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24/06/2025

La Ferni: vida de la cantante trans que hizo historia en Cosquín y terminó con la discriminación de género en el folclore

Fuente: telam

La Ferni es una persona trans no binaria, que comenzó su transición a los 28 años. En Cosquín no aceptaron que se inscriba a la categoría de “solista femenina” y cambió la historia del folclore argentino. Realizó una exitosa gira por España y comparte espacios LGTTBQI con peñas tradicionales de Santiago del Estero

>Se llama La Ferni. No la llaman. Se llama. No es una forma de decir. Es como decidió que le digan. Es su decisión legal. El DNI, que estrenó en 2025, la identifica como mujer. Se considera una persona no binaria y femenina. A pesar de los discursos de odio los derechos permanecen. Su identidad es su elección.

Tiene 35 años y es una de las voces más destacadas del folclore argentino. Lo de la voz destacada no es una forma de decir. Fue cantante lírica. Y canta sin necesidad de micrófono con una emoción que traspasa al público, con una transferencia mágica mientras los dedos se rozan y las miradas hacen ronda.

A los 28 años comenzó su transición. En ese momento era profesora de música del Liceo 9, el colegio secundario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aries. “Un jueves a la mañana me desperté mucho más temprano para maquillarme, pintarme las uñas, elegir la pollera y fui al colegio con un tipo de expresión que la mostraba públicamente por primera vez”, relató.

La transición como profesora fue un paso, pero con las chacareras y zambas fueron los pasos que se necesitan para saber bailar. “Empezaba a ser La Ferni pero cantaba folclore de pantalón y camisa porque sentía que para cantar (Atahualpa) Yupanqui no le podía faltar el respeto”, repasó. “Pasaron ocho años y veo a la distancia y pienso que el problema era que no tenía ningún tipo de ejemplo, o tenía ningún tipo de espejo en el cual mirarme”, repasó.

-¿Cuál era tu búsqueda?

-¿Qué expresa tu voz?

-Si me escuchan tengo una voz profunda, trabajada, que hasta roza lo lírico, grave y, por momentos, también voy hacia otros matices más asociados al mundo de la femenino. Yo todo eso lo sentía, formaba parte de mi propuesta y de mi identidad como cantora, pero era muy difícil asumirla porque no sabía que se podía hacer así.

-Marlene Wayar (activista travesti) dice que una es la primera obra de arte a construir. Me parece que es muy lindo eso. Después vamos deviniendo, nunca hay que ser estático. Me dejo sorprender a mí misma y abrazo los cambios. Pero bueno, aparecen cosas que van perfilando para un lugar. A mí la expresión no binaria me gusta. Forma parte de mi identidad correrse del género, y por ende, abrazo esta idea de lo trans, del no ser varón. Me gusta mucho tener pelo largo y barba, cantar folclore y estar maquillada.

-¿Cómo generás tus elecciones estéticas?

-¿Cómo es tu historia familiar?

-Es muy linda porque es una historia de mucho amor y de una familia que me ha proporcionado los nutrientes para ser quien soy. Mi mamá (Elizabeth Garaglia) y mi papá (Oscar de Gyldenfeldt) son filósofos y docentes de la educación pública, se conocieron estudiando en la Universidad de Buenos Aires (UBA), son de la clase media trabajadora, no me faltó, por suerte, la comida y, además, hubo nutrientes de cultura. Mi tía (Graciela) es cantante lírica y también mi hermana gemela Luchi. Los libros y la música nunca faltaron.

-Mucho porque eran melómanos y había cantantes, pianistas, guitarristas, intérpretes de comedia musical, actores, actrices, escritores y pintores.

-¿Cómo fue la recepción de la transición?

-¿Es la revolución de las hijas?

-¿Cómo fue que tu aparición también cambió la historia de Cosquín?

En los sesenta, el manifiesto “Nuevo Cancionero” expresó que la canción argentina tenía que estar a la altura de la sensibilidad social de los procesos que se vivían. Y en 2021 la sociedad ya no se dividía solamente entre hombres y mujeres, también hay identidades disidentes.

-¿Cuál fue la resolución?

Se puso en tela de juicio qué se evalúa cuando hay un concurso de canto: cómo respira la persona, cómo matiza, que capacidad interpretativa tiene, cómo frasea el texto. ¿O estamos evaluando finalmente si canta como varón o canta como mujer? Por eso, fue un triunfo del colectivo.

-¿Cómo fue el regreso a Cosquín?

-¿Y cómo fue el recibimiento?

Y fue la noche previa a la marcha antifascista y antirracista del 1° de febrero. Por eso, se habló de lo de Yamila y La Ferni y del Chaqueño en La voz del interior y en Cadena 3, en todos los canales. Me empodera mucho y me da mucha fuerza, pero también me interesa seguir yendo a los patios de tierra.

-En el 2022, después de lo de Cosquín, decidí empezar a recorrer el país y estar en las fiestas populares. Una amiga me invitó al cumpleaños de la abuela Carabajal en La Banda, Santiago del Estero. Viajamos con el guitarrista, Nahuel Quipildor y me hicieron un lugar en la grilla de la peña del Indio Froilán. Fue mágico, estaba atardeciendo y lleno, lleno, lleno de gente y canté un par de chacareras y terminé con Canción con todes de César Isella y Armando Tejada Gómez. Santiago del Estero fue otro hito.

-¿Cuál fue el aprendizaje?

-¿Cuánto influye en tu estilo tu formación lirica?

No sentía lo mismo cantando en alemán, aunque me encanta. Con mi hermana Luchi hicimos opera queer donde me permito cantar opera en todos los idiomas. Me gusta mezclar la sangre danesa, vikinga, italiana y mis raíces sanjuaninas y mendocinas. Soy una cantora que canta coplas con voz vikinga lirica. Me gusta fusionar los estilos con una apertura más popular sin dejar de tener la proyección de la voz lírica.

Fuente: telam

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