14/07/2025
Supersticiones, arrepentimientos y aprendizajes de Björn Borg tras una carrera que transformó la historia del tenis

Fuente: telam
A sus 69 años, el sueco repasó su trayectoria en el circuito, compartió anécdotas inéditas y reflexionó sobre la influencia familiar y los cambios en el deporte
>En diálogo con The Times, el extenista sueco reveló aspectos poco conocidos de su vida personal y profesional, desde sus inicios en Södertälje hasta su vínculo con Leo, su hijo menor, que hoy transita el circuito profesional bajo la sombra y la inspiración de su apellido.
Borg nació en Södertälje, a 29 kilómetros al sur de Estocolmo, y desde muy joven mostró un talento excepcional para el deporte. Su ascenso fue meteórico: en 1974, con apenas 18 años, se convirtió en el campeón más joven del Roland Garros.Su dominio en las canchas se caracterizó por su fortaleza física y mental. Según relató a The Times, su frecuencia cardíaca en reposo era de apenas 32 latidos por minuto, lo que le permitía mantener un rendimiento óptimo incluso en partidos de larga duración. “Estaba en una forma física increíble. Por eso, cuando jugaba partidos, nunca me cansaba, ni siquiera si jugaba seis horas”, destacó.
Sin embargo, la presión y la exposición mediática lo llevaron a tomar una decisión inesperada: retirarse del tenis profesional a los 26 años. Borg explicó que perdió la motivación y sentía que no podía ser él mismo fuera de la cancha. “Al final, estaba en mi habitación todo el tiempo. Eso no era divertido. Me presioné mucho, no solo por mí, sino también por el tenis”, confesó en la entrevista. Tras su retiro, se dedicó a una empresa de ropa que lleva su nombre y formó una familia en Estocolmo.El tenis que conoció Borg en sus inicios era un deporte tradicional, pero su generación transformó el ambiente y la percepción pública. “Cuando llegué al tenis, era un deporte muy tradicional. Pero lo cambiamos: nos convertimos en estrellas del rock“, relató a The Times.Su carácter competitivo se forjó desde la infancia. Borg recordó que, a los 11 o 12 años, su mal comportamiento en la cancha le valió una suspensión de seis meses en su club de tenis. “Estaba muy decepcionado, pero al volver no dije nada. Me dije: ‘Eso no va a volver a pasar’. Fue una gran lección”, relató.
La relación entre Borg y su hijo Leo ofrece una perspectiva singular sobre la paternidad en el deporte de alto rendimiento. Leo, quien en su infancia destacó como futbolista, sorprendió a la familia al decidir dedicarse al tenis.El intento por transmitirle su experiencia a Leo dio lugar a una anécdota reveladora. “Cuando era un poco mayor, le dije: ‘Quizás pueda enseñarte algunas cosas’. Me respondió: ‘Papá, no entiendes nada de tenis’”, recordó el extenista.
Borg observa con interés la evolución del tenis y destacó los avances en materia de igualdad de género. “Me encanta ver jugar a las mujeres. Creo que deberían cobrar lo mismo que los hombres. Si nos fijamos en el tenis masculino y femenino actual, están igualados”, opinó durante la entrevista con The Times.Entre los momentos más curiosos de su vida tras el retiro, Borg recordó su intento de subastar los trofeos obtenidos durante su carrera, en 2006. Aclaró que no lo hizo por necesidad económica, sino por el deseo de dejar atrás esa etapa.
“No fue la decisión correcta. John McEnroe me llamó varias veces y me dijo: ‘No puedes vender tus trofeos de Wimbledon’. Finalmente, me costó más dinero comprarlos de vuelta”, comentó. La relación con su histórico rival se ha mantenido cercana a lo largo de los años, al punto de intercambiar bromas y pedidos personales.Borg también se refirió a la película Borg vs. McEnroe, que retrata su rivalidad con el estadounidense. Considera que la representación de su carácter fue demasiado seria, aunque disfrutó el resultado final y destacó que su hijo Leo lo interpretó de niño.
Fuente: telam
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