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25/07/2025

Fue piloto, se obsesionó con los circuitos y brilla en la F1: Hermann Tilke, responsable de reformar el Autódromo de Buenos Aires

Fuente: telam

El ingeniero alemán tiene a Nürburgring como su “Biblia” y hace 30 años que inventa y transforma los escenarios. Cómo se crea una pista y cuál sería su “Tilkódromo” soñado. Su particular método de trabajo. Por qué dejó de lado sectores históricos del Oscar y Juan Gálvez

>Fue aquella tarde en la que cambió para siempre la vida de Hermann Tilke. Su tío lo llevó a ver una carrera en el Nordschleife de Nürburgring, por entonces de 28 kilómetros y que hoy con 22 sigue siendo el circuito más largo y peligroso del mundo. El flechazo por los autódromos fue inmediato y el adolescente alemán de 16 años supo cuál era su propósito en la vida. Despuntó el vicio como piloto, pero su lugar estaba debajo de los autos de carrera. Se recibió de ingeniero civil y fundó su empresa que, con el correr de los años, se convirtió en la más importante del mundo a la hora de diseñar trazados para la Fórmula 1, y su nuevo desafío es estar a cargo de la mayor transformación en la historia del Oscar y Juan Gálvez de la Ciudad de Buenos Aires.

Nürburgring fue un imán y pasó a correr allí en sus carreras de larga duración llamada VLN y, junto a Dirk Adorf, lograron algunos triunfos. También participó en las legendarias 24 Horas del Ring (como se lo conoce a Nürburgring). Pero las curvas de ese mítico escenario, con sus variantes veloces, otras cerradas, como el icónico Carrusel que luce igual como en la época de Juan Manuel Fangio, las subidas y bajadas, o hasta una recta de 3 kilómetros, llevaron a Tilke a volar su imaginación para poder construir autódromos.

Nürburgring fue su “Biblia” y, luego de recibirse como ingeniero civil, en 1983 fundó Tilke Engineers & Architects (Tilke, Ingenieros y Arquitectos). Se especializó en diseño de circuitos de carrera, tanto para automovilismo como para motociclismo. Aunque su vínculo con Bernie Ecclestone, quien estuvo a cargo de la F1 por más de 40 años, fue clave para llegar al gran circo.

Aunque su bautismo en cuanto a diseñar un circuito de F1 desde cero fue el de Sepang, en Malasia, que ingresó en el calendario en 1999 en lugar de Argentina. Luego gestó otros 13 trazados: Sakhir (Bahréin en 2004); Shanghái en (China en 2004); Estambul, en (Turquía en 2005); Marina Bay (Singapur en 2008); el Callejero de Valencia (España en 2008); Yas Marina (Abu Dhabi en 2009); el Circuito Internacional de Corea del Sur (2010); Buddth (India en 2011); el Circuito de las Américas en Austin (Estados Unidos en 2012); Sochi (Rusia en 2014); Bakú (Azerbaiyán en 2016); Yeda (Arabia Saudita en 2021); y Las Vegas, en Estados Unidos (2023). Se suman el Circuito Callejero de Madrid que será sede en 2026 y el de Qiddiya, en pleno desierto de Arabia Saudita y que estaría listo en 2030. Además, Tilke reformó cinco trazados: Hockenheim y el Circuito de Gran Premio de Nürburgring (no el Nordschleife largo de 22 kilómetros), ambos en 2002; Fuji (2005), Barcelona (2007), y el Hermanos Rodríguez de México (2015).

Su nuevo desafío es el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez. La base de este proyecto fue armar un circuito para el Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad, más conocido como MotoGP por su categoría reina. A diferencia de su plan anterior en 2018, cuando fue contratado exclusivamente para un desarrollo de F1 y por eso ahí se incluyó la zona del lago, esta vez las dos ruedas servirán como trampolín para intentar recuperar a la Máxima. Aunque también Tilke explicó que “las velocidades de los autos y las motos serían muy altas en la zona del lago”, en diálogo con Carburando. Por eso presentó el proyecto que se conoció el lunes y que generó polémica en el ambiente porque no incluye a lugares clásicos del autódromo porteño como los mixtos de los Circuitos 8 y 9, la Bajada Juan María Traverso, la S del Ciervo ni la mencionada zona del lago con las veloces rectas largas, el Curvón Salotto y la Chicana de Ascari. De todas formas, fue un boceto que deberá ser homologado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y la Federación Internacional del Motociclismo (FIM).

Tiene antecedentes que fueron criticados por los fanáticos, como el conocido “Atentado a la Velocidad” por su corte a Hockenheim, que “cortó” el conocido trazado germano (pasó de 6.823 a 3.736 metros) y su parte más veloz quedó abandonada y hoy está cubierta de plantas. También la reducción que hizo en el Red Bull Ring que pasó de 5.942 a 4.318 metros. A partir de esas modificaciones, todos los escenarios que tuvieron la mano del alemán se conocen en el ambiente como “Tilkódromos”. Aunque a favor puede mencionarse la nueva versión del Hermanos Rodríguez mexicano o el Circuito de las Américas de Austin.

La topografía del terreno puede transformar por completo el carácter de un circuito. El Circuito de las Américas es un ejemplo paradigmático: tras una recta de salida plana, la pista asciende bruscamente hacia la primera curva, lo que le otorga una personalidad única. “La elevación es lo que hace que ese primer giro sea icónico”, afirmó Hermann. Este tipo de detalles, que parecen anecdóticos, son el resultado de un análisis minucioso de la orografía y de la búsqueda constante de elementos que desafíen tanto a pilotos como a ingenieros. Por ejemplo, el terreno pantanoso de Shanghái obligó a los Tilke y su equipo a cubrir el suelo con una capa de poliestireno antes de verter el hormigón, una solución poco convencional para garantizar la estabilidad del circuito chino. “Teníamos unos 60 o 70 metros de pantano”, contó Hermann, quien optó por este método para que la pista pudiera soportar el peso de los monoplazas de F1. Este tipo de desafíos técnicos, que van mucho más allá del simple trazado de curvas y rectas, ilustran la complejidad y creatividad que exige el diseño de circuitos modernos.

No todos los desafíos son técnicos o logísticos. En el caso del Autódromo de Sochi, en Rusia, la convivencia con los organizadores de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 complicó la ejecución del proyecto. “No éramos bien recibidos por los demás responsables de la construcción de los estadios. Querían terminar, nosotros también. Eran muchas cosas a la vez”, rememoró Hermann.

La seguridad es un pilar fundamental en el trabajo de Tilke. “Nadie quiere que un piloto se haga daño, por lo que la FIA trabaja a fondo para promover la seguridad, tanto en los coches como en las pistas”, explica el diseñador. Aun así, reconoce que “no se puede tener un 100 % de seguridad, siempre habrá un porcentaje de peligro”. El objetivo es lograr circuitos sean exigentes para los pilotos, pero que minimicen las consecuencias graves. “Intentamos diseñar circuitos en los que sea fácil que los pilotos cometan un error. El problema con la F1 es que los coches y los pilotos son los mejores del mundo y no suelen cometer errores, pero lo intentamos”, añadió.

La versatilidad es otra de las señas de identidad de la firma. Muchos circuitos deben adaptarse tanto a la F1 como a MotoGP o a competiciones de autos de Turismos. “Por lo general diseñamos el circuito para que sirva para todas las disciplinas, lo que siempre supone un compromiso”, señaló Hermann. Las diferencias entre coches y motos afectan a la seguridad, el diseño y el comportamiento en curva. “En una pista de F1 siempre tienes que pensar en crear oportunidades para adelantar. Para coches GT (Gran Turismo) esto no es tan importante porque con ellos es más fácil hacer sobrepasos”, detalló.

El diseño de circuitos urbanos plantea restricciones adicionales. “No puedes derribar una casa para hacer una curva. Hay que trabajar mucho los detalles”, comentó Hermann. La experiencia de los pilotos profesionales permite acercar los coches al muro en la salida de las curvas, pero el margen de maniobra es mucho menor que en un circuito permanente. En tanto que su empresa creció de forma exponencial desde sus inicios. “En aquella época teníamos de ocho a 10 ingenieros, ahora tenemos más de 150 ingenieros y arquitectos. Todo cambia y evoluciona”, señaló Hermann.

Pero, ¿cuál sería un circuito ideal para Hermann Tilke? “Uno que tenga muchos cambios de elevación para que el coche se aligere, que es lo que ocurre en el Nordschleife. Diseñamos uno en las montañas cerca de Tokio que se llama Magarigawa Club, que es para aficionados que se quieran divertir. Bilster Berg en Alemania también es muy extremo y es muy apreciado por los fans. Me gusta cuando el coche se queda muy ligero y casi salta en la zona de frenada. Una parte del Nordschleife es así y la pista australiana de Bathurst cuenta con una sección parecida. Me gusta cuando hay que ser cuidadoso a la hora de frenar. Esos elementos hacen que correr sea muy divertido”, indicó en su nota con Red Bull. Y sus circuitos preferidos que no fueron diseñados por él, respondió que “Spa-Francorchamps en Bélgica. El Nordschleife alemán es uno de los circuitos más interesantes del mundo. También me gusta Bathurst, hice algunas carreras allí y fue todo un reto”.

Hermann Tilke, el famoso diseñador de los circuitos de la F1, tuvo su primera visita oficial a la Argentina en el anuncio de la vuelta del MotoGP para 2027. Su presencia ante los medios el lunes pasado dan cuenta de su compromiso con el proyecto presentado en el Autódromo de Buenos Aires. “Va a quedar un circuito para 50 años”, avisó sobre el proyecto que se convertirá en el cambio más fuerte en los 73 años de historia del escenario capitalino.

Fuente: telam

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