12/07/2025
Tipo de cambio real: mejores condiciones para exportar a EE.UU. y Europa, pero retraso frente a China y Brasil

Fuente: telam
El indicador del Banco Central revela al inicio de julio diferencias significativas entre los principales socios comerciales, lo que afecta la capacidad exportadora y las ventajas para importar y acumular reservas
>Una preocupación constante entre economistas es el nivel del Aunque, en términos generales, el tipo de cambio real resulta de la variación de tres variables: los precios internos, la cotización del dólar en la plaza local y el valor de la divisa en los principales socios comerciales (de exportación e importación), el enfoque predominante se ha centrado en el nivel del tipo de cambio.
Incluso en el escenario actual, con un En una economía que a lo largo de décadas operó bajo regulaciones y políticas discrecionales, que provocaron confiscaciones y múltiples defaults e incumplimientos de compromisos con el FMI, los precios relativos quedaron distorsionados. Por eso, se asume que la forma más sencilla y rápida de ajustar la competitividad cambiaria es realizando devaluaciones periódicas, en lugar de fomentar una baja de los precios internos, en especial en el sector de las manufacturas industriales de origen no agropecuario, a partir de desregulaciones y apertura de la economía que posibilite la baja de costos.El promedio de la serie de tipo de cambio real multilateral (Itcrm) que el Banco Central calcula diariamente desde 1997 se ubicó hasta 2023 en 115,5 puntos (base 17 de diciembre de 2015, fecha en la cual comenzó el gobierno de Mauricio Macri y se eliminó el cepo cambiario vigente desde fines de 2011, al cierre de la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner). Luego, descendió a 80,4 en el último día de la gestión de Alberto Fernández, se recuperó a 95,1 como promedio en el primer año del actual gobierno de Javier Milei, volvió a caer a 82,2 en la primera mitad de 2025 y subió a 90,2 en el presente.El BCRA elabora este índice considerando el precio relativo de los bienes y servicios argentinos frente a los de los principales 12 socios comerciales del país. Se pondera cada uno según el flujo comercial de manufacturas, con un promedio móvil de 12 meses: 31% para Brasil, 19% para China, 19% para el conjunto de la zona del euro, 14% para Estados Unidos y 17% para el resto (India, Vietnam, Japón, Canadá, Reino Unido, México, Uruguay, Chile y Suiza).El análisis histórico del ITCR bilateral evidencia diferencias considerables con esos países.
En los primeros ocho días de julio de 2025 varios países registraban índices por encima del promedio general de 90,7 unidades: Reino Unido 94,6; promedio Sudamérica 94,6; Canadá 99,2; Estados Unidos 100,7; Suiza 101,7; zona del euro 104,8; México 108,2 y Uruguay 109. En estos casos, se generan mejores condiciones para la competitividad de las exportaciones argentinas.Los precios relativos y los tipos de cambio sirven como referencia de la productividad empresarial y la competitividad global, pero en los flujos comerciales también inciden las condiciones macroeconómicas de cada país, la política arancelaria aplicada a las importaciones y a la fijación de derechos de exportación -como en Argentina- y las expectativas generadas por el programa de gobierno, especialmente en momentos como el actual en el que la economía transita de un modelo sumamente regulado hacia una mayor apertura al mundo.
Esa combinación de factores determina el saldo del flujo comercial de bienes y de la cuenta corriente de la balanza de pagos, donde además, se registran los movimientos del turismo internacional emisivo y receptivo, los pagos de intereses de la deuda, los préstamos y la operatoria de exportaciones e importaciones de servicios profesionales, culturales y otros.Si bien la cuenta corriente es deficitaria, el ministro Para explicar esa “tranquilidad” en el equipo económico, mostró un gráfico en el que compara la relación actual de Argentina (entre 1,5% y 2% del PBI) con superávit fiscal, muy inferior a la que tuvieron otros países por crisis de financiamiento al sector público, con tipo de cambio fijo o Unión Monetaria.Si bien el escenario ideal es lograr una balanza de pagos con alto nivel de intercambio comercial y de servicios, y resultado equilibrado que no ejerza presión de apreciación o depreciación sobre la moneda nacional, la realidad argentina actual es distinta.Por ese motivo, el equipo económico de Posteriormente, el índice fue reduciéndose de manera sostenida a valores más compatibles con una economía estable, sin déficit fiscal, sin rezagos cambiarios y tarifarios, con recuperación en las variables de crecimiento y reducción de la pobreza.
El objetivo es volver a atraer inversiones externas y recomponer las reservas del Banco Central.En su análisis el economista escribía: “Para la economía argentina la debilidad del dólar a nivel global es una gran noticia: mientras el peso se deprecia el resto de las monedas se aprecia -como el caso del real- y permite una mejora relevante de competitividad. Puesto de otro modo: Brasil en estas vacaciones de invierno ya no estará tan regalado para los argentinos, como sucedió en el verano. Y para los brasileños que lleguen a la Argentina los precios ya no estarán por las nubes”.
El economista Alberto Cavallo estimó que “El índice PPP de PriceStats, que compara miles de productos idénticos (electrónica, comida y naftas), muestra una fuerte caída: la canasta es hoy 1% más barata que en EE.UU. De esas tres categorías, los electrónicos siguen mostrando la mayor diferencia. Aunque el costo relativo cayó 25 puntos porcentuales desde enero 2025, siguen siendo 52% más caros en Argentina”.Modificar esa senda y buscar una corrección cambiaria que eleve el índice de tipo de cambio real multilateral a un nivel hipotético de 100 puntos en la serie del BCRA, si no existen fundamentos claros que lo respalden como apropiado para las actuales condiciones macro, micro y socioeconómicas, puede llevar a repetir fracasos del pasado.
Fuente: telam
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