El impacto del aumento del nivel del mar se manifiesta en inundaciones más frecuentes, erosión de costas, salinización de acuíferos y pérdida de hábitats naturales. La WMO estima que al menos 50.000 habitantes de islas del Pacífico enfrentan cada año el riesgo de desplazamiento.La migración climática ya es una realidad en lugares como Tuvalu y otras islas de Oceanía, y podría convertirse en tendencia global a medida que más territorios se vuelvan inhabitables. En el sudeste asiático, la intensificación de ciclones y lluvias extremas agrava la situación, como ocurrió en Filipinas en 2024, cuando una serie de tifones desplazó a más de 1,4 millones de personas.
El consenso científico es claro: el ascenso del nivel del mar continuará durante siglos, incluso si se detuvieran hoy las emisiones de gases de efecto invernadero.
La experiencia de Fiji y Filipinas muestra que la adaptación requiere no solo soluciones técnicas, sino también sensibilidad cultural y apoyo internacional. El desafío es global y urgente: preparar a las comunidades para convivir con un mar que avanza, y diseñar políticas que permitan mitigar los daños y proteger a quienes viven en la primera línea del cambio climático.
Fuente: telam
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