01/07/2025
Del descuido a la catástrofe: por qué los antivirus ya no alcanzan para proteger a las empresas

Fuente: telam
El costo promedio de un robo de datos en la región superó los USD 2,7 millones, un 15% más que el año anterior
>En el entorno digital actual, cada vez más complejo, los datos sensibles se han convertido en el recurso más codiciado por los cibercriminales. Información financiera, historiales médicos, bases de clientes y accesos internos son blancos frecuentes de ataques. Aun así, muchas organizaciones siguen confiando exclusivamente en firewalls y antivirus como principales defensas, una estrategia que hoy es claramente insuficiente.
En 2023, más del 60% de las medianas empresas en América Latina sufrieron incidentes de ciberseguridad con consecuencias directas: interrupciones operativas, exposición de datos y deterioro reputacional. El costo promedio de un robo de datos en la región superó los USD 2,7 millones, un 15% más que el año anterior.
El caso de una clínica en Buenos Aires lo demuestra. Aunque contaban con firewalls y antimalware, un simple correo con ransomware bastó para encriptar sus sistemas, exponer datos de pacientes y paralizar la atención durante días. Fue un punto de inflexión: comprendieron que la ciberseguridad requiere gestión especializada y constante. Los ataques han evolucionado. Ya no son virus aislados ni campañas genéricas de phishing. Hoy combinan tecnología e ingeniería social, muchas veces potenciadas por inteligencia artificial. El ransomware incorpora esquemas de doble extorsión: según “The State of Ransomware 2024” de Sophos, el 54% de las organizaciones afectadas debió pagar rescates promedio de USD 169.000. En América Latina, el porcentaje sube al 62 por ciento.Frente a este escenario, no alcanza con soluciones tradicionales. Un firewall bloquea tráfico malicioso conocido, pero no detecta amenazas que se camuflan como tráfico legítimo. Solo un centro de operaciones de seguridad (SOC) activo las 24 horas puede identificar movimientos laterales o conexiones sospechosas.
Otro factor clave es la gestión de vulnerabilidades. Tener un sistema de actualización no garantiza protección si no se aplican parches rápidamente y según el riesgo. Se estima que el 60% de los incidentes se deben a actualizaciones no aplicadas a tiempo.Los antimalware tradicionales detectan amenazas conocidas, pero no detienen ataques de día cero ni comportamientos maliciosos sin firma. Las soluciones EDR (Endpoint Detection and Response) brindan visibilidad profunda sobre los dispositivos y permiten actuar en tiempo real. A esto se suma la microsegmentación, que limita el alcance de un atacante incluso si logra ingresar.
El factor humano sigue siendo el eslabón más débil. El 82% de los ataques exitosos en la región comienzan con un click imprudente. Programas de capacitación continua y simulaciones de phishing reducen significativamente este riesgo.Adoptar un modelo gestionado mediante un proveedor especializado (MSSP) ofrece una respuesta robusta. Estos servicios se ocupan del monitoreo 24x7, detección y respuesta en tiempo real, evaluación de vulnerabilidades, aplicación de parches, supervisión de configuraciones críticas y cumplimiento normativo. Además, permiten acceder a tecnologías avanzadas –como EDR, SIEM y threat intelligence– sin grandes inversiones iniciales.
Contar con equipos certificados, como CISSP o CEH, asegura consultoría especializada y alineación con normas clave como ISO 27001, PCI-DSS o RGPD.Y prepararse no significa ser expertos en seguridad, sino saber con quién aliarse para enfrentar los riesgos con visión estratégica.
El autor es CEO & founder de BlokaFuente: telam
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