29/07/2025
El grito de Edvard Munch, los secretos de la obra que se volvió un ícono global

Fuente: telam
Más de un siglo después de su creación, la pintura noruega realizada en cartón aún asombra a expertos y público general. En qué se inspiró y por qué su conservación es un desafío
>En 1893, La De acuerdo con National Geographic, la obra ha traspasado barreras, logrando comunicar emociones profundas que todavía conmueven a diferentes generaciones.
La infancia de Munch estuvo marcada por la muerte y la enfermedad. Las pérdidas familiares dejaron heridas imborrables, traducidas en episodios recurrentes de depresión y ansiedad. El pintor noruego buscó consuelo en el alcohol, complicando aún más su salud emocional y física. Sin embargo, volcó esta experiencia vital en su producción artística: “En mi arte he intentado explicarme la vida y su sentido”, declaró. Esta reflexión vital fue el impulso para que Munch rompiera con los modelos académicos tradicionales.Contrario a la creencia común, Munch creó cuatro versiones de “El grito” entre 1893 y 1910. La original, sobre cartón y única firmada por el artista, permanece en Oslo. Ese año, realizó un boceto en pastel y cera, también sobre cartón.
En 1895, produjo otro boceto al pastel, la única pieza aún en manos privadas; adquirida en 2012 por el inversor Leon Black por aproximadamente 120 millones de euros. En 1910, Munch elaboró una versión más esquemática en témpera y óleo, actualmente en el Museo Munch. Existen, además, alrededor de treinta litografías basadas en la imagen, una de ellas coloreada a mano por el propio artista.Munch relató que sintió “un gran grito en toda la naturaleza” durante un atardecer junto a los fiordos de Oslo. La figura principal se cubre los oídos ante un sonido abrumador, más que emitir un propio grito. El color rojo del cielo intensifica la sensación opresiva, contrastando con los tonos azules y verdes del resto de la escena. El rostro, despojado de detalles, refuerza la angustia universal.
“El grito” de 1893 destaca por estar realizado sobre cartón, un soporte poco habitual y frágil, quizás elegido por rapidez o falta de materiales convencionales. Esta condición ha favorecido la aparición de manchas y pérdida de superficie. Análisis recientes han identificado manchas de cera que hacía tiempo se creían excrementos de pájaro, probablemente resultado de una vela.El paisaje de “El grito” retrata Oslo desde la colina de Ekeberg, mostrando la ciudad y su catedral al fondo, junto a embarcaciones surcando el fiordo. Reducido a líneas elementales, el entorno corresponde de manera fidedigna a esta zona hoy urbanizada.
El célebre cielo ha generado teorías diversas: una alude a los colores anómalos que dejó la erupción del Krakatoa en 1883; otra, elaborada por científicos de Oxford y la Universidad de Londres, sugiere que las nubes nacaradas (un fenómeno que ocurre a -80℃ y grandes alturas) inspiraron el cromatismo de la escena.Tal como destaca National Geographic, la pintura ha superado su condición artística y se ha transformado en icono cultural, comparable a la Mona Lisa o La joven de la perla.
Se encuentra reproducida en camisetas, tazas y carteles, e inspira desde memes hasta sátiras políticas. Incluso posee un emoji propio, señal de su arraigo en el imaginario colectivo y su capacidad de transmitir sentimientos compartidos a escala global.
Fuente: telam
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