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24/06/2025

Las confesiones de Juan Carlos Onganía: el dictador que nunca se arrepintió y su fugaz candidatura a presidente en 1995

Fuente: telam

Después de haber sido presidente de facto al derrocar a Arturo Illia, en 1995 se candidateaba para la primera magistratura. El recuerdo de cómo transcurrió el reportaje. Un mano a mano áspero con el dictador a 30 años de su muerte

>-¿Se reconoce un dictador?

Corrían los primeros meses de 1995 y ya se vivía el característico clima previo de las elecciones nacionales. Carlos Menem era presidente y aspiraba a su reelección, esta vez con Carlos Ruckauf como vice, para intentar un segundo mandato. Su principal rival era el mendocino José Octavio Bordón, acompañado por Carlos Chacho Alvarez, representando al FREPASO (Frente País Solidario). Pero entre tantos otros, también se presentaba para sorpresa de muchos el militar Juan Carlos Onganía, el mismo que había sido presidente de facto derrocando al radical Arturo illia en 1966 e interrumpiendo por la fuerza su gobierno democrático.

-¿Para qué quiere ser presidente?, fue la pregunta inicial, de muchas, para buscar saber por qué intentaba mezclarse en cuestiones políticas a los 81 años.

-¿A usted qué modelo de país lo atrae?

-El que desarrollé en mi gobierno, que era sólido, no como el de ahora. Hoy la ciudadanía no sabe a quién votar. Y si lo sabe es porque está dirigida por la publicidad, por temores...

Otro episodio que marcó a fuego aquel período dictatorial ocurrió a fines de mayo en 1969 en la ciudad de Córdoba y se lo llamó “El Cordobazo”, uno de los mayores levantamientos de la historia. Fue un estallido popular que continuó a otras grandes movilizaciones estudiantiles, acompañadas por obreros en Corrientes, Tucumán y Rosario. Todas reprimidas con violencia por la dictadura militar que generó muertos. Las revueltas por entonces se sucedían una tras otra, pero el hecho que provocó el fin del mandato de Onganía fue el secuestro y asesinato del teniente general Pedro Eugenio Aramburu por parte de Montoneros a fines de mayo en los años 70. Por eso el 8 de junio la Junta de Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas decidió reemplazarlo por el general Roberto Marcelo Levingston.

En la charla salió a la luz el tema del Cordobazo y La noche de los bastones largos, y lo consulté al respecto: “Esa pregunta me produce una repugnancia muy grande”, respondió con fastidio y amagó con concluir el diálogo, reprochándoles a sus colaboradores que según él le habían dicho que se trataría de una “entrevista familiar”.

-Usted sabe que los golpes de Estado generaron incertidumbre y caos a la población...

-¿Por qué asegura que cuando derrocó a Illia no violó la Constitución, sólo aceptó la presidencia, no se entiende?

-Lo dijeron quienes hicieron la revolución en aquellos años.

-Puede ser, admito que sí. Fue un poco arbitraria la convalidación, pero creo que esto no me invalida para ser presidente. ¿Qué se debía hacer entonces con ese gobierno que había caído en un vació de autoridad?

-El gobierno no tenía autoridad. Fue elegido sólo con el veintitrés por ciento de los votos y con prohibición de partidos.

-Pero fue elegido democráticamente.

-¿Por qué aceptó ser presidente de facto?

-A propósito del velatorio de Arturo Frondizi, allí usted dijo al referirse al derrocamiento de Illia dijo: “lo haría otra vez”. ¿Puede aclararlo?

La sola mención de Arturo Illia lo enervaba, pero a la vez era consciente de que como él lo había destituido debía dar explicaciones. Pero detestaba hacerlo. Y se lo reprochaba a sus asistentes: “Ustedes no lo quieren creer. Insisten con las notas y otra vez me tiran lo del derrocamiento de Illia.

-Puede ser, puede ser, no sé. En esos años los radicales estaban comprometidos. Ellos decían que era mejor perder por un golpe de Estado y no por ese gobierno. Está escrito. Faytt, el ministro de la Corte Suprema actual dijo que la presidencia no era para mí, que era para otro. Yo no tuve la responsabilidad. Me dijeron: “Este es el gobierno que nosotros queremos”. Y yo ahí sí cometo la falta porque acepté.

-¿No podía negarse?

-¿Qué opinión tiene del presidente Carlos Menem?

Finalmente, a los pocos meses de su ilusión presidencial, Juan Carlos Onganía desistió de participar por problemas de salud de las elecciones celebradas el 14 de mayo de 1995 en las que fue reelecto Carlos Menem. Murió el 8 de junio, 25 días después de los comicios.

Fuente: telam

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